Paralelo 36 Andalucia Espacio de pensamiento y acción política
Eduardo Zugasti.La revolución naturalista.Para Richard Wilkinson, coautor de The Spirit Level: Why More Equal Societies Almost Always Do Better, la idea de que la desigualdad es mala para la sociedad (para la sociedad en su conjunto, no sólo para los particularmente desfavorecidos) no es simplemente una intuición arcaica, y tampoco una divisa de revolucionarios radicales. Es una evidencia racional, verificable y postpartisana. Los 11 gráficos publicados en The equality trust realmente hablan por sí mismos: Las sociedades con mayor desigualdad en la renta tienen una tasa superior de muertes infantiles, de enfermedades mentales, de abuso de drogas, de fracaso escolar, de población encarcelada o de obesidad. Mayor desigualdad en la renta también predice que las personas tengan menos oportunidad para adquirir un status superior al de sus padres, y también implica un mayor grado de desconfianza social, niveles más altos de criminalidad, menor solidaridad con el exterior e inferior bienestar infantil
Quizás la lección más importante es esta: en el mundo desarrollado (no en eleconómicamente subdesarrollado) el bienestar promedio ya no depende del crecimiento económico sino de cómo está socialmente distribuida la riqueza.
Una advertencia para políticos. Una sociedad fuertemente desarrollada, pero desigualitaria, no es sólo inmoral, sino también muy cara:
[Ésta es] una clara advertencia para aquellos que desean rebajar la prioridad del gasto púbico y los impuestos. Si se fracasa a la hora de evitar un nivel alto de desigualdad, se necesitarán más prisiones y más policía. Se deberán afrontar tasas más altas de enfermedad mental, de abuso de drogas y todo tipo de problemas. Si mantener bajos los impuestos y beneficios lleva a mayores diferencias de renta, la necesidad de tratar con las enfermedades sociales obligará a aumentar el gasto público.
Desde luego, el planteamiento de Wilkinson no tiene nada que ver con la “igualdad perfecta”, con cómo lograr sociedades igualitarias perfectas, sino más bien con algo que preocupa a los politólogos y economistas de los últimos decenios; el problema de cómo llegar a Dinamarca (“Getting to Denmark“): ”Si los norteamericanos desean vivir el sueño americano, deberían irse a Dinamarca.”
La “evidencia” de que la desigualdad es mala e irracional no es equiparable a otras evidencias científico naturales, por supuesto, dado que depende claramente de valores establecidos con anterioridad (Patricia Churchland: “Al final, las personas tendrán que reunirse y decir lo que piensan hacer”). Si las preferencias de alguien coinciden con los valores de una sociedad caballeresca, fuertemente jerárquica, basada en el honor y la guerra, o en el exclusivo mérito del mercado, estas evidencias sencillamente no cuentan. Estas evidencias sólo cuentan como tales para quienes prefieran vivir en una sociedad basada en el intercambio pacífico, en la seguridad y en la prosperidad compartida.
¿Nos lo dicen o nos lo cuentan?. El mismo nazismo se reconocería heredero del clasista SISTEMA DE CASTAS (de procedencia hindú) que institucionaría la impresentable Isabel, «la guarra» de CASTELLA, con sus Estatutos de Limpieza de Sangre. Esta jerarquizada estupidez RACISTA genocida y demencial se desarrollaría ampliamente, hasta hoy, por toda América y allá donde la peste imperialista expañolera contaminara a los Pueblos, empezando por el nuestro, sin duda el más castigado por su Terror de Estado. Con casi una cuarta de la población en situación de indigencia, mejor o peor disimulada, los ricos evadiendo capitales impunemente y con los políticos-prostituta en el bolsillo, la brecha de la desigualdad alcanza ya proporciones trágicas, que constatamos a diario.
Podemos ver en muchas disctaduras latinoamericanas, pardas o coloradas, como a medida que se asciende en la escala del poder, los funcionarios y demás favorecidos del régimen de turno, se van BLANQUEANDO. Aún hoy puede observarse, a pesar de que el aumento de las temperaturas global afectará especialmente a los menos morenos (cánceres de piel, cegueras, tumores, etc), como el «modelo de belleza» suele ser rubi@ con ojitos claros, estúpida herencia de siglos donde eso significaba ascender de estatus social. La misma responsable ideológica última de este IMBECIL RACISMO, el ce$arocri$tiani$mo, sin el menor pudor todavía presenta en sus iconos y muñecos sacralizados a Cristo con tipo sueco descolorido y de pelo pajizo… ¡qué monada semita para uso de farsantes!.
No es de extrañar que en especial los británicos, por su imperio en la India, al contemplarnos todavía «creyentes» en el clasista sistema de castas, se descojonen al ver a mediterráneos dándoselas de patéticos y acomplejados «arios» de pacotilla:
http://www.youtube.com/watch?v=UdxdXfDLaNs
Pero ¡qué mejor que los paisanos del brahmán cañí Mariano Rajoy, que lo conocen de sobra, para que nos hablen de la ideología del caballerete y sus ínfulas de memo harto de sopas! (leed las frases en negrita, A-LU-CI-NAN-TES):
http://revoltairmandinha.blogspot.com/2011/11/ideoloxia-fascista-de-mariano-rajoy.html?z#!/2011/11/ideoloxia-fascista-de-mariano-rajoy.html