Kechu Aramburu
El odio es la cólera de los débiles, decía Alphonse Daudet. En el mundo de los depredadores no existen las causalidades, en el hostil terreno “del todo vale” para destruir al adversario, y arañar votos del rencor, acompasados de esa desmesura enfermiza de llenar las urnas a cualquier precio. Ahí nos encontramos a personajes como Tejerina, y familiares políticos, con la comparsa de las amargas naranjas, humillando y, vilipendiando, no ya a Andalucía, sino a las andaluzas y los andaluces, y de manera indecente a sus docentes y alumnado.
El racimo de bombas dialécticas lanzadado en estas últimas horas, por la antigua ministra de agricultura del Gobierno de Rajoy, diciendo “que nuestros niños y niñas en Andalucía, tienen un desfase de dos años con respecto a Castilla y León”. Siento decir que la respuesta es demoledora, acaba de clasificar a todo el alumnado andaluz como de NEE (necesidades educativas especiales), es decir que padecen “un desfase curricular de dos años ”según la ley española de educación de 1990 (LOGSE), y posteriormente, recogido la ley española de educación de 1990 LOMCE 8/2013 de 9 de diciembre, y deben por lo tanto no ser atendidos exclusivamente por docentes, de las diferentes disciplinas de matemáticas o leguas, sino principalmente por maestros terapeutas especialistas en NEE.
Siento decir que la respuesta es demoledora, acaba de clasificar a todo el alumnado andaluz como de NEE (necesidades educativas especiales), es decir que padecen “un desfase curricular de dos años ”según la ley española.
Tejerina, decía Lord Byron que, “el odio es la demencia del corazón”, y usted ha intentado lanzar un misil conceptual, y se le ha ido tanto el principio de respeto y del desconocimiento, que ha terminado dando, además de todo los demás, una bofetada de guante blanco como las que utilizan ellos, para desautorizarnos y llamarnos ineptos a los maestros y maestras que se dejan la familia, el tiempo y la vida, para que nuestros niños y niñas sean solventes en todas las competencias básicas, y no solo competitivos, en esa lucha descarnizada por la igualdad en el marco de la diversidad.
En Andalucía no utilizamos en la enseñanza pública la memoria a secas, de “la lista de los reyes godos”, nuestro alumnado trabaja por “proyectos vinculados a puntos de interés de la realidad”, con un ejercicio compartido de compromiso inigualable, nuestras evaluaciones no son sólo por resultados, también por procesos, y les garantizamos que salen adelante por excelentes, pero también por grandísimas personas, porque nos embarcamos en enseñar valores, en construir ciudadanía, por lo cual para aquellos que tenemos la vocación de dedicarnos al apasionante mundo de la enseñanza, que nos desautoricen con saña, quien no ha pisado un aula, y escupan por un puñados de votos, nos hace tomar nota.
Si han decidido hacer ese tipo de contienda letal, sería recomendable que salven a la población civil, que ya está bastante tocada por recortes y demás políticas depredadoras, e indignada por tanta afrenta, además si continúan así, la desafección puede ser tan alarmante, que termine por deslegitimar sus políticas y sus papeletas. Y entonces deberán pagar la factura del debilitamiento de la democracia, y tendrán saldo económico, pero no la autoridad de quienes labramos cada día desde todos los frentes esta tierra, para sacar adelante lo mejor de sus gentes. Porque Tejerina…“Cuando su odio es demasiado profundo, la coloca por debajo de aquellos a quienes odia” decía François de La Rochefoucauld.