20N: ¡vota a las distintas opciones de la izquierda andaluza¡

Hace cerca de tres años publicamos la primera editorial de P36, titulada “Un lugar de encuentro”. Desde entonces más de ciento treinta editoriales han ido labrando el territorio que compartimos. El próximo domingo se celebrarán unas elecciones singulares en donde la crisis que nos inunda ha tenido mayor protagonismo que la propia campaña electoral. No somos un partido político ni una alternativa electoral. De hecho varios miembros del Consejo de Redacción se presentan en estas elecciones por partidos distintos, pero nos une una idea de Andalucía, diversa y libre, enmarcada en España y en Europa, abierta al mundo, dueña de su destino, solidaria con su historia y constructora de su identidad.

Nos unen los referentes ideológicos que figuran en la barra superior de la revista: andalucismo, democracia, ecologismo, feminismo e izquierda. Pero tal como decíamos en nuestra primera editorial “no se trata de almacenar todos estos discursos en el saco de la confusión posmoderna sino de hacer el esfuerzo permanente de la convergencia ideológica que pueda darnos una visión unitaria de lo que ocurre, de los acontecimientos, de lo real en fin. Queremos volver a conectar el pensamiento y la acción social: queremos ayudar a reconstruir el puente entre ideología y realidad.”

Termina la legislatura de la crisis, de una crisis que no fue reconocida en la anterior campaña electoral, que luego se ha intentado minimizar como “otra crisis cíclica más” pero que ahora, justo ahora, se manifiesta ya con toda su intensidad arrasando gobiernos, desbastando instituciones, fragmentando la cohesión social y territorial e incluso vaciando de contenido a la propia democracia. Pero ante este verdadero crash la mayoría de la ciudadanía carece de relatos coherentes para comprender el alcance de lo que verdaderamente está ocurriendo y poder elegir con su voto un camino claro.

El estado español se encuentra en estas elecciones en una crisis sin parangón alguno con el pasado. El record hoy en la prima de riesgo de su deuda pública, sumada a la situación de Italia (y a la de Grecia) está poniendo contra las cuerdas al euro, a la Unión Europea y por extensión a la estabilidad monetaria internacional.

En un solo mes los tres grandes estados de la Europa del Mediterráneo norte van a cambiar de gobierno en medio de la sospecha de que quienes realmente los han elegido no ha sido la ciudadanía sino los gerentes del capitalismo financiero a los que se conocen con el anónimo nombre de “los mercados”.

En España, además, estamos asistiendo al fin del sistema bipartidista que había sido diseñado para llevar adelante el modelo desarrollista. El presidente Zapatero se había aferrado a la pervivencia de este modelo hasta negar la realidad y ha arrastrado al PSOE a un fracaso histórico porque su rol carece ya de funcionalidad social. El malabarismo de no presentarse y poner a un candidato de su propio gobierno, que ha intentando esconder su pertenencia al mismo e incluso al PSOE sin realizar autocrítica alguna, solo parece que va a servir para acentuar la derrota y el desprestigio de la política en general.

Mientras tanto, Andalucía, que ha visto como se hundía el modelo económico y social construido durante los últimos treinta años y que carece de un proyecto propio para sí y para el estado que sea ampliamente compartido, se ha situado como el territorio más vulnerable de la crisis alcanzando la mayor tasa de paro de toda la Unión Europea y de la OCDE.

Somos conciente de que estamos en un escenario muy complejo, en el que interactúan con una enorme confusión los planos locales y globales, fuerzas económicas ocultas con mucho poder y procedimientos democráticos, problemas inmediatos y problemas de largo alcance que sin embargo se están gestando en el presente y sobre todo una crisis que golpea en direcciones opuestas y que parece exigir, en apariencia, soluciones contradictorias.

Sin embargo, ante tanto retroceso en sus condiciones generales de vida, tanta incertidumbre y tanto riesgo para las personas, los grupos sociales y los territorios con menos poder, es mas necesario que nunca establecer al menos las referencias más visibles y construir un relato asequible a la inmensa mayoría de la ciudadanía que conjugue no sólo el presente y el futuro sino incluso la importancia del futuro en el presente.

Así, con los pies en Andalucía, con la vista en el mundo pero sobre todo con la cabeza y el corazón en la gente, queremos proponer un camino propio para luchar contra esta crisis distinta.

Es la hora de la política. Necesitamos un cambio progresista liderado por la mayoría de la población porque es imprescindible para la mayoría de la población. Frente a la aceleración de la espiral de la crisis la previsible mayoría del PP no va a solucionar ningún problema. Al contrario, los va a agravar. Por eso, la inestabilidad y el conflicto van a seguir durante toda la legislatura.

Nuestro reto será entender lo que sucede, ofrecer alternativas para la transición al capitalismo y sobre todo contribuir a crear una nueva mayoría social sobre la base de la cooperación política. Estamos viviendo el fin del bipartidismo y queremos contribuir al nacimiento de la izquierda plural del siglo XXI en Andalucía.

Compartimos sensibilidades que nos permiten analizar la realidad social, formular alternativas plurales y sobre todo abrir un debate para convertirlas en políticas democráticas capaces de generar un amplio consenso y ofrecer una causa común de esperanza a partir de la percepción de la gente para transformar los valores de insolidaridad que generan los poderosos en valores de cooperación. Y todo esto queremos hacerlo en el PARALELO36, donde la “ ética de la alegría”, que la cultura andaluza nos ha legado, es siempre fuente de compasión y de potencia, de prudencia y de coraje, de sensibilidad y de astucia.

Por todo ello, desde P36Andalucía, pedimos que el domingo 20 de noviembre vayamos todas y todos a votar a las distintas opciones de la izquierda andaluza y desde luego no se vote al bipartidismo (PP o PSOE).