En las elecciones del 2011 con un PSOE a la deriva sin opción alguna de victoria, con un candidato (Rubalcaba) que parecía más el gerente de un tanatorio que un líder; con un PSOE derechizado (reformó con nocturnidad y con el PP la Constitución para priorizar a los mercados); sin rival alguno por la izquierda (Equo no llego al 1%), tras una de los mayores movilizaciones sociales de la democracia como fue el 15M (fin de la cultura política del transición) y con una crisis económica brutal golpeando desde el 2007; la izquierda sacó 11 (IU,ICV,CHA) diputados, 11.
Es decir, sin voto útil por parte del PSOE, sin voto nuevo por parte de nadie, sin burbuja especulativa y consumista que aliena a las masas trabajadoras, sin traidores populistas, otanistas, derechosos y con coleta que les robaran el voto a la izquierda verdarera (como dicen que ahora les ocurre); con tasas de paro, precrariedad y pobreza brutales y en ascenso; con recortes criminales a los servicios públicos: 11 diputados y diputadas, 11. Sin excusas, sin impedimento ni subjetivos (voto útil), ni objetivo (situación social) las gentes, los trabajadores, las mayorías sociales de izquierda, los afectados por la crisis, decían claramente que a esa izquierda no la querían. Y todo eso tras cerca de 40 años de comparecencias electorales. Yo se que decir estas cosas no gusta pero, aunque duela, eso es así y reconocerlo es un gesto de inteligencia pero sobre todo de honradez. Pero esa izquierda no lo quiso entender y la noche de las lecciones del 2011 en las sedes de sus partidos estaban eufóricos, porque habían subido a 11 diputados.
Y ahora alguien desde esa izquierda habla del “voto hermoso», creo que le traiciona el inconsciente. A mi me enseñaron que lo mínimo que uno puede hacer por una buena causa es no estorbar. Yo no se que pasará el 20D, si se que quiero que pase. No estoy seguro si el domingo, hago lo que puedo y trato de no estorbar, esa brecha que se abrió el 15M se ensanchará más o se cerrará un poco, pero sí estoy seguro que con esa izquierda de los 11 diputados del 2011; no pasaría nada de lo que hoy ya pasa; empezando por mi ilusión.