Editorial Paralelo36. 12-03-2010.
El congreso extraordinario del PSOE andaluz quiere plantear una amplia renovación de la dirección del partido y del mismo gobierno andaluz para abordar la crisis. Aunque inicialmente la letra y la música pueden sonar bien, rápidamente aparece el viejo consejo de Lampedusa de “cambiar algo para que nada cambie” en el pie de la nueva foto de familia. Ninguna idea nueva, ningún proyecto de cambio estructural, ningún diagnóstico realista y fundamentado sobre la crisis. Sólo la cháchara mediática sobre la confianza, el optimismo, la honestidad.
Cuando la izquierda o la derecha hablan sólo de personas, es que o no tienen ideas o las quieren ocultar. El “consenso siciliano del ladrillo” (especulación + corrupción) ha sido el eje vertebrador del modelo de desarrollo andaluz. Y en este consenso han participado tanto los socialistas (todos y todas, viejos, jóvenes y medio pensionista) como los populares y en gran medida también el resto de fuerzas políticas. ¿Alguien ha planteado cambiar el modelo o más bien el debate se sitúa en como volver a las andadas?. La adicción al ladrillo es tan fuerte que ha acabado con los tímidos intentos de cambio que planteaban la estrategia de la segunda modernización o con los avances que suponía la carta de derechos del nuevo estatuto de autonomía.
Ejemplos de esta involución, que se quiere presentar como revolución cambiando las caras y los perfiles biográficos, son la situacion actual de tres políticas donde se había avanzado tímidamente de cara hacia un modelo andaluz endógeno y sostenible de desarrollo: la agricultura y la ganadería ecológica, las energías renovables y la nueva cultura del agua. La agricultura ecológica y las renovables son los dos sectores económicos y productivos que más han crecido, en términos convencionales, de toda la economía andaluza en los diez años que llevamos de siglo. Ningún sector ha generado tanta riqueza social, empleo y conocimiento con tan pocos costes e impactos y con un diseño institucional asociado más participativo e innovador. Pues bien la agricultura ecológica ha sido abandonada por la Junta ( las ayudas han sido suprimidas y la estructura administrativa e investigadora desmontada) y las energías renovables han visto disminuir los apoyos público que tenían, mientras cada vez se les echa más cuenta a la irracional y pacata oposición a los parques eólicos. Por su parte, la nueva cultura del agua que prima la gestión de la demanda sobre el incremento de la oferta, ha sido guardada para mejores momentos
Ninguna idea nueva pues en este debate socialista, solo nombres propios contra nombres propios y algún descubrimiento de última hora como eso de que “la educación es lo importante”. El cambio que nos proponen lo socialistas andaluces para combatir la crisis consiste en cambiar a Chaves por Griñán, a Pizarro por Velasco , a Monteseirín por Rosamar y a Zarrias por… a este, a este no lo cambia nadie.
El expresidente de la Junta de Andalucía se apellida Chaves, Chávez es el de Venezuela.