José Luis Cano Palomino / El Tribunal Supremo va a investigar la implicación de los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán en el escandaloso fraude de los EREs. Lógicamente, su investigación se dirigirá a decidir si cometieron delitos en este gravísimo fraude que ha tenido lugar en la Junta de Andalucía.
La responsabilidad política es harina de otro costal. Generaciones de politólogos y juristas han reflexionado sobre las diferencias entre la responsabilidad penal y la política para llegar a la conclusión de que la responsabilidad política es la que se deriva del ‘mal uso de un poder legal’. Y es evidente que, como mínimo, ambos son responsables políticamente de haber fracasado en el ejercicio de su cargo de presidentes ya que el fraude se desarrolló y se incrementó año tras año bajo sus mandatos.
En política se debe responder también por los actos de otras personas que dependen de nosotros, o los hemos elegido. Se tiene responsabilidad política por el hecho de haberlos elegido mal y, sobre todo, por no haber controlado lo que hacían. Como mínimo, políticamente hablando, son responsables de que un poder legal, el del gobierno que presidían, haya sido utilizado incorrectamente durante años, derivando hacia un mayúsculo fraude. Y se trata de una responsabilidad solidaria de los miembros de sus gobiernos tal y como se indica en la Constitución Española y en el Estatuto de Autonomía de Andalucía.
Sin embargo, me parece que va a ser muy difícil probar que estaban de acuerdo con las personas que integraban sus consejos de gobierno para disponer de esas cifras multimillonarias sin control. ¿Cómo se puede demostrar que consintieron en la coordinación de diferentes escalones de la Junta de Andalucía para poner en pie un procedimiento con el que otorgar y abonar las ayudas sin una normativa reguladora específica, en ausencia de publicidad, con incompetencia del otorgante, con defectos de falta de cobertura temporal, dentro de una clasificación presupuestaria más que cuestionable y durante más de diez años?
Desde luego ellos no van a confesarlo. Y todo indica que su partido, el PSOE, va a intentar seguir manteniendo que la presunción de inocencia está por encima de la indignación y el asco que siente la ciudadanía al ver cómo se malgastaron millones de euros beneficiando a intrusos, pagos de comisiones desorbitadas a las partes intervinientes, distribución arbitraria, injustificada y fraudulenta de muchas ayudas a empresas, etc.
Quieren que nos creamos que no tenían ni idea de cómo un director general de empleo podía disponer de cientos de millones de euros con inusitada rapidez. Estaban ocupados gobernando y no se fijaban en los detalles. Estaban distraídos, como los niños de aquel cuento que no sabían que los pájaros se comían las migas de pan que ellos iban dejando para señalar el camino de vuelta.