Robert Rapier .Crisisenergética.He asistido últimamente a la conferencia anual de ASPO, en Washington, D.C. Apenas ha sido la segunda a las que he asistido; la otra fue en Sacramento en 2008. Encontré muchas caras familiares, algunas de las cuales ya había conocido y a otras a las que sólo conocía por su reputación. El clima parecía bastante más calmado que en 2008. Este año, los precios del petróleo estaban cayendo desde los máximos, un par de huracanes habían provocado alguna escasez puntual de gasolina y la economía se iba por el retrete. El ambiente general señalaba que los hechos se estaban desvelando con rapidez. Tres años más tarde, la visión a largo plazo no parece realmente diferente, pero creo que los que previeron una fatalidad inminente comienzan a cambiar su visión de cómo pueden suceder las cosas.
Durante una de mis charlas, noté que ni siquiera me gustaba el término “cenit del petróleo”. Ello es debido a que existe una serie de malentendidos y connotaciones negativas asociadas a él. Prefería hablar en términos de agotamiento de los recursos y desequilibrios entre la oferta y la demanda, que incluyen muchos elementos que, cuando se combinan, mantienen la presión al alza de los precios del petróleo. Así que ¿cuales son estos malentendidos sobre el cenit del petróleo? A continuación se muestran algunos de los más comunes.
Malentendido 1: Cenit del petróleo = Se acabó el petróleo
Con seguridad, este es el más común. Muchos de los artículos que intentan desmontar la noción del cenit del petróleo arrancan bajo esta premisa y se responden resaltando los momentos históricos en los que alguien relevante sugirió que quizá nos fuéramos a quedar sin petróleo. En realidad, cualquiera de los que estamos preocupados por el cenit del petróleo reconocemos de inmediato que se seguirá produciendo petróleo durante mucho tiempo y que incluso cuando paremos de hacerlo, seguirá habiendo mucho petróleo en el subsuelo.
Entonces, ¿cual es la definición de cenit del petróleo? Es su formulación más sencilla, el cenit del petróleo significa que así como la producción de petróleo en los EE. UU. llegó a su cenit en 1970 y comenzó a declinar, con la producción mundial pasará lo mismo. Una vez se consigue hacer entender este hecho –sobre el cual existe un acuerdo casi universal, una vez que la gente entiende lo que uno quiere decir cuando habla de “cenit del petróleo”, existen todavía muchas interpretaciones sobre cómo se desarrollarán exactamente los acontecimientos. Los que intentan desmontar el cenit del petróleo, apenas se centran con sus argumentos en una de las formas en las que algunas personas creen que sucederá y luego declaran que ya han desmontado el cenit del petróleo.
Malentendido 2: Los que creen en el cenit del petróleo son todos iguales
Entre las personas que están preocupadas por el agotamiento de los recursos, existe una amplia gama de opiniones. Los hay que creen que el cenit es inminente, y que seguirá con un declive catastrófico. En este grupo se incluyen personas que han predicho públicamente fechas y consecuencias catastróficas que han resultado (hasta este momento) erróneas, como resultado del cenit del petróleo. Estos son el objetivo más apreciado de aquellos que señalan que el cenit del petróleo carece de sentido. Lo que en realidad argumentan –pero quizá no lo dicen, debido a los malentendidos sobre las creencias sobre el cenit del petróleo- es que la idea de un declive catastrófico inminente no tiene sentido. Pero esto no es lo mismo que decir que el cenit del petróleo no tiene sentido. (Solo para aclarar mi postura, yo no digo que creo que esta visión no tiene sentido, pero no la veo como la más probable).
Pero también hay personas que creen que el cenit del petróleo nos conducirá inevitablemente a un medio ambiente más limpio, a comunidades con lazos más estrechos y a una comida más sana. También están aquellos que creen que el cenit del petróleo nos llevará a un medio ambiente más sucio, a medida que vamos aumentando nuestra desesperación por la energía y nos volcamos más en las arenas bituminosas y en el carbón para reemplazar la menguante oferta de petróleo. Hay gente que cree que el cenit del petróleo será un inconveniente menor, porque hay muchas fuentes capaces de sustituir al petróleo. Y finalmente existen los que creen que puede haber elementos de certidumbre en todas las anteriores posturas.
Malentendido 3: El cenit del petróleo es una teoría
Entre aquellos que intentar desmontar el cenit del petróleo es también bastante frecuente referirse a “la teoría del cenit del petróleo”. Como en el ejemplo anterior, esto es dar pinceladas con brocha gorda. Cuando alguien describe el cenit del petróleo como una teoría, a lo que en realidad se quieren referir es ala creencia de que un cenit de la producción máxima es inminente y además a que las consecuencias pintan catastróficas. Dudo que esto sea la posición mayoritaria y creo que el porcentaje de gente que tiene esa idea ha ido disminuyendo en los últimos cinco años, a medida que algunos supuestos catastróficos no se han cumplido tan rápidamente como se preveía. Pero el cenit del petróleo en sí mismo es una observación, no una teoría.
Malentendido 4: El cenit del petróleo es un invento de las grandes multinacionales para inflar los precios del petróleo
La verdad es que la mayoría de las grandes multinacionales del petróleo señalan que la producción de petróleo no caerá en las próximas décadas. Esta es la visión oficial de Exxon Mobil y del American Petroleum Institute. Pero entre las compañías petrolíferas ha habido algunos directivos que han expresado su preocupación pública porque (la extracción de) el petróleo pudiese no crecer a los niveles que tenían previstos varias agencias. No me consta que esta sea la posición oficial de ninguna de las grandes empresas petrolíferas, pero concluiría que la razón por la que varios directivos expresaron su preocupación es porque están preocupados.
Maletendido 5: Las grandes compañías petrolíferas niegan el cenit del petróleo porque están preocupadas por las energías alternativas.
Esta es la otra cara del anterior malentendido. La idea es que si las compañías petrolíferas reconociesen el cenit del petróleo, los gobiernos redoblarían sus esfuerzos para desarrollar combustibles alternativos, acelerando el fin del Gran Negocio Petrolífero. Hay dos errores en este razonamiento. Primero, desde mi punto de vista desde dentro de la industria petrolífera, la mayor parte de las personas rechazan el cenit del petróleo, sencillamente porque o bien no se han tomado tiempo para analizarlo o porque están afiliados a alguno de los malentendidos. He mantenido numerosas conversaciones con personas sobre el cenit del petróleo cuyas respuestas eran: “Llevo escuchando toda mi vida que nos estamos quedando sin petróleo”
El segundo error de este argumento es que no he visto nunca a nadie del sector petrolífero que mostrase preocupación alguna por la industria de las energías alternativas. Puede que estén enojados por regulaciones que les fuercen a hacer cosas que no desean (como destilar etanol), pero pueden responder entrando en el negocio ellos mismos. De hecho, todavía estoy esperando ver algún esquema energético alternativo que esta industria no haya explorado: las algas, el etanol celulósico, la pirólisis del pet´roleo, el butanol, la energía solar. Las compañías petrolíferas han hecho grandes esfuerzos en todas esas áreas (y llevan trabajando en ellas desde hace años). En la mayoría de los casos, simplemente no resaltan estos esfuerzos, porque están intentando conseguir fondos. Es parte de la investigación básica que hacen estas empresas. Los científicos e ingenieros que trabajan en estas empresas no se sientan a tomar el sol y a esperar a los últimos días de la era del petróleo; esto es un malentendido bastante frecuente. Están pensando en qué vendrá después e invirtiendo para asegurarse de que cuando llegue, estas compañías se encuentren en la posición de ofrecerlo y de sacarle beneficio.
Conclusiones
En lo relativo al cenit del petróleo, creo que la mayoría de nosotros puede aceptar que así como se llegó a él en los EE. UU. en 1970, la producción mundial algún día comenzará a declinar. Los puntos en disputa son el momento, la velocidad del declive, el impacto sobre la economía global y sobre la población humana y la capacidad de otras fuentes de energía de cubrir el hueco que vaya a dejar. Algunos creen que esto no será ni noticia y otros se temen que puede ser catastrófico.
¿Y yo, qué creo? Siempre he visto el cenit del petróleo con una oferta luchando por satisfacer la demanda, que mantendrá los precios del petróleo en niveles inducidos de recesión. Creo que todavía veremos algún ligero aumento de la producción mundial (dependiendo de si la economía global vuelve a resurgir en los próximos años), pero me sorprendería que el mundo pudiese sobrepasar la producción de los 90 millones de barriles diarios. Creo que el gas de esquistos y (el petróleo de) las arenas asfálticas seguirán creciendo y que las emisiones mundiales de carbono seguirán su marcha ascendente.
Creo todavía en el Supuesto de cenit liviano; de hecho, creo que esta visión ha sido validada. También creo que mi visión de la Larga Recesión está refrendada por el estado de la economía y también en la continua presión de los precios del petróleo. En cuanto a las consecuencias del cenit del petróleo, creo que lo que estamos viendo ahora en el mundo económico, es un preludio de lo que veremos en los próximos años. Veo un apretón de tuercas de las economías occidentales, a medida que los países en desarrollo siguen elevando sus niveles de vida, lo que mantendrá una razonable presión continua al alza de los precios del petróleo, que hará difícil la vida a los países importadores de petróleo. Me temo que hemos entrado en una recesión de largo alcance, pero si la economía muestra alguna fortaleza en los dos próximos años, admitiré que mis cálculos eran prematuros.
No espero una mortandad masiva de la población y así se lo he reiterado a algunas personas en la conferencia de ASPO de la semana pasada. De hecho, no puedo concebir en mi mente este supuesto. Entiendo las razones de aquellos que creen que puede ser así, pero creo que mostraremos una gran flexibilidad para enfrentar estos grandes retos. Tenemos todavía una capacidad de consumo de petróleo que podría reducirse y hemos mostrado algunas capacidad de respuesta a los altos precios del petróleo. El mundo no volverá a ser como hasta ahora; creo que es cierta la frase de Jeff Rubin de que nuestro mundo se hará considerablemente más pequeño.
No será una comida campestre; me temo que la situación económica se seguirá deteriorando a partir de aquí y mucha gente sufrirá (y reconozco que mucha gente ya está sufriendo ahora). Pero desde luego, siempre he sido un optimista…
Epílogo
Este ensayo se publicó originalmente en mi blog y ha sido publicado en algunos otros lugares. Basándome en los comentarios recibidos, he modificado partes de este ensayo para ofrecer más claridad a ciertos puntos. Y aquí desarrollaré un par de ellos. Algunas personas han malinterpretado mis comentarios sobre los que creen que habrá un declive inminente y catastrófico. Lo que escribí es que esta es la visión que algunos artículos contra el cenit del petróleo ridiculizan y se centran en refutar, como si esta visión fuese la que representase (en su conjunto) al cenit del petróleo. Nada más. Personalmente no pongo en cuestión este punto de vista, porque es una de las posibles consecuencias. Pero, en mi opinión, no es la más probable.
Muchos han entendido que identifico al “cenit liviano” con que “el cenit del petróleo será un asunto de poca importancia”. No es ni remotamente lo que he querido significar. Propuse este escenario cuando debatimos si el cenit sería en 2005. Se me ocurrió que quizá estábamos haciendo excesivo énfasis en el cenit físico y posteriormente en las secuelas del mismo. Después de todo, ¿qué sucede después de un cenit? Pues que no hay oferta suficiente para satisfacer la demanda. Razoné que este hito y los impactos asociados los veríamos antes del cenit físico. Cuando comencé a escribir esto por primera vez, describí un supuesto en el que la demanda global superaba al crecimiento de la oferta, por lo que incluso si la oferta seguía aumentando, el mercado ya se empezaría a comportar como si se encontrase en una situación de cenit del petróleo. Es por ello por lo que utilicé el término “cenit liviano”, asociándolo al cenit efectivo, pero esto no implica que el impacto del cenit del petróleo fuese a ser “liviano”.
La frase “Larga Recesión” (Long Recession) está obviamente inspirada en “La Gran Emergencia” (The Long Emergency, un libro publicado en 2005, cuyo autor, James Howard Kunstler, es bien concoido por haber divulgado el concepto del cenit y sobre todo sus graves implicaciones para la Humanidad, n. del T.). Concluí que puesto que los elevados precios del petróleo preceden con frecuencia a las recesiones, el cenit del petróleo posiblemente significase una recesión sin final. La razón es que generalmente la demanda cae durante una recesión, la oferta se recupera poco a poco, los precios caen y la economía se recupera. En una Larga Recesión, la oferta no vuelve a subir de manera alguna y por tanto, los precios se mantienen elevados, haciendo naufragar cualquier posible recuperación. Se trata de una descripción bastante ajustada ala situación en que precisamente nos encontramos.
Robert Rapier es el director de Tecnología de Merica International, una compañía de energía renovable que está involucrada en muchos proyectos, cuyo negocio principal es el uso localizado de biomasa para satisfacer poblaciones locales. Ha desarrollado su carrera en asuntos relacionados con la energía y ha trabajado en el etanol celulósico, la producción de butanol, en el refinado del petróleo, la producción de gas natural y en la conversión de gas a líquidos combustibles (Gas to Liquids o GTL en su acepción en inglés). Robert creció en Oklahoma y se graduó en Ingeniería Química en la Universidad de Texas A&M