Los compromisos ocultos del gobierno con las grandes empresas eléctricas le obligan, una vez más, a compensar a éstas por la reducción de su cuota de mercado, debido al descenso del consumo y al desarrollo de las energías renovables. Estos 1.100 millones son más del doble de lo que se les entregaba hasta ahora por garantía de suministro, y hay que sumarlos a otros ingresos que vienen recibiendo, como las famosas ayudas al carbón.
En enero del año pasado, las empresas mineras recibieron la friolera de 100.000 euros por minero, pero en junio dejaron de pagar a los trabajadores para presionar al gobierno. Precisamente, con esta orden ministerial, Industria sigue la senda del cumplimiento escrupuloso de sus compromisos con Iberdrola, Endesa y Gas Natural-Fenosa, para que retirasen los pleitos que mantenían en los tribunales (el Supremo, la Audiencia Nacional y el Tribunal de la UE, en Luxemburgo) contra los Reales Decretos del gobierno que imponía a las empresas la producción obligatoria con carbón nacional a un precio regulado. Es decir, las eléctricas propietarias de las energías sucias reciben dinero dos veces por lo mismo, una porque sí y otra por protestar.
Mientras tanto, propone un Plan de Energías Renovables (PER) que recorta, una vez más, los cupos a las renovables respecto a los planes que el mismo gobierno había puesto en marcha. Como ejemplo, para las instalaciones fotovoltaicas sitúa la potencia a instalar a menos de 350 MW al año, 100 menos que los planes actuales; y para la eólica, 1.400MW, 300 menos que con la normativa actual.
A medida que las renovables han empezado a competir con las energías sucias, el gobierno, preso de las eléctricas, se ha plegado a sus demandas, produciendo un déficit de tarifa que es un producto más de su incompetencia
En enero del año pasado, las empresas mineras recibieron la friolera de 100.000 euros por minero, pero en junio dejaron de pagar a los trabajadores para presionar al gobierno.