1. ¿Está de acuerdo con la idea de que la vista de las penas de los condenados en el infierno incrementa la felicidad de los beatos en el cielo, según argumenta el suplemento de la Suma teológica atribuido a un discípulo de Tomás de Aquino?
2. ¿Cree que san Agustín erró al argumentar que el poder temporal debía perseguir y suprimir a los herejes? ¿Cree, como los autores de la Enciclopedia católica, que la tolerancia religiosa es meramente un efecto de la debilidad de la iglesia?
3. ¿Está todavía de acuerdo con el criterio del cardenal Roberto Bellarmino, defendido durante la controversia galileana, según el cual «sobre las obras de Dios no debemos conjeturar más que cuando está permitido»? ¿Hasta dónde le está permitido «conjeturar» a la ciencia profana?
4. ¿Cree como Dante que Sócrates está quemándose en el infierno?
5. ¿Sigue estando de acuerdo con la recomendación de su antecesor Juan XXIII de mantener en secreto los casos de abusos sexuales dentro de la iglesia católica? ¿Sigue creyendo que la Santa Sede, y no los tribunales seculares, deben mantener una «competencia exclusiva» sobre estos delitos?