Antonio Aguilera / Los sondeos y las encuestas resultan proféticas o papel mojado según el interés del que las interprete. Cuando no te afectan directamente, el análisis y la lectura resulta más enriquecedora. La última, para mi es vital, de ella se extrae una conclusión que se percibe cada día al intercambiar pareceres con amigos y conocidos. El ciudadano español está hasta las narices del actual modelo partitocrático en la política.
No es cierto, como algunos quieren hacernos creer, que se haya renunciado a la política, al contrario está más presente que nunca. El que no estuvo interesado hace un par de años, desde allá hasta acá se ha visto forzado a formarse una opinión política. Ha comprobado que este tema afecta a su día a día y casi por una cuestión de supervivencia económica y social ha tenido que enterarse de muchos entresijos que afectan a la dinámica democrática de este país. Formarse una opinión y un cierto posicionamiento político es hoy imprescindible.
El interés político se encuentra a cada paso en las conversaciones, en las redes sociales, en las implicaciones de las reivindicaciones sociales, en los emergentes movimientos ciudadanos. La sociedad activa, trabajando y movilizándose por un modelo de vida es política en estado puro.
Y quizás, precisamente por eso, el descontento hacia el actual esquema en el que se desarrolla la política está produciendo más rechazo que nunca. El dato es demoledor. En estos momentos estamos en el mayor índice de abstención de la historia reciente de España. Ante la pregunta de ¿irá a votar?, el 47,2% de las respuesta fue negativa. Hace apenas 10 meses, en noviembre pasado la misma respuesta fue del 31,1%. Ha subido 16 puntos.
Si, casi la mitad de los ciudadanos, ante unas eventuales elecciones no se acercarían a las urnas. Aparte del demencial resultado electoral que eso podría aparejar con las normas actuales vigentes, la lectura es clara, la total falta de confianza de los ciudadanos ante lo que, cualquiera de las opciones políticas podrían hacer para mejorar la situación de este país.
Resulta muy triste la falta de implicación, la falta de interés en la participación de manera activa en la política con el derecho y deber fundamental del voto. Algunos pueden estar frotándose las manos ante la idea de que los ciudadanos se queden en casa. Y no pretendo hacer una interpretación maquiavélica de las recientes declaraciones del presidente, sólo recordaré que la abstención con la actual ley electoral favorece a los partidos más votados.
Y sin embargo, lo importante sigue siendo la participación en la vida pública y política de todos. La movilización puede tener muchas formas y momentos y, a veces puede consistir en enriquecer nuestras fuentes de información: no leamos siempre el mismo periódico, no escuchemos la misma radio, no pongamos siempre el mismo canal, es una receta fantástica para mejorar nuestra perspectiva de lo que está ocurriendo. Escuchemos ideas, propuestas y busquemos la que más pueda identificarse con nosotros mismos. Solo desde la pluralidad y el enriquecimiento puede optarse a lo más adecuado.
Y dimensionemos nuestro posicionamiento en el ámbito geográfico, en el social, en el económico, en el educativo, en el ámbito de lo que consideremos derechos y deberes fundamentales. Se acercan de manera rápida tres convocatorias electorales en España que van a colocar el debate político en ese plano. Es el momento de tomar conciencia de la situación para evitar que acabemos influenciados de manera rápida por unas contundentes imágenes televisivas o unas explosivas declaraciones de alguien al que tacharán rápidamente de radical o revolucionario.
Al forjarnos una idea clara de la situación ganamos en libertad individual y colectiva. Con ella bien sujeta en la mano podremos optar de manera más clara por nuestra forma de movilización, por las causas que consideremos imprescindibles defender, por los momentos en que necesitemos echarnos a la calle o quedarnos en casa.
Es el momento. Además de las convocatorias en Galicia, País Vasco y Cataluña, se acerca otra fecha importante en el cuarto territorio histórico español, Andalucía, es la fecha del 4D. Es hora para que vayas decidiendo que vas a hacer ese día, pero también el 5D, 6D….
Este artículo de opinión aborda el análisis de las últimas encuestas electorales y la tendencia que van señalando y que parece ser obvia, esto es, la del desmoronamiento del actual modelo de representación política. Resalto como significativo que los llamados a votar representen al 75% de la población, de este 75% casi la mitad se va a abstener en las próximas elecciones generales; y que de ese 50% del total de la población que vota (descontando abstenciones y personas sin derecho a votar), una tercera parte (el 16% de la población) será la que decida el gobierno.
Ante esta contundente realidad, la del fin del modelo partitocrático de representación -y con él la poliarquía como forma de Estado y de gobierno-, ha llegado la hora de prestar atención a los ciudadanos y permitir el empoderamiento de estos restableciendo sus derechos democráticos. La primavera ciudadana debe, por tanto, de comenzar.
Mientras el PPSOE y las partitocracias se hunden, la primavera ciudadana nace con fuerza
http://javiercasoiglesias.blogspot.com.es/2012/09/mientras-el-ppsoe-y-las-partitocracias.html