20/06/2011.Más de uno se había hecho ilusiones que después de los incidentes de Cataluña y de algunos problemas en Sol, la marea democrática del 15-M se estaba agotando. Pues va a ser que no. Ayer, centenares de miles de personas, muchos más que el 15-M, han vuelto a ocupar las calles. Y esta vez lo han hecho contra la dictadura económica que supone el pacto del euro.
Gentes anónimas, voluntarias, sin más recursos que su propio trabajo e imaginación son capaces de movilizar mucho más que miles de sindicalista profesionales. Las manifestaciones fueron tan rabiosamente reivindicativas como alegres, tan irónicas como certeras. Botin (“vamos a por ti..”, ten cuidado) estuvo en el centro. Se ve que estos miles de manifestantes, a los que algún izquierdista de cartón piedra ha llamado ingenuos, saben bien donde está el poder .Y donde están sus lacayos (“Que no, que no no representan”). Pues que no cese: “A galopar, a galopar hasta enterrarlos en la mar”.
Algo está cambiando para bien de todos en nuestra tierra… ahora sale la gente en masa a impedir el desahucio de un vecino. No puede ser que a un joven que pagaba religiosamente le quiten su vivienda, la de su padre que le avaló y encima continúe con la deuda.
Hay que seguir defendiéndose de la manera inteligente que se está haciendo.