Rafa Rodríguez
Las causas de la crisis de la Unión Europea
La crisis que el actual diseño institucional de la estructura de la Unión Europea ha provocado tanto en muchos de los estados miembros como en la propia Unión tiene tres causas fundamentales que se han implementado entre si:
- La situación de desigualdad económica de origen entre los estados que forman parte del Euro.
- La desconexión del Euro con la gobernanza democrática.
- Los efectos de la crisis global.
A) Un contexto partida: la desigualdad entre los estados de la zona euro
El punto de partida de la situación de los estados que forman la zona euro era la desigualdad económica sobre todo en el tejido industrial y en la composición de la Balanza de Pagos, lo que presentaba una realidad muy polarizada entre los estados del norte, industrializados y con una balanza comercial excedentaria y los estados del sur, poco industrializados y con una balanza comercial deficitaria. Ya Krugman había previsto que la moneda única sin conexión institucional democrática, al intensificar los intercambios internos pero carecer de políticas económicas correctoras, iba a aumentar la especialización industrial porque las industrias se concentran en los territorios que parten de ventajas comparativas endógenas. Sin embargo, los gobiernos de la Unión Europea aceptaron el criterio de Kenen que pronosticaba lo contrario: que economías diversificadas industriales por el solo hecho de compartir una moneda común iban a converger y a equilibrarse.
B) La desconexión del Euro con la gobernanza democrática
Cuando se proyecta y se crea la zona euro, los dogmas neoliberales son hegemónicos entre los gobiernos de los estados europeos que aprobaron en 1.989 el Plan Delors que no consideraba necesario organizar federalmente, al mismo tiempo, a la Unión Europea para que la moneda común (que tiene una naturaleza federal) pudiese estar conectar directamente con una institución democrática dotada de cosoberanía (federal).
El sistema monetario europeo en vez de formar un sistema coherente está compartimentado en tres niveles políticos y económicos sin relación orgánica entre ellos:
- Los estado miembros. Tienen la soberanía formal, las instituciones elegidas democráticamente (gobierno, parlamento), el sistema fiscal y presupuestario y la emisión de la deuda pública. No tienen moneda propia (por lo que no pueden ajustar su competitividad mediante devaluaciones o revaluaciones) ni un banco central que ejerza como tal (los bancos centrales de los estados tienen unas funciones muy limitadas).
- La Unión Europea. El conjunto de la UE (formado por los 19 estados de la zona Euro + 8 estado que no forman parte del Euro) es en realidad un conglomerado heterogéneo de estados, un espacio de libre de circulación de mercancías, personas y capitales con una débil estructura de gobernanza política porque, aunque tienen instituciones políticas comunes (Parlamento, Consejo, Comisión, Tribunal de Justicia), éstas carecen de legitimidad democrática directa o cuando una de sus instituciones la tiene (el parlamento europeo) lo es solo nominalmente porque está privada de las funciones de un verdadero parlamento (potestad legislativa y legitimación del ejecutivo). Además, los órganos ejecutivos (Consejo, Comisión) están institucionalmente paralizados por la regla de la unanimidad, lo que acentúa la crisis actual (levantamiento de muros interiores, la ausencia de una política exterior común o la quiebra de los principios básicos de los derechos humanos como en el tratamiento a las personas refugiadas).
- La zona euro, formada por 19 estados, constituye un espacio monetario de naturaleza federal, con el Banco Central Europeo (BCE) al frente, que comparte una moneda pero carece de instituciones políticas comunes.
Para que exista una moneda completa tiene que formar parte de un sistema con vínculos orgánicos entre los elementos básicos que lo componen. Analicemos brevemente los 6 principales elementos de un sistema monetario:
1. Una estructura política con soberanía y legitimidad democrática
La cúspide del sistema lo constituye una estructura política con soberanía y legitimidad democrática con un gobierno común que toma decisiones estratégicas sobre la política económica y monetaria. Sin gobernanza democrática no hay sistema monetario completo y efectivo. El Euro necesita un federalismo mínimo. La Unión Europea es una estructura institucional incoherente: no tiene un gobierno federal aunque es muy exigente con las políticas económicas de los estados miembros y la propia normativa europea prevale prevalece sobre la legislación de los estados miembros. Al mismo tiempo, la permisividad con la existencia de paraísos fiscales en la Unión Europea y el funcionamiento de la City como la gran plataforma offshore para eludir lel pago de impuestos por parte de las multinacionales hacen aún más inviable la cohesión económica del espacio europeo.
2. La moneda es un bien público
La moneda es un bien público, un vínculo social y una potestad derivada de la soberanía por lo que no puede haber desconexión entre política monetaria y las instituciones democráticas. La moneda debe ser una expresión directa de una institución de naturaleza estatal. Una moneda federal, como es el Euro, tiene que tener un vínculo orgánico con una estructura federal. No puede funcionar una moneda federal en un contexto institucional exclusivamente intergubernamental (no federal). Con el actual diseño del Euro no existe en realidad una moneda europea porque no existe en sistema monetario común sino una unión monetaria de tipos de cambio fijos.
3. El sistema fiscal y los presupuestos públicos
El estado, dotado de legitimidad democrática aprueba presupuestos públicos integrados, por una parte, por los ingresos que le proporciona el sistema fiscal y por otro, por los gastos públicos con los que asegura el funcionamiento del conjunto de la sociedad. El presupuesto garantiza la deuda pública al respaldarla con sus ingresos y comprometer el pago de los servicios de la deuda al consignarlos en las correspondientes partidas de gasto. A su vez el sistema fiscal garantiza la estabilidad de los ingresos públicos. Sin embargo en la zona euro el sistema fiscal y los presupuestos son de cada uno de los estados.
4. El Banco Central debe estar dotado de facultades soberanas derivadas
El banco central deber tener como objetivo la estabilidad financiera, conectando la producción y la oferta monetaria con el gobierno democrático. A su vez el estado es el garante último del capital del Banco Central. Por eso el Banco Central Europeo es una institución diferente de los demás bancos centrales. Tiene una naturaleza federal porque le da soporte a una moneda común pero no está conectado a un gobierno federal por la sencilla razón de que este no existe. Por ello, a diferencia por ejemplo del Bundesbank, no es soberano aunque tienda a funcionar como tal. El objetivo que tiene asignado el BCE es exclusivamente el objetivo de inflación (definido mediante un índice estadístico convencional que excluye a todos los activos, también los inmobiliarios) para mantener la neutralidad de la moneda con respecto al nivel general de precios para lo que se utiliza el instrumento de los tipos de interés de referencia porque los dogmas neoliberales sostenían que era posible aislar los objetivos de inflación de los demás objetivos de la política monetaria.
5. La deuda pública cumple una función central para el sistema financiero y monetario
La deuda pública es una transferencia intergeneracional que establece la cohesión de la sociedad en el tiempo. La moneda regula el movimiento de las deudas y ella misma tiene la naturaleza de deuda última, reconocida y aceptada por todos. No puede haber separación entre la política monetaria (euro) y la defensa de las deudas públicas (nacionales).
El tratado de Maastrtricht prohíbe que el BCE emita o compre deuda pública de los estados miembros aunque el Banco Central es el prestamista en última instancia del sistema financiero cuyo eje es la deuda pública. Al romperse los eslabones de esta cadena el estado no puede proteger a la deuda pública de la quiebra.
6. Los mercados financieros
Los títulos de deuda pública juegan el papel de activos sin riesgo y son la condición para una estructura ordenada y sin riesgos en los mercados de activos financieros.
En la zona euro la moneda común está aislada de las deudas las deudas públicas nacionales que, a su vez carecen de moneda, por lo que solo están conectada a los mercados financieros y expuestas a sus dinámicas especulativas.
C) Llega la crisis
En un contexto de desigualdad económica e industrial parte de los estados de la UE adoptaron la moneda común desconectada de un sistema político democrático y en este escenario estalló la crisis de la globalización desencadenando una espiral perversa que ha provocado efectos opuestos a los que perseguía la creación del Euro.