Raúl Solís| Andalucía tiene una base electoral importante que actualmente no está representada en el Parlamento de Andalucía. El andalucismo, el ecologismo y la izquierda moderna están difuminadas en opciones políticas que por sí solas es improbable que obtengan representación parlamentaria. El pacto de Gobierno entre PSOE e IU, hasta ahora decepcionante, y el fallecimiento de facto del Partido Andalucista (PA) abren una perspectiva de futuro para un andalucismo moderno, ecologista y de izquierdas que sea una alternativa real al bipartidismo y conecte con el electorado de izquierdas que únicamente acude a las urnas para evitar que gobierne el PP.
El último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) desprende una situación que late con fuerza en la calle: un amplio espectro social no se siente vinculado a los agotados modelos de partidos políticos. 42 de cada 100 andaluces se sienten lejanos de los actuales partidos políticos y su resultado es el alejamiento con sus representantes. IU sigue estando secuestrada por las estructuras obsoletas, fratricidas y dogmáticas del Partido Comunista y su única función es la de ser una opción refugio de la izquierda que se resiste a votar a la desconcertada, pusilánime y agotada socialdemocracia del PSOE. Sólo un 1,5 por ciento de andaluces dicen ser comunistas aunque son los comunistas los que controlan la coalición electoral IU y los que han capitalizado el descontento socialista.
Por un lado, EQUO, con un raquítico 0,5 por ciento en las últimas elecciones andaluzas, no ha sido capaz de transformar en votos el 4,5 por ciento de andaluces que aseguran ser ecologistas; por otro, el PA, preso de su ambigüedad histórica, de sus pactos con el PP, de su cainismo y con la dimisión y baja del partido de su exsecretaria general Pilar González -que intentó resituar al andalucismo en la izquierda y el ecologismo- naufraga a la deriva y más tarde o temprano tendrá que ser enterrado.
Con el cierre de la marca PA, el andalucismo no muere. Las ideologías no mueren con el fallecimiento de un partido político. 15 de cada 100 sondeados por el CIS afirman ser “más andaluces que españoles” y un 2,7 por ciento se sienten únicamente andaluces. Fluctúan en el espectro de la izquierda, por lo que una opción andalucista que coquetea con la derecha, como el PA, está condenada a la desaparición.
No obstante, se equivocaría quien pensara que en Andalucía podrá tener algún éxito electoral una formación política independentista: sólo un 0,5 por ciento de andaluces se define como nacionalista andaluz independentista. Sin embargo, 5 de cada 10 defienden el actual Estado de las Autonomías e incluso un 8,5 por ciento está a favor de profundizar más en el modelo autonómico que con la crisis está siendo cuestionado por el PP y la derecha extrema y centralista de Rosa Díez.
El CIS refleja que en Andalucía hay una importante base electoral: de corte federalista, ecologista, andalucista, de la izquierda ni comunista ni socialdemócrata, sin miedo a gobernar, que defienda un modelo alternativo al mantra del crecimiento ilimitado, reivindique los intereses, necesidades y singularidades de Andalucía, conecte con una ciudadanía huérfana de referentes políticos, hable el lenguaje de la calle y apueste por un sistema productivo que produzca inteligencia y no únicamente albañiles y camareros.
Una izquierda que plante cara al pensamiento único de la austeridad y sepa administrar la pluralidad. La convergencia del ecologismo, el andalucismo y la izquierda moderna uniría las sensibilidades políticas actualmente sin escaños en el Parlamento andaluz. No por falta de electorado sino por falta de un vehículo electoral que sepa incorporar las nuevas demandas que provienen de la indignación. Esta convergencia, que en Andalucía aún no ha fructificado, es una tendencia en Europa y en el Estado español, donde existen formaciones nacidas de la convergencia con más representación que IU.
En la Comunidad Valenciana, Compromís tiene más escaños que IU, 1 diputado en el Congreso de los Diputados y la oposición que más teme el PP valenciano; en Baleares, PSM-Entesa-Verds también supera a IU; en Cataluña, Iniciativa per Cataluña Verds tiene 3 diputados en Madrid; en Galicia, las encuestas dan a los ecogalleguistas de Compromiso por Galicia los mismos escaños que al enconado BNG; en Aragón, Chunta Aragonesista es la izquierda mayoritaria aragonesa, por encima de IU, y en Canarias, Nueva Canarias ha irrumpido en el Parlamento canario con tres escaños. En la mayoría de estas coaliciones participa EQUO.
Syriza está marcando el paso de la nueva izquierda convergente que vendrá. Grecia, por ser el territorio más castigado por las recetas de la austeridad, defendidas con el mismo fervor por la derecha y la socialdemocracia, demuestra que la convergencia de la pluralidad de la izquierda se puede convertir en un faro de esperanza para la mayoría social que sufre la ideología de la minoría del poder económico. Si Syriza logra ganar las elecciones griegas, será la oportunidad para demostrar que existe un tercer espacio de izquierdas tan lejos de la pusilanimidad de la socialdemocracia como del miedo a gobernar y dogmatismo de los partidos comunistas.
La nueva izquierda griega representa a la izquierda huérfana andaluza que más pronto que tarde deberá fraguar en una estructura política y electoral. No es más que un nuevo paradigma político que no vincule el progreso a construir urbanizaciones u hoteles a pie de playa, que diseñe un modelo productivo cimentado sobre la economía verde, para edificar una economía competente en lugar de competitiva; que haga sostenible el Estado del Bienestar, que sea el altavoz de los movimientos sociales, abogue por la plena igualdad entre hombres y mujeres y ponga límites legales al casino financiero que ha puesto en jaque la soberanía y dignidad de los pueblos europeos.
Buen articulo pero poco concreto. Poco concreto porque habla de una nueva izquierda andaluza, nombrando a Compromís, Chunta Aragonesista, EQUO y Syriza, sin decirnos quien es esa nueva izquierda en Andalucía.
El nacionalismo andaluz tan solo esta representado a nivel institucional, en algunos ayuntamientos, por el PA, quién en las pasadas elecciones andaluza se posicionó claramente hacia un ecoandalucismo de izquierdas que podría entenderse como esa nueva izquierda andaluza, pero tras la salida de Pilar Gonzalez del PA éste se ha vuelto a perder en la ambigüedad.
Andalucía necesita que se le hable claro y que esa nueva izquierda andaluza nos diga quien es, sin perderse en Grecia o entre flores de «primavera» lo que podría perderla también en lo ambiguo.
Los nacionalistas andaluces (andalucistas) necesitamos esa nueva izquierda para trabajar con ella por nuestra tierra.
Toda esta erudición politóloga de salón del Sr. Solís, basada en encuestas del CIS, las cuales fallan más que una escopeta de feria (v.g., el último chasco de Arenas), parece olvidarse de unas cuestiones de fondo:
1.- Al no estar realmente en una Democracia (no hubo Asamblea Constituyente ni existir separacion de Poderes), fingir que que nos hallamos en ella no forma parte de la sociología sino del arte escénico de la farsa. En nuestro caso, esta última tardofranquista.
2.- Por si fuera poco, la actual Ley Electoral, en especial con respecto a los votos que hacen falta para conseguir un escaño autonómico, no solo representa una discriminación con respecto a otras Autonomías, hace en la práctica insalvable la representación de las minorías. Algo que por cierto, ahora que pastelea en el poder local, parece importar muy poco a Izqda (h)Undida que se solucione, a pesar de sus cantos de sirena antes de encaramarse a las poltronas.
3.- Por último, al ser la vertebración estatal económica norte-sur, el subdesarrollo inducido provoca que malvivamos en una verdadera Colonia. Todo revuelo de ratones a ver quien le pone el cascabel al gato o «rebelión en la granja» produce irrisión a los clásicos Poderes Fácticos de siempre, muy seguros de los telelavados de cerebro colectivos que imponen sus media adoctrinadores, cuando no propagandísticos.
En suma, sería como si a principios de los setenta, en función de encuestas estatalistas o nacionalistas españolas, se hubiese colegido que la adhesión a los principios del movimiento y al, por entonces, sucesor Carrero Blanco fuesen masivos.
Y lo malo no es cuando por miopía histórica dejamos que, una y otra vez la Farsa se repita. Lo malo es cuando bajo la alfombra monarquico-papista el hedor de la FARSA se hace insufrible, incluso fuera de Andalucía:
http://www.youtube.com/watch?v=sFym9vPHrIs
Al articulo del Sr. Solis se le pueden hacer muchas consideraciones y muchas preguntas que no sé si sabrá o podrá contestar y que no se las voy a hacer. Como persona de a pie, interesada en la política pero no implicada en ningún partido, no entiendo como el Sr. Solis está aprovechando un articulo para dar acta de fallecimiento al PA. Ya comenzamos mal y, a partir de ahí, se me hace poco creíble todo el contenido y me da pista de la intención. Yo he votado al PA y me parece lamentable que nuestros votos estén siendo ninguneados por señores como Solis, que imagino no ignora que el partido sigue vivo por lo que leo en los medios. Si la intención es ocupar el lugar del PA, dígalo claramente y no se vaya para Grecia que no hace falta. Mire usted, la izquierda andaluza tendrá que tener planteamientos distintos a IU o a Equo, por poner dos ejemplos, o no tendrá sentido. La única diferencia se llama nacionalismo y en ese lugar está el PA con quien, imagino, tendrá que disputarse el espacio que claramente pretende. bajo tantas palabras y análisis intelectuales de la realidad. Las personas de a pie, quizás seamos capaces de ver más claro los mensajes por muy adornados que estén.
Me parece un buen articulo de analisis politico, con cifras que eso gusta mucho. pero veo algo equivocado el intentar crear partidos segun las encuestas, es decir, si un amplio porcentaje dice que la calle es de izquierda rosa mas bien que roja, pues eso es lo debemos ser.
Lo veo muy oportunista el crear una ideologia segun los parametros de las encuestas, eso define que el fin es solo el acceso a los escaños en el parlamento. Cada uno tiene su ideologia y si las encuestas nos sonrien, somos nosotros los que debemos convencer a la sociedad de nuestras propuestas teniendo en cuenta siempre que demanda el pueblo, que necesidades tiene y darle soluciones.
Aprovecharnos de la insatisfaccion del pueblo con los politicos no sno convierte en mejores, sino en más de lo mismo pero con otro disfraz.
Es interesante tu análisis aunque no comparto la comparación con Syriza y Equo (y formaciones de su entorno) que se transluce en tu texto, El electorado de Equo (y no digamos su cuadros políticos) tiene más que ver con un perfil de clase media y profesionales liberales que es similar a la base electoral del Partido Verde alemán o a UPyD (la ideología, por supuesto, es otra), muy muy centrado . Syriza (formación extraparlamentaria hasta las elecciones griegas del 6 de junio) convierte al Partido Comunista Griego en una formación de centro.
Un saludo.
Sobre la nueva izquierda andaluza.
Comparto plenamente esta entrada, aunque esa alternativa de izquierda ”tan necesaria como el pan de cada día” no será posible en Andalucía, mientras los grupos políticos y las personas capaces de impulsarlas partan de un diagnóstico, considero modestamente equivocado, tanto de las fuerzas políticas y sociales con representación institucional en Andalucía; del resultado de las últimas elecciones autonómicas andaluzas y del consiguiente “Gobierno de las Izquierdas”; de la naturaleza y las consecuencias que esta teniendo la crisis en Andalucía, no sólo en el plano económico y social, sino también en el político e institucional, donde “estamos tocando fondo”… Todo ello está llevando, considero, a la confusión entre lo que podría ser táctico (“apoyo critico al gobierno de izquierdas para Andalucía”, “impulsar un frente andaluz”…) con lo que debería ser estratégico y verdaderamente importante: IMPULSAR UNA ALTERNATIVA DE IZQUIERDA EN ANDALUCÍA y “decir que somos quien somos” y planteamos políticamente lo que planteamos. Solo impulsando y construyendo una nueva alternativa de izquierda en Andalucía podremos defendernos del tsunami de la derecha, todo lo demás son atajos que no nos han llevado, ni nos llevan considero, a ninguna parte.
Ese posibilitismo y tacticismo generoso y abierto que nos convierte en verdaderos “brazo de mar” es ya histórico en esos grupos y personas en Andalucía en las coyunturas difíciles que nos ha tocado vivir, de nulo resultado práctico hasta ahora y que parece ser ampliamente compartido y apoyado por grupos políticos como EQUO, el Andalucismo de Izquierda, la Izquierda Social y los lectores de P36, siendo defendido con una determinación y un empeño (¿sostenerla y no enmendarla?) difícil de entender por las personas que nos mantenemos ajenas a estos círculos ¡Hasta las encuestas del CIS en Andalucía sirven para justificar ese tacticismo de corta mira y escasos resultados prácticos! ¡Como si no se pudiera hacer perfectamente con esa encuesta en la mano otras interpretaciones distintas que pudieran justificar otras estrategias políticas!