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En Madrid, el PSOE, ha descubierto de buenas a primeras la inutilidad de las diputaciones provinciales. Esas que hasta hace cinco minutos eran imprescindibles y sin las cuales peligraba la arquitectura entera del Estado. Pues ya no valen. En realidad, posiblemente, no se trate de un descubrimiento súbito sino de una estrategia maquillada de comienzo de la demolición de parte de la administración pública.
En todo caso y sea lo sea, la crisis y el endeudamiento público están demostrando ser una fecunda fuente de hallazgos políticos para los socialistas. ZP ha descubierto, casi por revelación, las tesis neoliberales más duras sin por ello haber abandonado la lectura veraniega de la versión en comic de la vida y obra de Keynes, que seguramente le regaló el ministro Sebastian (el de las corbatas). Blanco, tan dado a la lírica atlántica, se da cuenta que banquero rima mejor con ratero que con emprendedor (que no rima nada). Rubalcaba, el astuto Rubalcaba, se ha percatado que no pasa nada si se suprimen esos grandes centros públicos de ocio, recreo y liberados que son las diputaciones provinciales. Y a Griñán, a Griñan ni “la madre de todas las crisis” le hace tener una idea nueva.
Pero si tuviéramos que seleccionar el más sugerente de estos hallazgos, sin lugar a duda que sería la propuesta de Rubalcaba. Las Diputaciones provinciales han sido y son el esqueleto básico del Estado centralista. Una forma de articulación del territorio que consiste en la desarticulación artificial de las comunidades naturales, históricas y sociales en beneficio de la centralización estatal. Nacen vinculadas al peculiar proyecto liberal español y se consolidan en la larga noche franquista.
Desde el andalucismo histórico se ha apostado siempre por la desaparición de las diputaciones y `por sus sustitución por las comarcas. A Andalucía la división provincial le ha resultado muy dañina en su configuración política, administrativa, económica y ecológica. La provincia, como auténtica “quinta columna“ del centralismo español, ha sido un factor de enfrentamiento y división entre los pueblos y ciudades andaluces.
Pero la desaparición de las diputaciones debe conllevar la desaparición de las provincias, si no se quiere que sea una medida falaz cuyo objetivo oculto, como hemos dicho, es simplemente adelgazar al Estado y no reformarlo. Abrir las puertas a las comarcas seria un sanísimo ejercicio de creatividad política en el contexto de una crisis provocada por la deslocalización y la globalización neoliberal. Una oportunidad para ensayar en el plano administrativo y territorial un nuevo modelo de desarrollo sostenible y endógeno.
El PP ha mostrado ya su oposición a tales propuestas. Para la derecha española lo que habría que suprimir son las comunidades autónomas. Rajoy y cierra España. Por su parte el gobierno de la Junta de Andalucía se coloca en la acera de enfrente y defiende la supervivencia de las diputaciones. La insoportable levedad del gobernó andaluz se hace cada día más pesada.
O HAY UNA RECCION MUY FIRME Y ORGANIZADA DE LA CIUDADANIA O LOS RUINES PEPERO$OCIATA$ ESTAN A PUNTO DE CONSUMAR SU TRAIDOR Y COBARDE «GOLPE DE ESTADO ULTRALIBERAL»…
REFERENDUM YA!!!
http://www.kaosenlared.net/noticia/referendum-sobre-propuesta-establecimiento-limite-constitucional-defic
Tras la debacle anunciada de los clerical$ociata$ en su 20N -fecha que les retrata-, se preparan estrategicamente para ver si contienen la hemorragia de votantes brutal en su cortijo-«sur».
Se han vuelto tan serviles de la tesis ultraliberales de la los tiburones especuladores y financieros, que están dispuestos a hacerles el TRABAJO SUCIO, en forma de liliputizar el Estado o erosionar, hasta el delirio fascista, derechos de los trabajadores conseguidos con sudor y sangre de siglos.
Como bien estudia el economista Vincent Navarro todos las «reformas» que están aplicando no sólo no han contenido la sangría del paro, sino que han conducido a la economía de mercado bajo mínimos. El cinismo de los banqueros alemanes ha llegado hasta tal punto, que calculando interesadamente que deberán acudir al «rescate» (el Deutschebank asfixia pero casi no estrangula), forzando a los Estados periféricos europeos a una tercermundialización en forma de empréstitos, ya olfatean el festín y la ministra alemana advierte que «se deberá avalar la deuda en oro». Aquellos judíos usureros de Dickens del tópico antisemita se comportaban con más clase que estos glotones cerdos teutones avarientos.
El cuerpo social debe reaccionar de modo inmediato o entre estos abyectos pepero$ociata$ estamos abocados al abismo de la miseria absoluta, Proponemos a quién quiera recoger la idea una campaña por la salida urgente del Euro y en paralelo un boicot total a todos los productos (coches, electrodomésticos, supermercados…) alemanes; por no hablar de hacer extensiva nuestra más enérgica indignación a los centenares de miles de alemanes afincados en el Estado.
Tras el éxito cosechado con sus maquinitas propagándisticas mediáticas, de rancia inspiración goebbeliana, en la falsa «crisis del pepino» la cual después de ser culpa suya incluso les ha engordado; ahora se han lanzado como los antiguos banqueros de los tiempos de los Austrias a desvalijar las finazas de Estados enteros, sin importarles el sufrimiento de millones de familias y el que niños europeos queden subalimentados.
La supresión de las Diputaciones, como la privatización de la Sanidad o la dinamitación del Estado social y democrático de Derecho, acercándonos al modelo yanqui o israelí de un clasismo faraónico, tan sólo anticipan lo que nos queda por ver. Un porvenir ominoso, aterrador.
¡No debemos consentirlo! ¡Sindicatos serviles o alemanes seniles profascistas, idos de cruceros por el Báltico y sumergiros para siempre bajo un iceberg, payasos! ¡No nos rendiremos! Pueblos en pie! VENCEREMOS!!!