Paralelo 36 Andalucia Espacio de pensamiento y acción política
15/09/2011.
Durante la segunda mitad del siglo XX, Europa fue una utopia de progreso, derechos humanos, cultura y democracia. Posiblemente, como ha dicho Krugmann, la mejor experiencia colectiva de la historia de la humanidad. En el franquismo Europa era, para los demócratas de los pueblos de España, tierra de asilo y modelo de vida; aires de libertad y provincia del bienestar.
Poco a poco, Estado a Estado la unión europea fue agrandándose desde la primitiva unión aduanera a una estructura confederal asimétrica. La entrada en vigor de la moneda única (Euro) fue la última “prueba del algodón” del europeismo, el Reino Unido se quedó fuera. Los enemigos atlánticos de la Unión Europea seguían activos y poderosos.
Desde los tiempos de la “revolución” conservadora de Reagan y Tatcher la constitución política de Europa estuvo en el punto de mira de “eje atlántico” y de sus colaboradores en el continente (véase, por ejemplo; Aznar, el del acento tejano). La tradicional estupidez del izquierdismo francés dio la puntilla a un proyecto de construcción europea, atufado de neoliberalismo si pero que suponía un paso adelante irreversible. Había que ver la euforia en USA y en Westminster y la incontrolable sonrisa de Blair, después del referéndum francés, para entender quién había podrido y quién había ganado aquella noche de mayo.
Se dijo que el aparcamiento del proyecto de constitución europea suponía la vuelta al modelo Niza. En realidad las cosas han sido mucho peores. La alternativa era el BCE y el acoso de los mercados a Grecia, a Portugal, a Irlanda, a Italia, a España.
El diseño actual de la UE es un diseño necesariamente fallido pues se trata de un modelo de confederación altamente asimétrico e imperfecto. Ninguna confederación política puede funcionar, ninguna ha funcionado nunca. Y las que han funcionado ha sido por que de confederación solo tienen el nombre como Suiza. En la confederación todos los estímulos están programados para favorecer y premiar las conductas insolidarias y gorronistas. No hay ningún incentivo para realizar esfuerzos en la formación de consensos o de amplias mayorías. Cualquiera puede desentenderse de los acuerdos de forma unilateral. El intento de cubrir estas fallas institucionales con estímulos económicos ha tocado fondo y ha demostrado que genera efectos perversos en unos y en otros, sembrando conductas oportunistas en los receptores y la desconfianza (no exenta de oportunismo también) en los emisores. El dinero nunca sustituye a la ley. La ausencia de cohesión institucional no puede ser cubierta por programas de ayudas económicas.
Lo que era una utopia, la construcción política de Europa como primera democracia cosmopolita del mundo, es ahora para todos y cada uno de los Estados miembros, incluido los del eje atlántico, una necesidad imperiosa de supervivencia. Pero esto no será posible si un salto hacia delante en la construcción política. Este salto implica varios niveles de actuación:
– Elaboración de un nuevo proyecto de constitución europea.
– Debate y aprobación de la constitución en un referéndum europeo único y celebrado en la misma fecha.
– Elección de un presidente de gobierno europeo nacido del parlamento europeo.
– Una legislación fiscal básica común.
– Una regla fiscal común
– Un sola moneda para todos sus miembros de la UE, eliminación en el plazo de un año de cualquier excepcionalidad monetaria (abandonar la política de “a la carta”).
– Emisión de deuda europea (eurobonos).
– Control parlamentario del BCE, nombramiento parlamentario del presidente y posibilidad de revocación.
– Una política única exterior y de defensa (calendario y hoja de ruta desaparición de los servicios exteriores y los ejercito nacionales).
Todas estas medidas estructurales tendrían su percha normativa en la nueva constitución europea. La construcción decidida de una Europa unida y democrática es la única salida institucional al abismo hacia el que nos aproximamos y que hasta alguien tan conservador en sus declaraciones, y en otras cosas más, como Felipe González ha advertido en esta semana. Los bárbaros , y no precisamente de los que hablara Kavafis, están a las puertas de Atenas…
Los bárbaros ya han destruído a los campesinos del Peloponeso -o la Campiña- que celebraban sus dionisíacas fiestas a la luz de la luna; los arruinados pastores de Tesalia -o de la Alpujarra- no danzan junto a sus chotillos asados; los comerciantes del Atica -o de Málaga- languidecen dejándose morir en sus aposentos sombríos…
Desde hace más de treinta años llevan despreciando la milenaria identidad griega -o andaluza-, ensoberbecidos por ser los fieles perros de su despótico amo alienador, amedrentando al Pueblo.
Y llega al fin el día anhelado en el que como una nueva Victoria de Samotracia, una renacida Mariana Pineda nos devuelve siquiera un instante, en medio de tanta corrupción y miseria, la Esperanza.
Admirada heroína de los niños sin pan, de tantas familias condenadas por la hipocresía avarienta clerical-$ociata y sus EREs criminales, amada jueza que haces postrarse al arrogante patán ensoberbecido, al soberbio estafador ruín de la ciudadanía indefensa.
Jueza Mercedes Alaya, Palas Atenea de invencible Dignidad… ¡alza a la Justicia lejos del lodazal de los usurpadores miserables comandados por el vergonzante bárbaro madrileño Griñán!
¡VIVA ANDALUSIA LIBRE!
Europa es el espectro de la muerte. Unos dicen que el origen de su nombre lo debe a una ninfa fenicia violada por Zeus. Aunque tal vez del vocablo Erebo, la Obscuridad primordial aterradora, derive su nombre, maldito para los foráneos hijos que son explotados, de modo inmisericorde, por sus brutales moradores.
Cada vez que este subcontinente de Asia ha tratado de articular un imperio unificado, centralizado, esclavitudes monstruosas se han desatado sin freno: desde el imperio de los mil años romano al aborto de los doce hitleriano; desde las guillotinas de Napoleón al jacobinismo chovinista de Sarkozy; desde las inquisiciones de Karl I de españa a Angela Merkel y su «grosser koalitzion» totalitaria.
Cuando la depresión económica se enseñorea, los espíritus débiles aguardan un líder mesiánico para la «construcción de Europa», soñando en sus delirios con que si el burro es grande así dejará de ser menos burro. Pero como andaluces si sólo fiamos nuestras posibilidades a Europa estamos condenados a ser una excrecencia -marca Schengen- al «sur».
Mas no debemos tener miedo, como aquellos «bárbaros» de Kavafis jamás representarán su ferocidad ante nuestras puertas. LLevan ya aquí ejerciendo impunemente su barbarie depredadora desde hace más de quinientos años. Vemos tan natural su canibalismo capitalista, con los colmillos y las garras ensangrentados, que como los condenados de la caverna platónica, no podemos concebir otra realidad.
El único problema que deja a los amos sin careta reside en los traslados forzosos de las poblaciones enteras que van condenando a la miseria. Aunque tras tantas emigraciones, exilios y deportaciones, con lavados de cerebro mediáticos masivos, casi no lo vamos a notar una vez más…
http://www.youtube.com/watch?v=S5OMqRBOdy4
http://www.youtube.com/watch?v=1SkIJKQU51M
http://www.youtube.com/watch?v=X-YNaLyaSjU
Sí, Europa ha decidido que quiere «blanquearse», níveos huesos de sepulcros encalados…. Mas nuestro destino andalusí de Hombres libres es el de la Madre Tierra, hijos de Oriente y Occidente, atlántico-mediterráneos, euroafricanos, euroamericanos y euroasiáticos, como ya nos señalara Blas Infante. ¿Adónde iremos ahora, amado padre de Coria, pasando las mismas fatiguitas disimulás de siempre, sin Justicia y sin Libertad…?