No he visto el debate, aunque he leído hoy los comentarios sobre el mismo. Ni siquiera he hecho un esfuerzo para no verlo. Como escribía Concha Caballero (¿quién nos ha robado el otoño?), ya han colocado el letrero de The end en la pantalla para estas elecciones. La tele impone la lógica del bipartidismo en el imaginario colectivo de la misma forma que la ley electoral lo impone en el recuento de papeletas. Si uno ha hecho una gestión tan desastrosa que sus resultados son 5 millones de parados, parece que todo indica que ahora le toca al “otro”. Rajoy no pretendía ganar a Rubalcaba (ya le había ganado) sino mostrarse como la única alternativa al fracasado gobierno del PSOE.
Pero esta vez no debería ser así porque, si el PSOE ha sido una calamidad por su desconocimiento de la naturaleza de la crisis (de principio a fin), el PP va a ser aún peor ya que en la incomprensión de lo que está ocurriendo (como en otras cosas) no son diferentes. Digamos la verdad porque no es bueno ocultar lo que ocurre aunque se nos acuse de pesimistas. La realidad es que la situación está muy mal y la esperanza todavía no se ve, porque la tiene que construir la ciudadanía y parece que todavía va a jugar la carta marcada del PP.
Estamos atenazados por un círculo vicioso. Con un 22% de paro en España y cerca de un 31% en Andalucía la situación es insostenible. Es necesario que las Administraciones impulsen la economía y garanticen los derechos sociales básicos. Pero las Administraciones Públicas en España están en bancarrota (va a ser difícil llegar incluso al objetivo de déficit este año, a pesar de deslizar mucho reconocimiento de obligaciones al año que viene) y como no se activa la economía van a peor porque crecen los gastos (más necesidades sociales y más intereses financieros de la deuda y disminuyen los ingresos por la atonía económica).
Nadie ha hecho aún las cuentas (o mejor dicho nadie lo ha dicho que las ha hecho) de la suma real de la deuda pública y privada, interna y externa de empresas, familias y Administraciones pero creo que no nos equivocaríamos mucho si dijéramos que pueden rondar los 3 billones de euros (la pública representaría “sólo” una cuarta parte del total). Por eso, el sistema bancario español, como intermediario financiero, está en el ojo del huracán ya que, por la propia situación de la economía española, además del ingente montante de la deuda hay mucho riesgo de impagos sobre todo del sector de la construcción, como acaba de poner de relieve tanto el INE como el Banco de España.
Tampoco es posible recurrir a más endeudamiento ni devaluar la moneda por nuestra pertenencia al euro que está sufriendo un ataque especulativo sin precedentes por su debilidad institucional. La Europa del euro, con el liderazgo unilateral de Merkell, ha optado por imponer una política fiscal restrictiva y dura como estrategia de defensa, pero esta política está provocando el hundimiento de los estados periféricos que no pueden reactivar su economía. Grecia va a ser el menor de los problemas si Italia y España no reciben ayuda europea para controlar su deriva, teniendo que modificar con urgencia la estructura institucional del euro, incorporando en la práctica una perspectiva federal europea.
Además, el contexto global es de máxima incertidumbre y riesgo. La inactividad del G-20 en su última reunión en Cannes ha sido una muy mala noticia. La falta de acuerdo entre los grandes estados solo barrunta la acentuación del deterioro de la situación, tanto económico – financiero como ambiental (y sus interrelaciones). Es el mecanismo central del sistema el que está en crisis y si no se actúa por parte de quines pueden operar en él (como el G-20) se permite que se encadenan múltiples disfunciones, lo que explica la aceleración de todo tipo de acontecimientos que nos asaltan desde el inicio de la crisis, sin margen para asimilarlos, generando una enorme sensación de inseguridad.
El PP carece de soluciones frente a esta situación. Las recetas liberales no solo son inútiles sino que además van a ser contraproducentes. Su único programa será intentar que el conflicto social y territorial no supere determinados límites y le va a costar mucho trabajo conseguirlo. El 15M sólo habrá sido el prólogo si continúa este nivel de paro y las prestaciones por desempleo dejan de cubrir al menos al 75% de los parados y si la representación nacionalista catalana en las Cortes Generales fuerza la máquina para obtener una financiación privilegiada, tal como parece que se proponen (ver la editorial de P36 “CIU, el privilegio como programa político” de 27/10/11), o si los nacionalistas vascos quieren romper la unidad de la caja de la Seguridad Social.
Sin embargo hay soluciones pero no estaban ayer en el debate, porque no se ha querido partir de la situación de emergencia que vivimos. Todos los políticos y las Administraciones tienen que asumir que ya no es posible seguir practicando la irresponsabilidad que ha contribuido a traernos a esta situación. Hay que establecer responsabilidades (incluso penales), controles y objetivos claros en la gestión pública, para no desperdiciar ni un euro y emplear todos los recursos para reactivar la economía en una perspectiva de transición hacia un modelo sustentable y garantizar los derechos sociales básicos. Es necesario un pacto federal que garantice el funcionamiento del estado de las autonomía avanzando hacia un federalismo mucho más sólido y el estado social. Y digo un mismo pacto porque estado de las autonomía y estado social, hoy, ya son la misma realidad. La legitimación de la existencia del estado español está en su función de cohesión social y territorial
Hay que pelear en Europa para cambiar la estrategia actual centrada exclusivamente en exigir a los estados periféricos el control del déficit como si se tratara exclusivamente de el problema de cada estado, incluyendo políticas de estímulo comunitarias selectivas pero suficientes para incentivar la economía y la creación de empleo en los estados en dificultades, basando la defensa del euro en su fortalecimiento institucional y en la democratización de la Unión Europea, para dotarla de la legitimidad que hoy necesita más que nunca.
La sociedad andaluza tiene que buscar en sus raíces culturales para encontrar toda la solidaridad y lucidez que necesita para hacer frente a un paro masivo que ya se está convirtiendo en estructural. Necesitamos convertir el 30% de paro que tenemos en el problema del estado número uno porque es el problema número uno del estado. Necesitamos un plan de empleo prioritario para Andalucía en la que se involucren todos los niveles institucionales, concebido como un paquete integral que incluya medidas de reforma estructural de la oferta y también políticas de demanda, fiscales y monetarias; que identifique los sacrificios y sus compensaciones y que sea refrendado por la ciudadanía. Tenemos que transformar nuestra dignidad en compromiso. Lo que está ocurriendo es muy grave y no hay red que asegure nada.
¿»Debate»? ¿¿¿¡¡¡»»»DEBATE»»»…!!!??? Hombre, Rafa, si consideráramos debate lo que hace por ejemplo el papa con sus feligreses endosándoles sus rosarios enlatados en radio maría, pues sí, será debate. Pero si nos vamos al diccionario de la lengua DEBATE significa: «Técnica de discusión entre dos o más personas que buscan alcanzar conclusiones o decisiones en un tema controvertido, que satisfagan a la mayoría de los participantes: para que un debate sea fructífero, se requiere la presencia de un moderador».
Todos hemos podido percibir (salvo los monicacos triperos del bipartidismo) que no se ha buscado alcanzar conclusiones o decisiones; en absoluto, cual modelos ambiciosas que pretenden promocionarse, los dos líderes de sus poltroneros secuaces han estado ocupados en cuestiones de imagen, retóricas de sofista y guiñar a sus fieles. Y si ya vamos a lo de la necesidad de un «moderador», el mero control de tiempos, el permitir que hagan caso omiso de la preguntas del otro despreciando a su interlocutor o haciendo oídos sordos a las cuestiones de su supuesto adversario, el consentir insultando a los estafados oyentes, que pacten previamente no tocar temas-tabú (corrupción, terrorismo, Democracia real, etc); toda esta basura jamás puede tolerarla un auténtico moderador sin convertirse en simplemente falsario o embaucador. Aunque resulta normal que en el autoritarismo imperante la mayoría de la gente no sepa que es realmente un DEBATE: cuánto menos las necesarias bases de la representación popular en su articulación social democrática.
Desde otro ángulo, Rafa, aprecio que instes en profundizar en nuestras raíces culturales para conocer cómo y porqué la barbarie nacionalista española nos sojuzga así, de modo tan ignominioso; aunque pienso que quizá hayas cometido un lapsus al afirmar que «el paro masivo ya se está convirtiendo en estructural». No, en ningún modo, el desempleo inducido por el colonialismo nacionalcatolicista lleva siendo estructural SIGLOS. Porque toda esa gentuza sin escrúpulos que nos tiraniza desprecia por completo un concepto fundamental: LA RACIONALIZACIÓN DE NUESTROS RECURSOS. A la mentalidad colonial o centralista no le interesa nada de eso. Si el desempleo, la pobreza o la sangría de la emigración nos devora y divide a las familias, a el amo nacionalcatolicista le da igual: su prioridades serán dilapidar una fábrica y sus obreros en una mala mano de cartas o pegar tiritos en un coto de caza de miles de hectáreas. Sin embargo, los despreciables responsables de nuestra miseria no son ellos, no nos equivoquemos; EL PODER SE OTORGA. Todos esos perros que les rien las gracias a sus señoritos de arribaspaña, las ruínes barraganas de los caprichos del jerifalte de turno: esos son nuestro peores enemigos, casi tanto como la araña negra vaticana que solapa esos crímenes atroces contra la Humanidad.
No conseguiremos zafarnos jamás de este terrorismo clericalfascista QUE NOS MACHACA, sin ante todo una LUCHA POR LA DIGNIDAD… La que hará de los andaluces SERES HUMANOS CON DERECHO A LA MEMORIA.
¡VIVA AL-ANDALUSIA INDEPENDIENTE Y REVOLUCIONARIA! VENCEREMOS!!!