Andres Perz.Público.20/03/2011.Mientras los líderes de los países que se han propuesto imponer la resolución de la ONU que pretende poner fin a la guerra del coronel Gadafi contra los insurgentes aún hablaban en una cumbre en París, estalló la guerra (así te hemos contado en directo los acontecimientos). La aviación francesa comenzó el bombardeo de posiciones del Ejército del dictador libio en Bengasi. Poco después comenzaron a llover misiles lanzados por tropas de Reino Unido y EEUU sobre otros objetivos en Trípoli y Misrata.
«Los más de 110 misiles de crucero Tomahawk lanzados desde barcos y submarinos estadounidenses alcanzaron más de 20 sistemas de defensa aérea integrados y otras instalaciones de defensa», afirmó el vicealmirante estadounidense Bill Gortney desde Washington.
En la operación, bautizada Odyssey Dawn (Odisea al amanecer), participan unos 25 barcos de guerra de la coalición de países que toman parte en la intervención que tiene como fin declarado proteger a la población civil de los ataques de las fuerzas leales a Gadafi.
Aviones franceses comenzaron los bombardeos durante la cumbre de París
Si Francia abrió la campaña, el mando de la operación fue asumido después por el Comando África de EEUU bajo el general Carter Ham. La intervención militar tendrá varias fases, informó Gortney en el Pentágono. Washington afirmó que los sistemas de defensa antiaérea de Gadafi han sido «casi desmatelados». El dictador había anunciado el viernes un alto el fuego «inmediato», pero ayer, sus fuerzas seguían atacando la ciudad de Bengasi, feudo de la oposición.
Francia inició ayer las tareas que se desprenden de la resolución 1793 de la ONU, que imponen una zona de exclusión aérea, un embargo de armas y el uso de «todos los medios» para proteger a la población civil. El inicio de las acciones militares francesas tuvo un fuerte contenido simbólico. A las 11 de la mañana -es decir, antes de la Cumbre de París para el Apoyo al Pueblo Libio, organizada por el presidente Nicolas Sarkozy con presencia de la UE, Estados Unidos, Canadá, España y varios países árabes-, 20 aviones, entre los cuales varios cazabombarderos, despegaban desde Francia con destino Libia.
Se trató de un ataque efectuado en los alrededores de Bengasi, en una zona de 150 km por 100 km, indicó el Ministerio de Defensa francés. La cadena Al Yazira hablaba de cuatro tanques destruidos, aunque esta información no fue confirmada por el Ministerio francés de Defensa.
«El Mediterráneo se ha convertido en un campo de batalla», dice Gadafi
La reacción del régimen fue inmediata. «Los cruzados están atacando a los civiles», indicó la televisión estatal libia. Horas después del ataque, Gadafi respondió en tono desafiante. «El Mediterráneo y el norte de África se han convertido en un verdadero campo de batalla», dijo el líder libio en una intervención por la noche. «Hay que abrir todos los arsenales y armar al pueblo con todo tipo de armas para que defiendan a Libia y a su honor», dijo.
Además de los aviones, dos fragatas francesas se encuentran frente a las costas libias y está previsto que hoy domingo salga el portaviones Charles De Gaulle hacia Libia desde el puerto de Toulon. París también dispone de unos 40 aviones Rafale, muchos de los cuales han sido posicionados en la base de Solenzara, en Córcega, que se va perfilando como la sede de la comandancia francesa para la operación.
Los portavoces militares francesas precisaron que a las tres de la tarde, dos patrullas de dos aviones Mirage salieron de sus bases para eventualmente «atacar objetivos militares» si se produjeran acciones contra la población civil. Y fue lo que pasó a las seis menos cuarto.
Miles de personas huyen de los combates en Bengasi hacia el este
A esa hora miles de personas huían de Bengasi, de 670.000 habitantes, hacia Tobruk, otra gran ciudad de la insurrección, y la frontera con Egipto. El ataque de las fuerzas de Gadadi arrancó a primeras horas de la mañana y, en las afueras de la Bengasi, ya eran largas las colas en las gasolineras.
Una familia de 13 mujeres, desde una abuela hasta niñas pequeños, descansaba en un hotel al lado de una carretera. «Estoy aquí porque cuando comenzó el bombardeo mis hijos empezaron a vomitar del miedo», dijo una de ellas a la agencia Reuters. «Lo único que quiero es llevar a mi familia a un lugar seguro y luego regresar a Bengasi a ayudar. Mi esposo todavía está allá».
Fuego amigo
Después de varias explosiones en Bengasi por la mañana, los rebeldes dijeron que se retiraban, pero más tarde se adjudicaron una victoria. «Nosotros, los revolucionarios, nos hicimos con cuatro tanques dentro de Bengasi. Las fuerzas rebeldes expulsaron a las fuerzas de Gadafi», dijo Nasr al Kikili, un abogado que trabaja para el centro de medios de comunicación de los rebeldes en Bengasi.
Una de las imágenes del día de ayer era la de un caza en llamas que se estrellaba en la ciudad. Tras atribuirse el ataque los insurrectos, éstos reconocieron que habían disparado contra uno de sus propios aviones.