Francisco Garrido.
I.Selección cultural.
La selección cultural , que no es sino un tipo de selección natural, no tiene una finalidad normativa precisa, no es a priori ni buena ni mala; solo está regida por los criterios funcionales de la adaptación y la eficiencia. Por tanto los productos de la selección cultural no tienen por que ser ética o políticamente aceptables u óptimos. esto seria caer en la conocida “falacia naturalista” (deducir el deber ser del ser) . Al igual que la selección natural produce aleatoriamente plantas venenosas y plantas medicinales; la selección cultural es también ciega normativamente. Ahora bien cuando tenemos productos de la selección cultural, o natural, que resultan óptimos desde un punto de vista ético y político, es nuestro deber éticos preservarlos y replicarlos. La cultura popular es uno de esos productos de la selección cultural ciegos normativamente .
II.Cultura popular.
Por cultura popular entendemos la reacción adaptativa de supervivencia de sectores de población que han sido excluidos de los circuitos de socialización (educación, ciudadanía, cultura, gustos) dominantes en un espacio y en un tiempo determinados. Estas poblaciones excluidas ha acuñado un imaginario simbólico propio, una batería de prácticas cotidianas de reproducción y de rituales colectivos de socialización autónomos. Esta cultura de supervivencia se forma en interacción con la fracción mas elitista de la cultura dominante y en un contexto social con un alto nivel de exclusión y desigualdad social. Por ello no es de extrañar que contenga formas y rituales invertidos, o reutilizados y resignificados, copiados de las clases dominantes y en especial de las élites aristocráticas y sacerdotales.
La cultura popular copia e invierte el modelo cultural oficial, y así obtiene los códigos de comunicación compartidos necesarios para su construcción como comunidad. Las estrategias de mimetización engañosa, muy parecidas a las que describe Robert Trivers, en otras muchas otras especie, tiene como objetivo preservar la autonomía de al espacio cultural y garantizar la supervivencia del grupo humano excluido- Un ejemplo de esa estrategia es la conocida taqiyya de los moriscos (Bernard Vicent) que permitía a estos adorar públicamente al dios cristiano mientras adoraban al verdadero en la intimidad de la familia y la comunidad.
La membrana de protección de estas estrategias de mimetización son el desarrollo de lenguajes de comunicación con el exterior basados en las lisonjas y en la amabilidad protocolaria, el arma de los débiles que dijo Scott, como forma de protección frente en al mundo del que se les ha excluido violentamente. Por medio del excedente de amabilidad ritual a los excluidos se les permite la construcción de un espacio de supervivencia y autonomía propio que no represente , a los ojos de las clases dominantes, una amenaza potencial.
La selección natural selecciona a culturas populares mas orientadas hacia la competencia intragrupo en contextos de escases y a cultura populares más dirigidas ,hacia la cooperación y el reparto en contextos de abundancia desigualmente distribuida. En la escases los valores dominantes en las culturas populares serán mas conservadores y en la abundancia los valares serán mas igualitarios.
III. Cultura popular andaluza.
La cultura popular andaluza es un ejemplo de un tipo de productos de la selección cultural que podemos llamar igualitario por que se ha generado en un contexto de abundancia muy desigualmente distribuida. Siguiendo las huellas históricas del flamenco podemos datar, de manera aproximativa, la conformación de la cultura popular andaluza en el siglo XIX, aunque esta conformación se asiente de experiencias y prácticas mucho mas remotas en la historia. El capital simbólico popular andaluz ha sido tan fuerte que ha hegemonizado la identidad nacional andaluza eclipsando a la identidad burguesa o nobiliaria. Cuando se habla de cultura andaluza se habla en realidad, en un grado u otro, de cultura popular; lo singular aquí es lo popular.
El carácter marcadamente progresista e igualitarista de la conductas sociales y políticas en estos dos últimos siglos en Andalucía no es debido sólo a la desigualdad social; sino también a esta sintonía entre los valores de una fuerte cultura popular autónoma y los valores igualitaristas y progresistas representado por la izquierda y el movimiento obrero. Esto explicaría por que en otros contextos de mucha desigualdad pero también de escases, la cultura popular ha sido mucho mas conservadora social y políticamente.
La tendencia a construir identidades móviles y abiertas basadas en la interacción con la alteridad, ha dado lugar a una identidad mestiza . Esta inclinación a la mezcla, le permite una constante porosidad hacia las influencias externas y una fuerte elasticidad hacia los cambios.
IV.El tesoro evolutivo.
La identidad popular andaluza al ser una identidad mestiza y popular , no burguesa; ha sido un obstáculo para el surgimiento de un modelo de nacionalismo clásico. Pero este mismo factor es también una oportunidad magnífica para la construcción de un nacionalismo republicano ( patriotismo constitucional) federalistas ( mutualista) y democrático (igualitarista) .La cultura popular andaluza nos oferta materiales vigorosos para entretejer un marco de hegemonía en el horizonte del decrecimiento donde converjan en sinergias positivas los valores populares igualitarios y cooperativos , expresados y encarnados en mil símbolo y rituales que hay que entender; y los valores republicanos y eco socialista . La fuerza movilizadora de esta alianza entre lo popular y lo progresista en Andalucía, pueden conformar un nuevo bloque histórico, en el sentido preciso de Gramsci, no solo para la conquista de las mayorías sociales sino también para la apertura de formas de vida ajenas al capitalismo y al productivismo .
En muchos contextos históricos ha habido un choque frontal entre la cultura popular y los ideales normativos de la izquierda, en Andalucía, y en otros lugares, ocurre, y puede ocurrir , lo contrario. Por ello la cultura popular andaluza es un tesoro evolutivo que debemos preservar de la uniformización globalizada y neoliberal pero para ello hemos de dejar de interpretarla desde los cartapacios idealistas normativos de una izquierda que de tanto huir se ha olvidado de pensar.