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Vuelven los 120 km/h, pero el peligro no ha pasado

duda

 

 GEES.Grup d’estudis en energia i sostenibilitat.11/07/2011.
La gráfica muestra cómo desde hace años el consumo es superior a la extracción de petróleo, mientras que las exportaciones netas descienden. Gráficos de mazamascience.com/OilExport/ según datos de BP 2010 

El pasado marzo se hizo efectiva la limitación transitoria de velocidad en autopistas y autovías hasta los 110 km/h. La medida tenía como objetivo ahorrar gasolina frente al alza del precio del petróleo, que en esos momentos reflejaba la incertidumbre de las revueltas populares en el norte de África y Oriente Medio. Recientemente, y con la excusa de que el precio del petróleo iba a caer, se ha suspendido la medida y el límite vuelve a ser de 120 km/h.

La dependencia energética española del exterior, y en particular la dependencia del petróleo suponen un pesado lastre para el equilibrio financiero español. En una entrevista en El País, Mariano Marzo, catedrático de recursos energéticos de la Universidad de Barcelona, explicaba cómo afecta a España el precio del petróleo:

Nuestra factura energética es una barbaridad, unos 25.000 millones de déficit en petróleo. En la OCDE la subida del crudo ha supuesto 700.000 millones extra en 2009 y 2010, lo mismo que costó el plan de rescate de la banca de Barack Obama. Los cinco países en los que la deuda externa creció más en esos años son los más dependientes del petróleo: Irlanda, Grecia, España, Portugal e Italia. En España, el 50% de la energía son derivados del petróleo, mientras que en la UE la media es del 37%. El Gobierno dice que cada 10% de aumento del precio nos cuesta 6.000 millones. Ojo, que eso equivale a todo el presupuesto de I+D. Son cantidades con enormes repercusiones en inflación, turismo…

En el momento en que se decidió acabar con la medida el barril de petróleo Brent, referencia más común en Europa, valía 105 $/barril. El pasado viernes el precio era de 118 $/barril, seis dólares más caro que el día en que se instauró la limitación de velocidad de 110 km/h. Es posible que la decisión de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) de poner en el mercado 2 millones de barriles diarios durante 30 días haya tenido que ver con la decisión. La disposición extraordinaria de la AIE fue tomada con el objetivo de calmar los mercados ante la imposibilidad de que el crudo libio siga fluyendo, y habiendo constatado que Arabia Saudí no ha querido o podido compensar esa pérdida.

Sin duda, el gobierno interpretó esa medida de la AIE como un balón de oxígeno. Se acerca la temporada estival con el tradicional aumento del tránsito de vehículos, el turismo es uno de los motores económicos del país, puede haber elecciones a la vuelta de la esquina y las limitaciones de velocidad no han sido nunca populares, etc, etc. El problema es que esa no es la única interpretación de la medida. La situación del mercado petrolero de los últimos años ha sido altamente inestable, y los precios muy volátiles. Ya en 2005 la AIE publicaba un informe titulado “Saving Oil in a Hurry”, un manual para afrontar interrupciones en el suministro de petróleo.

La Agencia consideraba en 2005 que además de las reservas de emergencia, que hoy ya se están utilizando, existen otras medidas (ver tabla ) para contener la demanda de petróleo en el transporte, que es más de la mitad del consumo petrolero en los países miembros de la AIE. Una de estas medidas es la reducción de la velocidad (aunque la AIE recomendaba los 90 km/h).

 

  Medidas Miles de barriles de ahorro diario Ahorro en combustible por carretera (%) Ahorro total en combustible (%)
Políticas de promoción del transporte público Reducción del precio de los billetes en un 50% 280 1,4 % 1,0%
Transporte público gratuito 563 2,8% 2,0%
Mayor frecuencia del transporte público en horas punta y valle. 188 0,9% 0,7%
Permitir operar VAO para autobús y coche las 24h. 17 0,1% 0,1%
Añadir carriles adicionales para autobuses las 24h. 34 0,2% 0,1%
Políticas para promover compartir coche Construir VAO a todas las autopistas, añadir aparcamientos “park and ride”, programas intensivos para encontrar itinerarios coincidentes. 1.240 6,2% 4,3%
Incremento del teletrabajo Pequeños programas para encontrar itinerarios coincidentes, información pública. 170 0,9% 0,6%
Información pública para los empleados sobre los beneficios del teletrabajo, pequeñas inversiones para facilitarlo. 170 0,9% 0,6%
Semana laborar comprimida 4/40 Información pública a los empleados sobre los beneficios de la semana laboral comprimida. 520 2,6% 1,8%
Prohibiciones de circulación y señalización Prohibición pares / impares, con control policial para el cumplimiento, información apropiada. 4.100 21% 14%
Prohibición de circular 1 día de cada 19, con control policial para el cumplimiento i señalización. 480 2,4% 1,7%
Límite de velocidad Reduce la velocidad hasta los 90 km/h con control policial para su cumplimiento, radares, información apropiada y señalización. 570 2,9% 2,0%
Campaña de ecoconducción Proporciona información pública y otras ayudas e incentivos para la ecoconducción. 370 5,0% 3,5%

La AIE determinó que las medidas más efectivas para disminuir el consumo del petróleo en el transporte, en caso de una crisis puntual son las más restrictivas, como las prohibiciones de la circulación. Es evidente que estas medidas se han de enfrentar a la resistencia de la opinión pública, que ya presenta resistencia incluso a medidas más blandas como la limitación de velocidad. Otras medidas, más dependientes de la buena voluntad de la población, producen ahorros más pequeños, pero su relación coste-efectividad es muy alta, como pasa por ejemplo con los cambios en los horarios de trabajo o con el teletrabajo. Por el contrario, las medidas con costes más grandes, especialmente si se trata de infraestructuras, no son rentables a la hora de conseguir ahorros en el consumo de combustible, atendido a su largo tiempo de implementación ante la una crisis repentina como es el objeto del informe.

En la situación actual, en la que no se descarta un deterioro importante del suministro petrolero (que solo podría ser compensado por una nueva recesión económica mundial), la peor medida es seguir ocultando la situación. El mercado del petróleo, con un cenit del petróleo barato ya en el retrovisor, está fuertemente presionado por el crecimiento de la demanda en los países en desarrollo, la falta de inversión y la geopolítica. Lo único que está disfrazando la situación es la bajada en el consumo en los países industrializados, pero la situación en Libia y el dudoso papel de Arabia Saudí no ofrecen muchas perspectivas de que el petróleo barato retorne en el futuro.

¿No debería ser una prioridad de los gobiernos informar a la población de manera que las medidas más efectivas y con un menor coste puedan ser implementadas sin temor a la demagogia electoralista?

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