¡Canallas¡

 

01/12/2011

 Ninguna de las medidas de  “reformas estructurales del mercado   laboral” , de  reducción del Estado del Bienestar  o de ahorro en el gasto público tienen la más mínima relación con las causas de la crisis actual. Ni el gasto sanitario, ni el gasto en  educación, ni  el coste de los despidos, ni el modelo  de negociación colectiva  laboral han causado la bancarrota  del sistema financiero , ni el enorme déficit por cuenta corriente de España y de tantos otro países.

Leyendo lo que dicen  y escriben los “economistas tóxicos” cualquiera podría creer que la abortada ley de la dependencia es  la que ha  causado el déficit público y privado español, antes incluso de entrar en ejecución presupuestaria  efectiva. ¿O es que han sido los costes en el tratamiento oncológico los que han provocado la quiebra de CajaSur, de Caja del Mediterránea, del Banco de Valencia o  de la Caja de Castilla La Mancha?¿Tal vez sean los  “enfermos  crónicos” ,con su “exótica manía” de  tomar medicamentos  diariamente,  lo causantes  de la explosión de la burbuja inmobiliaria? Pudiera resultar  entonces que diabéticos y enfermos  del SIDA, por ejemplo, son responsables dircetos de los millones de parados de la construcción. ¿ El déficit  por cuenta corriente  estas causado por la calefacción, muy deficitaria por cierto, de la aulas de los colegios públicos?¿ Y esos  científicos  e investigadores que ahora son  enviados al paro, son acaso los responsables de la crisis de la eurozona?

La receta que nos dan “los economistas tóxico”, y que siguen y celebran  los políticos reaccionarios de todo  tipo y pelaje,  son tan irracionales como si a un enfermo de anorexia se le prescribiera una dieta de adelgazamiento. Si atendiéramos a sus   virulentas ideas ante los  únicos  bancos  que debiéramos  manifestarnos  es ante  los bancos  de sangre o de órganos   (públicos , por supuesto). la cárcel no deberían  ir ni banqueros ni especuladores,  ni constructores  sino esos maestros y maestras empeñados en  que niños y niñas aprendan  aunque sus padres estén en paro; o esos  médicos y  médicas obstinados  en gastar dinero público  para sanar a las gentes, aunque no tengan dinero  para su propia vida. Decía Pierre Bourdier que sanidad y educación eran “la mano izquierda del Estado”  y ellos lo saben y por eso apuntan  con recortes y las reformas en esa dirección.

Ni reforma, ni austeridad pues, estamos ante una estrategia oportunista de los sectores  más reaccionarios  que aprovechando  que el  Titanic  se hunde  se dedicas  a  robar en los camarotes, especialmente  en los camarotes colectivos de los  más pobres.¡Canallas¡