Tribuna de opinión de Tomás G. Forero Y Manuel Ruiz Romero (del Centro de Estudios Históricos de Andalucía), publicada hoy en El Día de Córdoba.
Han transcurrido más de treinta años desde el día en que una generación de andaluces se manifestaba ilusionada en solicitud de autonomía. De entonces acá, aquel sentir ha ido decayendo en todos los sentidos: social, político, económico y cultural, hasta llegar a la debacle sufrida por el andalucismo político en las últimas elecciones, sólo comparable a la de aquel partido español de la Transición que se enfrentó a nuestros anhelos como para desaparecer de la escena política.
Hemos podido ver cómo las Cortes Españolas aprobaban un Estatuto para Andalucía sobre el que dieron su opinión políticos nacionalistas catalanes, gallegos, canarios, aragoneses, vascos, etc., pero ninguno andaluz. Ahora, comprobamos cómo las leyes del Parlamento andaluz se aprueban con el único concurso de organizaciones políticas cuya inspiración, dirección e intereses se encuentran fuera de nuestra tierra. Es más, sufrimos una desactivación sistemática e intencionada, dirigida desde el poder, contra todo lo que signifique sentimiento andaluz. Situación de la que -unos por acción, otros por omisión- todos los que nos consideramos andaluces debemos sentirnos responsables.
Ello nos lleva a que Andalucía continúe en el mismo lugar desde hace décadas, con los peores índices económicos, sociales y educativos de Europa. Muchos andaluces nos preguntamos qué podemos hacer y únicamente encontramos dos caminos: mantenernos en nuestras casas -y cosas- con estoica sumisión o levantar nuestras frentes con dignidad. Sin embargo, para nada nos interesa resignarnos: es necesaria nuestra pervivencia como pueblo en un mundo globalizado. Lo cual nos exige conocer nuestro pasado, sentir nuestro presente y ser dueños de nuestro futuro.
Sin embargo, vivimos una realidad muy diferente. Podemos comprobar cómo nos niegan nuestra identidad, somos meros espectadores del presente y el futuro, cada vez más difícil de nuestros hijos, está diseñado por intereses extraños y ajenos.
Tenemos que reaccionar. Y, para ello, es preciso revivir una aspiración colectiva, nueva y distinta, aprendiendo de errores pretéritos. No podemos fundar una institución que mimetice y copie los vicios y distancias de las organizaciones y entidades tradicionales. Si, para resurgir, Andalucía necesita un esfuerzo especial, ha de ser un proyecto que beba del sentir, la idiosincrasia, la cultura y el ser de Andalucía. Y nunca, nunca, puede tratarse de una acción exclusivamente política.
Por todo ello, entendemos como imprescindible renunciar al pasado y unir los esfuerzos de cada uno de nosotros en una voluntad común, trabajando por la identidad, el progreso y el desarrollo de Andalucía. Un movimiento alternativo donde podamos debatir proyectos, aportar ideas y buscar soluciones que puedan transmitirse luego a la sociedad andaluza. Un esfuerzo compartido que actúe, dinamice y promueva la puesta en marcha de un sentir en el pueblo andaluz, que cambie la atonía actual por la ilusión en la lucha por un futuro diferente.
Un proyecto que signifique, al fin, esa organización, digna, coherente, generosa, seria y honrada que el pueblo andaluz se merece y lleva demandando desde hace muchos años por encima de siglas.
Como ya nos advirtiera Blas Infante, «sabemos que el camino es largo, lleno de incomprensión y dificultades», pero también sabemos que «a cada hombre que le hagamos llegar a conocer la historia de Andalucía, la personalidad de sus gentes, la manera de ser y de entender la vida y la forma, sobre todo, de expresarla y desarrollarla, será una piedra firme de ese edificio que entre todos los andaluces, sin política falsa, sino con actuación legítima del querer hacia el pueblo, tenemos que levantar limpiamente».
Una generación ha pasado sin que el andalucismo político tradicional haya sabido mostrarse ante el pueblo andaluz como el garante de sus anhelos e intereses. Ha llegado la hora del relevo, pero sin que nadie dé un paso atrás. Este pueblo necesita ahora más que nunca una fuerza propia que le represente y defienda.
Si queremos ser un pueblo, si aspiramos a tener futuro, no podemos quedarnos sin voz. Porque si el nacionalismo andaluz no avanza, el autogobierno del pueblo andaluz retrocede. Ha muerto el andalucismo profesional, es la hora del andalucismo de conciencia. Porque el ideal andaluz, o se fundamenta en el humanismo ancestral de los andaluces o nunca será nada.
Mienten quienes dicen que este pueblo no confía en sí mismo y es incapaz de autogobernarse. Sólo cuando de verdad se le muestre un proyecto político nacionalista serio para Andalucía, sólo entonces, podremos saber si el pueblo andaluz sabrá responder.
Comparto cuantas opiniones se reflejan respecto a la “desmitificación del nacionalismo andaluz” en todos los comentarios existen razones debidamente fundamentadas, ahora bien como casi siempre nadie da soluciones ,Rafael dice ¿como podremos convencer al menos al 60% de los andaluces para crearle conciencia de andaluces?.Para mi uno de los errores del andalucismo actual es el no haber explicado sus orígenes históricos de una manera mas “popular” , pues una inmensa mayoría de nuestros herman@s andaluces siguen pensando que todo comenzó un 4 de Diciembre o un 28 de Febrero, y eso ni fue el comienzo como todos sabéis ni fue el fin en todo caso una continuación de la lucha de miles de andalucistas que durante muchos años antes de dichas fechas entregaron y dieron su vida por Andalucía.
Nuestro pueblo sigue desconociendo e ignorando su historia y todos sabemos que decía Blas Infante al respecto, por tanto es indiscutible aunque parezca mentira a estas alturas que el paso a continuar no es otro que poner a disposición del pueblo andaluz lo que se podría denominar el “Andalucismo Pedagógico” , que ya lo utilizó Blas Infante con los Centros Andaluces, instrumentos y vectores para promover el Andalucismo y a los que se entregaron de manera “altruista” muchos andaluces.
Se nos sigue negando nuestra historia y cuando no al menos dudar sobre ella, por lo tanto habrá que contrarrestar esta actitud oficialista y poner a disposición de nuestro pueblos los instrumentos necesario para que salga de su ignorancia histórica y cultural.
En cuanto al “Andalucismo Político” es obvio que es imprescindible su UNIDAD DEFINITIVA pero ello requiere sacrifico, y esta clase política no está acostumbrada a ello y no sabrán nunca anteponer los intereses del partido “maquinas electoreras” como diaria Blas Infante, a los de nuestra NACION ANDALUZA.
Salvemos al nacionalismo andaluz de Mesías y del “activismo virtual” , y pongámonos todo el mono de trabajo de una vez y para siempre y salgamos a la “calle” para ENTREGAR a nuestro pueblo las herramientas que lo hagan salir de su “ignorancia histórica” y juntos LIBEREMOS DEFINITIVAMENTE A ANDALUCIA.
La historia es la que es y como diría Antonio Gala en relación con los habitantes de Andalucía, después del paso de tantas culturas por ella.
ESTAMOS LOS QUE ERAMOS Y SOMOS LOS QUE ESTABAMOS
¡ VIVA ANDALUCIA LIBRE¡ ¡ VIVA EL PUEBLO ANDALUZ¡
Creo que el artículo de Manolo y Tomás lo venimos rumiando y dicendo en bastantes foros desde hace tiempo, pero los capillismos de alugunos no dejan avanzar en esta línea. Yo estoy convencido que ese el camino si queremos los andaluces ser dueños de nuestro presente y futuro. La pregunta de un millón ¿Cómo lo hacemos?, ¿Cómo podemos llegar, al menos, al 60% de la población andaluza y crear conciencia de andaluces. ?
No entiendo como Tomás y Manolo, personas de reconocida trayectoria nacionalista no están en este foro desde el principio Como tampoco entiendo de donde saca Raul que con ese texto apoyan al BNA.
En cualquier caso, ellos centran el problema del andalucismo: unidad de lo contrario la nada. ESte pueblo está lleno de mesías..
Me alegra , saber que tanto Tomas Gutierrez como Manuel Ruiz , se hallan dado cuenta de que el unico Proyecto valido para andalucia es el Bloque Nacionalista Andaluz.
Gracias a los dos por vuentro apoyo.
Los andaluces somos localistas(nustro pueblo o ciudad,monumentos,nuestras playas,etc,etc,son las mejores-eso no lo cambiamos ni viajando),nuestras relaciones más próximas es la comarca,pero a la vez,nuestro sentimiento de pertenecia-sentir es andaluz.Desde mi punto de vista,el fracaso en todos los aspectos,como dice el artículo,es la mimetización de las formas de organización,,organigramas,lenguajes,etc…lo politico correcto desde el punto de vista ajeno de instituciones,organizaciones,federaciones distinta a la forma idiosincrática andaluza,el esfuerzo de pertenecer a un partido,organización,asociación,etcsi se copia-por ejemplo-a la manera del resto del estado español,con el tiempo se diluye,porque los andaluces no somos «asín».
Yo soy nacionalista andaluz porque me siento universal,pertenezco a un territorio concreto que no tiene fronteras,todo hombre-mujer de bién es andaluz-a,mi lugar de aprendizaje entre otros,y socialización es la calle(que es nuestra).-Las políticas del miedo y el individualismo,hacen más daño a Andalucia que la Junta o los telediarios.Mis anhelos para Andalucia es la Dignidad.Hacer sentir que los andaluces entendamos que lo nuestro es importante,que seremos lo que queramos ser si nos desprendemos de la pátina de español-europeo,que la aspiración,el progreso está en el Conocimiento(con mayúscula),la solidaridad,que para ser mejores no hay que buscar-imitar lo foráneo sino recuperar la autenticidad,como somos.Sin complejos,sin achicarnos.Somos como somos,localistas,comarcales,andaluces y del mundo.Lo que empatiza no hay que buscarlo en los demás,miremonos los adentros.Somos taifas dentro de una espiritualidad territorial:Andalucia.Somos como una esponja que absorbe y cuando nos «estrujan» lo que derramamos tiene yá el toque andaluz.Somos un Pueblo de sumas de pueblos de culturas pasadas y presente.
Más que de lo político(que tambien),el esfuerzo de la Andalucia que necesitamos todos,es la lucha sin cuartel por el Conocimiento,por hacer de Andalucia lo que es,un ente espiritual,,lo demás viene solo y como cosa natural se agrega(bienestar económico,cultural..etc).El Conocimiento-todo lo que lleva implícito-es la estrategia de desarrollo que desde todos los ámbitos,-profesionales,intelectuales,educativos,empresariales…-Los intelectuales y demás,se deberían constituir como «hombres públicos»que apelen a la acción colectiva,atraerlos-atraerse al terreno de la movilización,Un dato para la reflexión:,el 4’8% de los andaluces viven bojo la pobreza severa.
Perdón por lo deslabazado,está escrito a botepronto,desde el corazón,pero no lo cambio
VIVA ANDALUCIA LIBRE!!