61 inmigrantes africanos (etíopes, nigerianos, eritreos, sudaneses y ghaneses), entre los que había una veintena de mujeres y dos niños, han muerto de hambre y sed en el mar, abandonados a su suerte, después de permanecer a la deriva durante más de 16 días, cuando intentaban llegar a Lampedusa desde Trípoli.
Según recoge el diario británico The Guardian, que ha iniciado una investigación sobre el caso, los inmigrantes habían salido de Trípoli el 25 de marzo. 18 horas después su embarcación empezó a perder combustible y comenzaron a navegar a la deriva. Gracias a un teléfono contactaron con un sacerdote eritreo en Roma, el padre Moses Zerai, que dirige la organización para los derechos de los refugiados Habeshia, que alertó a las autoridades italianas y a guardia costera italiana. Le prometieron ayuda pero no se movilizó para ayudarles.
Aviones europeos y de la OTAN contactaron visualmente con ellos, los sobrevolaron e incluso un helicóptero les hizo llegar algunas botellas de agua y algo de comida y dijo que alguien vendría a rescatarles pero nadie se hizo cargo de ellos. El agua y la comida quedó racionada y reservada para los niños, que fueron alimentados incluso cuando sus padres ya habían muerto de hambre y sed; pero el tiempo pasaba y nadie venía con la ayuda prometida. Los niños murieron a los pocos días.
«Cada mañana, al despertarnos, encontrábamos más cadáveres, que dejábamos a bordo veinticuatro horas antes de arrojarlos al mar», relató al periódico Abu Kurke, uno de los supervivientes.
Después del helicóptero que, según The Guardian, ningún país ha reconocido haber enviado, sobre el 29 ó el 30 de marzo llegaron dos aviones desde un portaaviones de la OTAN que realizaba maniobras cerca de la embarcación, probablemente el barco francés Charles de Gaulle, aunque Francia, en principio lo negó y luego ha guardado silencio. Los aviones sobrevolaron la embarcación, pero se fueron.
A partir de ahí no volvieron a contactar con nadie y los inmigrantes quedaron abandonados a su suerte hasta que el 10 de abril, 11 supervivientes arribaron a las costa libia de Zlitan, cerca de Misrata. Dos de ellos murieron poco después, uno prácticamente al tocar tierra y otro en la cárcel, donde las fuerzas de Gadafi llevaron a los supervivientes y los mantuvieron encerrados durante 4 días.
El derecho marítimo internacional obliga a todos los buques, incluidos los militares, a atender las llamadas de socorro de los barcos que se encuentran en las proximidades y a prestar auxilio. Constituye un crimen que no puede quedar impune sólo porque se trataba de inmigrantes africanos.
El horror, el Horror, EL HORROR:
http://www.youtube.com/watch?v=hrnT3RD2h6I&feature=related
¡Qué prontito en Europa se olvida…? ¿Y si hubieran hecho con ellos lo mismo en el Atlántico antaño? No, en otras latitudes existe algo, aquí cada vez más desconocido, que se llama HUMANIDAD:
http://www.youtube.com/watch?v=m40mugpROWw&feature=related
Pero los más patéticos y esperpénticos -¿¡alguien lo duda!?- son los autodenominados «españoles» que van con los inmigrantes de RACISTAS y XENÓFOBOS. Decidme alguien, por favor, si no se merecen los de tan mezquino proceder que les escupan en la cara:
http://www.youtube.com/watch?v=UdcRtZJS28M&feature=related