Editorial 14/07/2011.
La crisis financiera no sólo amenaza a la propia Unión Europea sino que además nos envuelve en la ficción económica, ocultando la crisis de la economía real, esa que está produciendo millones de parados (y, por lo tanto, millones de tragedias personales) en Andalucía y en España.
El modelo impulsado durante la época del desarrollismo por el PSOE y el PP, que ha coincidido con la fase de consolidación de nuestro autonomía, se ha basado en políticas que buscaban beneficios económicos y políticos a corto plazo y que han potenciado sectores en los que teníamos de entrada ventajas comparativas (construcción y turismo) y que por lo tanto no necesitaban de grandes inversiones para cualificar los recursos productivos cuyos rendimientos son a más largo plazo. Así, especulación y clientelismo se daban la mano, con altos réditos económicos y políticos, incluso con la percepción de que nuestra entrada en el euro “garantizaba” un crecimiento estable y permanente (Andalucía imparable, etc.).
El estallido de la crisis ha roto el espejismo y nos encontramos de nuevo en el fondo del pozo con los niveles de paro más alto de cualquier territorio de la Unión Europea (cerca del 30% y el 53% en los menores de 25 años). Además en las últimos meses estamos asistiendo al cierre definitivo o temporal de empresas consolidadas (Flex), grandes empresas (Santana, Astilleros) y punteras tecnológicamente (Cádiz electrónica o Gadir Solar) que amenazan con convertirnos en un desierto industrial, ya sea porque se deslocalizan ya sea por su falta de adaptación a los cambios del mercado.
En esta editorial queremos llamar la atención sobre el enorme problema de la debilidad industrial de Andalucía tanto por su relación con el empleo como por su capacidad de dotar de una mayor autonomía al conjunto de nuestra sistema económico, así como aportar algunas ideas para un nuevo modelo de industrialización de Andalucía.
La economía andaluza en su conjunto, a pesar de los años de crecimiento, no ha conseguido alcanzar ni siquiera el peso medio que le corresponde en el estado. Así nuestra contribución al PIB del estado es del 13,5% (últimos datos publicados de la contabilidad regional que corresponden al 2010) mientras que nuestra población representa el 17,9%. Además, hay una diferencia abismal entre lo que representa el sector industrial en la economía andaluza (el 6,7%) con respecto a lo que representa en el estado (el 11,5%). Pero hay un tercer dato preocupante: mientras que en España la producción industrial comienza a recuperarse (ha crecido un 3,9% en tasa de variación interanual durante el primer trimestre de 2011), en Andalucía ha descendido un 4,1%.
La junta de Andalucía tiene competencias sobre la oferta industrial y es imprescindible que concentre sus recursos en inversión productiva y no los despilfarre en subvenciones indiscriminadas que solo buscan la rentabilidad electoral. Sin una industria propia el sector primario no podrá aportar a Andalucía el valor añadido de la transformación de sus productos ni el sector comercial podrá anclarse en el territorio y seguirá en poder de las multinacionales.
Pero la nueva industrialización que Andalucía necesita no puede seguir las pautas de la industrialización clásica. Tiene que ser una industrialización acorde con la transición que vivimos para adaptarnos a las consecuencias de los límites del sistema, con especial atención a la amenaza de deslocalizaciones, al cambio climático y el agotamiento de las fuentes energéticas fósiles.
Desde esta perspectiva queremos provocar un debate sobre cómo impulsar la nueva industrialización de Andalucía, aportando de entrada las siguientes ideas:
1. La industrialización no puede ser una opción aislada de la estrategia global para Andalucía: la reforma de las administraciones públicas, el sistema de ciencia e innovación, la red de transportes, el sistema financiero, etc. forman parte de un mismo sistema en el que es necesario que todas las piezas encajen.
2. El sector de las energías renovables debe ser el motor de la industrialización no solo por el cambio energético que supone sino también por el liderazgo tecnológico que implica. A este respecto, y tal como hemos comentado desde P36, la opción que se abre en los Astilleros de Cádiz puede ser un ejemplo de utilización de estructuras industriales existentes para esta prioridad.
3. Un criterio básico es el de la territorialización. Hay que tender a articular territorialmente extracción, transformación, distribución y consumo, de forma flexible, y teniendo en cuenta la propia realidad cultural del territorio (comarcalización).
4. La producción hay que orientarla hacia un nuevo modelo de consumo y reciclaje, que aporte utilidad (durabilidad) y minimice los residuos y la contaminación.
5. Es imprescindible la apuesta por la cualificación de los factores productivos: cualificación (formación) de los trabajadores, capital productivo y no especulativo, innovación y alianza con el medio ambiente.
6. El papel de las administraciones públicas, sobre todo de la Junta, es fundamental dada la escasa potencia del empresariado andaluz. Puede convertirse en la locomotora que aporte no solo recursos sino sobre todo el contexto necesario mediante la conexión con los distintos subsistemas en los que tiene competencia (infraestructuras, fiscalidad, sistema educativo, ciencia y tecnología, etc.). A tal fin es necesario la elección de sectores prioritarios donde concentrar los esfuerzos tales como energías renovables, agricultura, innovación y comunicaciones, turismo o cultura.
7. Hay que acometer reformas estructurales que permitan al nuevo modelo de industrialización: la potenciación del transporte de mercancías por ferrocarril conectando los nodos principales; una nueva relación entre el campo y la ciudad; el sistema de planificación económico – territorial; el sistema de enseñanza; los planes de infraestructuras, etc.
8. Tenemos que introducir la idea del cluster (alianza para crear sinergias) y aprovechar todas las bazas de que disponemos para impulsar el nuevo modelo: las PYMEs andaluzas, las Universidades, los espacios industriales y tecnológicos, las administraciones, los sindicatos, las organizaciones sociales, etc.
9. Las administraciones tienen un nuevo instrumento de apoyo al tejido industrial aun muy poco explorado pero de un enorme futuro: las transferencias de tecnología a través de internet ya sea en software libre ya sea mediante intranet a determinados segmentos de empresas, por ejemplo las que tengan su domicilio fiscal en Andalucía.
10. El apoyo de las administraciones debe estar conectado a la forma de propiedad del capital social de las empresas para potenciar la economía social y la distribución cooperativa de la propiedad de las empresas.
La finalidad de un nuevo modelo de industrialización es la urgente creación de puestos de trabajo y la autonomía de la economía andaluza y por tanto del conjunto de nuestro sistema social y político. Pero al mismo tiempo, para poder impulsarlo, necesitamos una sociedad civil autónoma y el poder político suficiente no solo para defender en Andalucía los intereses de la mayoría sino también para defender en España y en Europa los intereses de Andalucía. Para hacer efectiva las políticas de oferta (industrial) necesitamos que vayan en la misma corriente las políticas de demanda (fiscal y monetaria) cuyos titulares básicos son el estado y la Unión Europea; necesitamos que la legislación básica del estado permita la creación de otro tipo de entidades financieras (públicas) que proporcionen el crédito y la liquidez para las inversiones productivas; necesitamos que la financiación autonómica y local tengan en cuenta la nueva realidad del paro y su distribución por territorios: necesitamos existir para luchar por la igualdad.
Hay una serie de cuestiones que resultan evidentes en nuestra querida Andalucía. Una de ellas es la escasa industrialización de nuestra sociedad, de tal modo que toda persona o colectivo interesado en la política andaluza no puede por menos que tocar este tema. Desde ese punto de vista vuestro editorial es loable, pero, en mi opinión, está repleto de inconcreciones y falto de posicionamientos comprometidos, es decir, todavía suena demasiado huero como para constituir un punto de partida realista y útil para propósitos que no sean el mero escapare político.
Como ejemplo de estas afirmaciones voy a referirme a un par de puntos concretos, por no hacer mi crítica excesivamente extensa:
No puedo por menos que criticaros que os hayáis descolgado con una idea como la nº 8, en donde acabáis colocando las palabrejas “cluster” y “sinergia” (de pura moda en los ambientes políticos, incluidos los concejales de mi pequeño pueblo) en medio de una propuesta que pretende ser novedosa pero que no pasa de puro ejercicio de corrección política (con participación de todos los entes sociales del bando bueno). Ese punto podría haberlo escrito y sacado en pantalla el guionista del (odiosísimo, por mentiroso y propagandista) programa TECNÓPOLIS de la RTVA. Por favor, vamos a hacer algo diferente entre todos.
El otro punto que me preocupa es el punto 2, en el que se propone al “sector de las energías renovables” (así, en genérico) como una especie de panacea sobre la que levantar la industrialización y (nada menos que) conseguir el liderazgo tecnológico que trae asociado. Lo lamento, pero habéis puesto la carreta delante de los bueyes. Primero habrá que desarrollar las tecnologías que nos servirán para conseguir energía renovable dentro de 10 o 15 años y después podremos desarrollar las industrias asociadas a ellas. De momento lo que tenemos son explotaciones de tecnologías que datan de hace varios decenios y sobre las que las inversiones, más o menos oportunas, de ciertos empresarios han conseguido que se hagan notar. Pero eso es pan para hoy y hambre para mañana. Hace falta mucha más inversión en investigación, y menos en propaganda acerca de lo líderes que somos. No me resisto a recordar a los tenaces partidarios de las energías renovables (entre los que me cuento) que no lidera ese campo el que dispone de mucha de esa energía (como la proveniente de la irradiación solar en nuestra tierra), sino el que dispone de la tecnología como para poder aprovecharla. Y en tecnología “disponer” significa tener el conocimiento y el permiso jurídico-administrativo (léase patente) para poder explotarlo. Una discusión sobre esto último, desde el punto de vista político, sería necesaria, pero no es el momento.
Por favor, sed más cuidadosos y concretad vuestras buenas intenciones, de lo contrario no seréis (seremos) capaces de crear una alternativa verdadera.
¡Salud!
¿Y PA K LOS CLERICAL$OCIATA$ (Y SUS MAMPORREROS DE IZQDA UNDIDA) IBAN A CONCENTRARSE EN «ECONOMIA REAL» ALGUNA SI YA CON EL MODELO CORTIJERO LES VA A LOS SEÑORITOS ROJIPARDOS DE DULCE…?
Basta conque la maquinita propagandística señale con el dedo a su próxima víctima, el UNICO -por desgracia- capaz de GARANTIZAR LA ALTERNANCIA, al menos: el cínico Arenas Bocanegra. Da igual, aunque se presentase la momia de Fragenstein de cuerpo presente, este degenerado Horror cleptocrático (los ERE son la punta del iceberg al lado de la familia Chaves S.A.) clerical$ociata; esta dictadura solapada que nos lleva alienando en plan PRI mejicano ya va para cuarenta años debe ser apeado del poder, ejercido cual nepotista MAFIA. Preparaos porque lo que ha aparecido -o mejor, DESAPARECIDO- en el gobierno autonómico de la Mancha, va a parecernos de risa cuando se destape la infecta ciénaga de la corrupción de los títeres de alfredo pepunto ruGALcabra.
No nos engañemos. Desde que los naZionalcatólico$ -travestidos de azul o coloraete- nos colonizan, no les ha interesado «mejorar la economía», sino perpetuar la reserva tercermundista de emigrantes que les sirva desde un roto por Afganistán, hasta para un descosido aculturizando Euskadi y a cambio de unas migajas en subvenciones o sopaboba votar a los mismos de siempre.
No olvidemos nunca, con el clásico, que es preferible un final terrible, antes que este TERROR SIN FIN…
http://www.youtube.com/watch?v=htCKMKFjVWM&feature=fvwrel
Post-Scriptum: nos censurarán una o un millón de veces pero a los andalusíes, cobardes clericalfa$ci$ta$ rojipardos, veremos al fin los destellos rojos anunciando el Alba…
me parecen unas propuestas muy dignas y aceptables solo cambiaría el puesto numero 2 por el 1 ya que una nación con una energía auto suficiente y de fuente renovable da unos ciudadanos mas libres y con mayor autonomía y es la piedra filosofal de todo país, pero si continua el modelo que actualmente conocemos y que están gobernados por lobis (por no llamarles mafia) por muchos cambios que se hagan no darán su fruto ni el deseado, ni el que se desea
si un ciudadano tiene su propia energía renovable es mas libre que el consume energía fósil,nuckear,carbón o gas
un saludo y me tendréis como votante en valencia
Muy buena editorial, ¿Rafa?
Gracias por compartir un articulo tan critico. Aquí os dejo uno muy claro sobre la situación económica europea.