¿OTRA VEZ CON LOS BROTES VERDES? Desempleo, septiembre de 2013
Acabada la temporada turística vuelve el paro: 25.572 parados más en España. Sin embargo, los datos publicados por el Ministerio de Empleo no son un buen indicador del mercado laboral: el paro registrado puede caer porque más gente encuentra empleo, o porque hay menos gente buscándolo, que es lo que está pasando vía emigración y desánimo.
Hay de todos modos un indicador interesante: las afiliaciones a la seguridad social. Tiene sus propios problemas (habría que homogeneizar por tipo de jornada, duración del contrato, bases de cotización y, por tanto, nivel salarial; así como analizar la irrupción de los «falsos autónomos», prejubilados…) pero en cualquier caso, y mientras se publica la Encuesta de Población Activa (24 de octubre) alguna idea nos podemos hacer.
Utilizando los datos de afiliación desestacionalizada (eliminando el efecto estacional -los política y periodísticamente llamados «meses buenos» y «meses malos»- y el de calendario) podemos sacar algunas conclusiones:
1) No se puede hablar de «recuperación» cuando en un año la seguridad social ha perdido más de 504.000 afiliados. De 16,8 millones en septiembre de 2012 a 16,3 ahora.
2) No se puede hablar de estabilización del paro (un aumento interanual de 19.000 en el paro registrado) con esa debacle en afiliaciones. Como nos confirmará en unos días la EPA, la respuesta está en la caída de la población activa (las personas que trabajan o buscan activamente empleo): entre emigrantes, desanimados y gente que ha vuelto al aula encontramos dónde han ido los parados que faltan.
3) No se puede hablar de cambio de modelo cuando una caída del PIB interanual que estará este trimestre en el entorno del 1,3% se traduce en una pérdida del 3% del «empleo» (aproximado por este indicador de afiliaciones). Aquí no hay «desindexicación»: el empleo sigue tan expuesto como siempre, solo que ahora es de peor calidad. O sin eufemismos: que se han perdido derechos y salario.
4) No se puede hablar de que estamos ante la mejor tendencia desde la crisis, cuando fue mejor durante 2010 y 2011 (cambios interanuales mejores que el -3%, llegando incluso al -1% entre enero y mayo de 2011). Hasta que los recortes de mayo de 2010 y las nuevas crisis del euro provocaron la segunda recesión en 2011, en la que aún estamos. ¿Se puede descartar una tercera?
5) De lo que sí se puede hablar es del éxito de la reforma laboral. Porque su finalidad era darle más poder al empresario a costa del trabajador, no «favorecer» la contratación indefinida (haciendo más barato el despido); de hecho, ésta cae un 9% respecto a septiembre de 2012. Lo que sí es nuevo es la caída de salarios. En términos nominales (hay que descontar, además, la inflación, para hablar de salarios reales) cayeron un 0,6% en 2012, frente a un subida media del 1,7% anual entre 2008 y 2011, o sea, en plena crisis.
En fin. Siguen con los «brotes verdes», las luces al final del túnel y las desaceleraciones aceleradas. La realidad es que las bases materiales y socioeconómicas de la crisis siguen ahí. El problema es que pretenden resolver “su” crisis devaluando nuestros derechos y expropiando nuestros salrios. Y la tragedia es que nos estamos acostumbrando.
El gráfico ha sido publicado por @CaoticaEconomia