Estrategia de Paralelo 36 Andalucía

 

No envejeció nuestra ideología sino su capa, el eufemismo. Nuestra renovación ideológica ha de consistir, principalmente, en ofrecer desde ahora nuestras aspiraciones al desnudo.

Blas Infante

Paralelo 36 Andalucía no es un partido político. No quiere ni puede ni debe serlo. Porque es otra cosa. Nació y morirá siendo un espacio de encuentro ideológico y de acción alternativa frente al marasmo intelectual, social y político en Andalucía. Y en su corto tiempo de vida, ya ha demostrado que es posible hallar una casa común donde convivan ciudadanos y organizaciones. Sin estructuras. Sin jerarquías. Sin militantes.

Paralelo 36 Andalucía somos quienes queremos estar aquí y ahora. Pensamos y lo decimos. Ya está. Unas veces estamos de acuerdo, y otras no. Pero a todos nos une el respeto a la diferencia como único mecanismo generador de una ideología propia por y para Andalucía en el marco globalizador. Desde el nacionalismo incluyente. Desde el ecologismo. Desde la izquierda crítica. Desde la democracia radical. Desde el republicanismo cívico. Desde el feminismo y el igualitarismo social. Desde la independencia intelectual.

Paralelo 36 Andalucía somos antisistema. O mejor dicho: apostamos por otro paradigma. Nuevo. Más allá del bipartidismo. Del capitalismo insensible y depredador. Y quizá por eso nuestra simple existencia sea por sí misma esencialmente revolucionaria. Son pocas las experiencias similares a Paralelo 36 en España. Es cierto que existen proyectos de coaliciones partidistas (la mayoría fabricados desde las tinieblas de los despachos y los hoteles) o movimientos ciudadanos con ciertas aspiraciones políticas (Equo, Espacio Plural). Pero no suelen coincidir en un mismo espacio creativo y activo políticos, expolíticos, no políticos, partidos y no partidos. A la luz pública. Sin aspiración electoral como tal proyecto político. Ese es nuestro único patrimonio. Y sólo tiene sentido si se conserva activamente. No como un tesoro escondido en una caja de caudales, sino como una explotación agrícola que debe ser sembrada, regada y recolectada continuamente. Por nosotros que sois vosotros. Todos los que quieran serlo.

Paralelo 36 Andalucía respira el mismo espíritu de la Junta Liberalista. Decía Infante en 1932 que “la Junta liberalista de Andalucía no es un cuerpo, sino un Espíritu. Carece de la objetividad permanente de los partidos políticos u organizaciones societarias. Como tal Espíritu, la Junta se organiza momentáneamente o de un modo pasajero para el instante de la acción. Una vez desarrollada ésta, sólo queda de ella la mera latencia espiritual. No tiene, pues, la Junta una continuada externidad corpórea. Carece de casa y Estatuto. Su hogar es el espíritu de cada liberalista. No teniendo “cuerpo” o extensión, la Junta Liberalista no excluye a partido alguno ni menos a cualquier organización sectaria. Los liberalistas pueden actuar desde aquella concentración partidista que mejor les cuadre. O desde ninguna. Para los efectos del Gobierno Civil, puesto que era necesario, los liberalistas hicieron un Reglamento de cinco artículos, en cumplimiento de la Ley de Asociaciones. Tuvieron que elegir cargos y hoy nadie se acuerda de quiénes son los ocupantes de estas prebendas”. A los solos efectos legales, Paralelo 36 también es el nombre de una asociación. Palabra. También tuvimos que hacerlo por necesidad y, al igual que aquella Junta Liberalista, ninguno de sus constituyentes sabría decir si ocupa cargo alguno.

En consecuencia, la única aspiración política de Paralelo 36 Andalucía no consiste en la búsqueda de un destino sino en el encuentro durante el viaje. Como decía Julio Cortázar en “Autopista del Sur”: andábamos sin buscarnos, pero sabíamos que andábamos para encontrarnos. Queremos andar sin ansia, sin prisa. Igual que los niños en la playa, jugaremos a caminar sobre las huellas que dibujen otros en la arena. Para que no se borren tan fácilmente. Y no nos importará que algunos se suelten de la mano durante un tiempo, ni siquiera que tomen un camino diferente. Porque estamos cansados de criminalizar al que se alista en otro sitio. Estamos hartos de despreciar al otro. Ya esta bien. Queremos fabricar un nosotros que nos permita viajar juntos por separado. Subidos a una misma idea. A una misma alma. Horizontal. Caleidoscópica. Y aceptaremos que cada uno sea quien quiera ser. Y que camine hasta dónde quiera llegar. Porque seguro que así terminemos encontrándonos.

Los dos grandes marcas políticas han conseguido unir a sus diferentes. El PP contiene en su seno a demócrata-cristianos, nacional-católicos, liberales, conservadores, abstencionistas, indecisos, descontentos… El PSOE incluye a los antiPP, feministas, ecologistas, socialistas moderados, indefinidos… Por el contrario, el andalucismo y la izquierda crítica andaluza han hecho de la diferencia un muro insalvable, convierrtiendo en cadáveres políticos tanto a los disidentes como a sus dirigentes sojuzgados con la lógica del fracaso electoral. Así no. Así es imposible. No podemos llenarnos la boca con el paradigma de Andalucía como la cultura del encuentro y demonizar a las primeras de cambio al primero que piensa lo contrario. De la misma manera, que el disidente no puede convertir su diferencia en un cocktail molotov intelectual e imborrable. Carece por completo de sentido que a ex-dirigentes de una y otra marcas se les perdone mediáticamente el terrorismo de Estado y las invasiones militares, y el andalucismo y la izquierda crítica siga persiguiendo a los suyos por errores de hace 30 años. Ya pasó. Intentemos construir y hagámoslo respetando a quienes hacen por los demás con nuestra misma ideología, aunque no la compartamos completamente. Mandemos los estereotipos a la basura. Y la envidia. Y empecemos a hablar bien de los que hacen más que nosotros. O simplemente, respetémoslos. 

Paralelo 36 Andalucía debe ser una metonimia. Un parte que permita el todo. Porque somos conscientes de la necesidad de una alternativa político-electoral en Andalucía que complemente la creación intelectual y la acción ciudadana libre desde Paralelo 36 Andalucía. En nuestra lista de aspiraciones legítimas siempre estuvo la formación de un tercero incluyente, más allá del gueto bipartidista, que se alimente de nuestras ideas y acciones. Una cooperativa política Verde, de Izquierda, Andalucista y Libre. Por eso redactamos un manifiesto por una Andalucía Verde y Libre. Pero lo que surja no será Paralelo 36. Será otra cosa. Algo nuevo. Distinto. Y fundamentalmente, será lo que sus integrantes quieran que sea. Lo que vosotros habéis escrito en vuestros comentarios. Esperanza. Y un puente entre lo público y lo privado, entre los ciudadanos y la política con mayúsculas. Paralelo 36 Andalucía será ese puente y la formación electoral que pueda surgir en un futuro, o las que ya existen, deberán transitar por él llevando nuestra bandera.  

Vuelvo a Infante. Hace casi un siglo que formuló la necesidad de aclarar la razón y alcance de la renovación de nuestra ideología: La táctica nueva implica novedad en cuanto al modo de formular los objetivos. Nosotros, inspirados por un criterio pragmatista, habíamos enjuiciado como esencial en los comienzos de nuestra empresa la acción política o de complot mediante la política para nuestro definitivo objeto de despertar o de hacer positiva en el ánimo de los andaluces la idea de afirmar substancialmente o de restaurar en todos los aspectos la personalidad cultural de Andalucía, con sus correspondientes fueros jurídicos, como individualidad creadora en la Sociedad de los pueblos libres. Y, claro está que si han variado las circunstancias del plano político en el cual se debatía, entonces, en nuestra actuación también ha de operarse un cambio correlativo con respecto a nuestra táctica. Este cambio, necesariamente, ha de manifestarse en una expresión diferente de nuestros objetivos o ideales. A la nueva disposición del pueblo, más apta hoy que ayer para la percepción y el goce de las esencias, habrá de corresponder en nosotros una actitud oferente de aquellas formas pletóricas de espíritu, articuladas en nuestro patrimonio ideológico.

Y en eso consiste Paralelo 36 Andalucía. Y esa es nuestra estrategia. Dejar claro que somos una casa abierta a quien desee entrar para opinar o apoyar las banderas políticas que icemos. Y unos firmarán una causa y otra no. Y otros las firmarán todas. Que más da. Lo importante es dejar claro que nuestra única intención es la de tender puentes que unan y no que separen. Y la mejor prueba de ello es la radiografía multicolor de sus fundadores, de quienes integran el consejo editorial, de quienes han firmado nuestro primer manifiesto, de quienes entran y comentan nuestras ideas, de quienes las hacen suyas, de quienes creen en Andalucía como nosotros creemos en ellos.