Antonio Aguilera / Lo llevo pulsando desde hace varias semanas, y ahora en la víspera, empiezo a sacar conclusiones. Nos queda demasiado lejos aquel 4 de Diciembre del 77. Hace 35 años de aquello y un gran puñado de cosas han cambiado.
Al parecer tantas, que no se palpa en Andalucía un estímulo popular para la movilización ciudadana, para pronunciarnos, para hacer nuestros unos derechos, y también unos principios y unos valores de los que en realidad deberíamos apropiarnos como imprescindibles.
Pero no, a lo más que llegamos es a hacer unos clicks, a subir unas fotos, a sumarnos con un me gusta a las iniciativas cibernéticas que salen como setas. Parapetados detrás del teclado, junto a la pantalla y el suave ventilador de la CPU, tranquilizamos y amuermamos nuestra conciencia, sin tan siquiera atrevernos a mirar por la ventana junto a nosotros que nos enseña una realidad cotidiana que ha cogido complejo de cangrejo.
Desprestigiar y hacer de la clase política el acerico diario del café es lo más sencillo cuando ni siquiera se ha probado su sabor, cuando a lo más lejos que hemos llegado ha sido a toparnos con una manifestación en la que intentábamos averiguar de qué se irían quejando esos, cuando nuestra opinión de lo que pasa, está forjada semana a semana por nuestro columnista de prensa preferido y exclusivo.
Hace 35 años el pueblo andaluz hizo oír su voz y se convirtió en ejemplo para el mundo, y ojo, también para posteriores generaciones. Sintamos hoy al menos la inquietud de conocer con algo más de profundidad que hizo que se produjeran las movilizaciones más importantes de toda la historia, averigüemos que era lo que no tenían y qué era lo que reclamaban, porque lo hacían para ellos, y también para nosotros.
Es necesario hacer camino cada día, otros lo hicieron antes que nosotros y consiguieron avanzar un gran trecho, con esfuerzos y penurias que para ellos quedaron y de los que las hemerotecas solo ofrecen una pincelada. Ahora nos toca a nosotros, por los que vienen detrás, por nosotros mismos. Y tal como ahora vienen dadas, no avanzar es lo mismo que retroceder.
Andalucía necesita de su sociedad civil, ahora, como siempre, ahora, como nunca.