Unos años después, el 25 de marzo de 1957, se firmaron en Roma los Tratados constitutivos de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM) y de la Comunidad Económica Europea (CEE o Mercado Común). Todo este proceso de integración europeo constituye un proceso gradual que debe abordar necesariamente la dimensión política, económica, y social, aunque tuvo su inicio exclusivamente con la liberalización del comercio y el diseño de políticas económicas comunes entre los países fundadores. Se trata de un movimiento de unidad que se ha ido generando y potenciando en el devenir más reciente de la historia del continente europeo.
Pero, anteriormente la historia de Europa había estado protagonizada por enfrentamientos bélicos para dilucidar cuestiones territoriales y de soberanía política en diferentes puntos del solar europeo. Después de la primera guerra mundial se abre un debate político e intelectual europeo sobre la conveniencia y necesidad de unir política y económicamente a los Estados Europeos, que se intensificó tras la segunda gran contienda bélica. No obstante, en pleno siglo XX se produjo otra gran división en Europa, la ideológica y económica: comunismo-capitalismo, con telón de acero incluido y bloques militares enfrentados (OTAN y Pacto de Varsovia), con cuestiones ideológicas y económicas de fondo.
Los Estados integrantes de las originarias Comunidades Europeas fueron Alemania, Francia, Italia, y los Estados del BENELUX (Bélgica, Holanda y Luxemburgo) . En enero de 1973 se produjo la primera adhesión de nuevos estados, con la incorporación de Dinamarca, Irlanda y Reino Unido. En 1981 se adhiere Grecia, en virtud del Tratado de Atenas de mayo de 1979. El Reino de España y la República de Portugal se unieron al club comunitario en enero de 1986, tras la firma del Tratado de Madrid y Lisboa de 12 de junio de 1985. En 1995 se configuró otra gran ampliación, con la incorporación de Austria, Finlandia y Suecia, decidiendo en referéndum los ciudadanos de Noruega no entrar en las Comunidades Europeas, al igual que hicieron en 1972.
Pero la gran ampliación territorial y política por el este de Europa estaba por llegar, con el reto de integrar los pueblos y Estados desarrollados tras el Muro de Berlín, bajo la influencia de la extinta Unión Soviética (URSS). La Unión Europea acogió a diez nuevos países en el año 2004: Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y República Checa. Y finalmente, en 2007 ingresaron Bulgaria y Rumania, con lo que se completaba la actual Unión Europea de 27 Estados. Como países candidatos figuran Turquía, Croacia, Moldavia, Ucrania o Montenegro.