21/10/2011.
¡Ojala sea verdad¡ ETA ha anunciado que pone fin al uso político de la violencia y el terror. No hay porque agradecerles que dejen de matar. Si hay que alegrase por esta victoria de la democracia y de la paz. ETA no se va, sino que ha sido expulsada del escenario político por la sociedad vasca. Lo que hoy vemos y celebramos no es sino el reflejo de algo que ocurrió hace ya muchos años: la derrota política de ETA. Esa derrota se fraguo cuando ETA no aceptó la realidad, débil e imperfeta, de una democracia que muerto el dictador daba sus primeros pasos. El día que ETA decidió seguir con la lucha armada contra el Estado democrático español; ETA firmó su derrota.
Entre medio, cuanto sufrimiento y dolor tan inútil como cruel. El espantapájaro criminal de ETA ha sido usado permanentemente por el autoritarismo y el centralismo más cerril. Su nombre ha envenenado los sueños de la democracia durante décadas. El nacionalismo vasco y la izquierda abertzale deben de enterrar con ETA, no sólo a la violencia asesina , sino también el totalitarismo etnicista que abastecía sentimental e ideológicamente al terror.
Decia Telesforo Monzón que ETA nació ya sobre un chraco de sangre. Cierto. Pero lo que no dijo Monzón es que ETA trabajó denodadamente para que este charco fuera mucho más grande. Ojala todo eso haya acabado. Si es así, como esperamos y deseamos, ahora toca la política, la compasión, la generosidad. Pero los primeros que han de ser compasivos y generosos son los que han bañado de sangre el Estado español. Las victimas necesitan que las palabras contristas de sus verdugos sea escuchadas en el foro público y en el diálogo privado, para que entre todos podamos ir cerrando tantas heridas todavía abiertas en la memoria. Si ETA no reconoce la barbarie y el sufrimiento que generó, si no asume su nerome responsabilidad política en esta mascre, tendremos que dar la razón a aquellos que piensan que ETA convirtió al franquismo en su maestro moral.
Sí, adiós ETA y hola otra vez reforzada alta burguesía vasca depredadora de Andalucía, hola. ¡Qué felices se sienten ya sin «impuestos revolucionarios» ni petardazos que amenizaban sus nochecitas de Dom Perignon y caviar en sus jacuzzis en Neguri. Dos puntos separa el PIB de vascos y andaluces, un veinte por ciento de paro real menos allí que aquí. Descendientes de andaluces (o extremeños, manchegos o murcianos) han levantado la potencia industrial de Euskadi: basta con pasearse por la margen izquierda de Bilbao, por ejemplo. Nuestros productos, adquiridos a granel y manufactorados por ellos, junto con sus camaradas jerifaltes de catalunya y Madrid, les cebaran aun más a placer, mientras aquí sólo se benefician cuatro mindundis suyos.
Pues bien, escuchad alto y claro lo que os dice un pobre andalusí humilde y errante. Decidle a los señoritos peneuvistas y demás ralea que antes que «negociar» nada, deben acercarse con casi el mismo recogimiento que ante el Sagrado Arbol de Guernica, al Valle de Baztán, donde sus antepasados «juramentados» se dedicaron a purificar étnicamente Agotes, considerados malditos, no humanos. Al mismo tiempo judíos y musulmanes VASCOS -sí, kabrones- fueron entregados a la horca, el cuchillo o la pira inquisitorial. ¡Se notó que rean «bien nacidos» y «agradecidos» cuando olvidaron el repaso que le dimos los andalusíes a los francos en Roncesvalles,tras devastar Pamplona! Quedaría ya fijada por siempre esa frontera natural del Pirineo. ¡Quién sabe! Si no hubiese sido así tal vez habrían terminado como los sajones, deportados los que no masacrados y asimilados.
¿A ellos les ha importado alguna vez los andaluces como Pueblo histórico salvo para el expolio sistemático? Está muy bien lo de ir cada uno a su avío; pero después de habernos esquilmado y machacado, vuestros jerarcas que no cuenten con mis solidaridad. Si tenemos que «negociar» algo habrá de ser primero con los navarros. ¡Jamás nos dejarán prosperar, después de haber sido los sicarios de los españoles por su «colonia-sur»! Antes de que obren a su albur secesionista, escupiendo del Duero para abajo y abandonándonos a nuestra suerte, deberán encontrarnos con armas y bagajes, devolviéndoles los favores recibidos.
Y ya para terminar y dedicando esta entrada a más de un pardillo, quisiéramos agradecer al BBVA y sus media locales de Miranda para abajo, como ha financiado a los voceros más retógrados del nacionalcatolicismo, lo más rancio y casposo de la expaña-cañí, para que se notase el «hecho diferencial», desde hace décadas; como le ha dado igual a esos potentados «vasquistas» la ignorancia en la que nos han sumido, aliándose con un estado extranjero, el vaticano, para desculturizarnos, impidiéndonos un mínimo progreso y bienestar.
Muchas esperanzas se han levantado en Euskadi. Ahí seguirán, mientras no se perturbe EL ESTADO DE LOS NEGOCIOS. Centenares de miles de vascos, cansados de luchas de siglos, soñarán que un mundo más justo, más humano, es posible. Tal vez muchos desconozcan hasta donde llegan sus señoritos en su hipocresía y ambición sin límite. Hay cierta «paz» que es un clavo más en el ataúd del Pueblo de los olivos, postergado pero jamás vencido. Nosotros no hemos olvidado. Y allá, en lejano Norte, los escoceses tampoco:
http://www.youtube.com/watch?v=FbASdeAG6Ko
¡Magnífica editorial, Paco¡ doble mérito al ser una cuestión tan complicada y abordarla desde el hemisferio sur, abrazo