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¿Por qué disminuye la pobreza cuando todo parece empeorar?

Barómetro Social de España.El 20 de octubre de 2012 el INE publicó los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2012. Según sus estimaciones la población que está por debajo del umbral de pobreza descendió 0,7 puntos respecto al año anterior (de 21,8 a 21,1%). Esta sensible mejoría choca con las impresiones intuitivas, que tienden a percibir un empeoramiento, teniendo en cuenta el continuo incremento del desempleo y el descenso de la cobertura de prestaciones sociales a la población en paro.

¿Se trata de corregir unas percepciones subjetivas erradas o hay que bucear en los datos para identificar las tendencias de fondo? En nuestra opinión se trata más bien de la segunda opción. Veamos por qué.

En primer lugar, el descenso de la tasa de pobreza no es generalizado: se verifica especialmente entre la población mayor de 65 años (de 20,8 a 16,9%); en cambio, entre la que está en edad laboral la situación mejoró para las mujeres (de 21,3 a 20,8%) pero empeoró para los hombres (de 20,4% a 21,2%). En función de la nacionalidad disminuyó para la población española (de 19,8 a 15%) mientras se incrementó para los extranjeros no comunitarios (de 43,5 a 49,2%). En otros términos: los ingresos por jubilación y otras pensiones han sostenido a la población mayor, mientras que la dinámica laboral y las prestaciones de desempleo lo han hecho –en menor medida- con las mujeres pero no con los hombres en edad activa ni con la población de origen inmigrante.

En segundo lugar, el umbral de pobreza se establece respecto a los ingresos medios del país y estos han descendido continuamente desde 2008. En ese año el umbral de pobreza para una familia de dos adultos y dos menores era de 16.758 y en 2011 había bajado hasta 15.545 euros anuales. En esta evolución no es improbable que el descenso del nivel de renta del conjunto de la sociedad se traduzca en una disminución del porcentaje cuyos ingresos queda debajo del umbral de pobreza.

Por otra parte, esta mejoría parcial parece ser un fenómeno episódico. ¿En qué se basa esta afirmación?: en otros resultados de la propia ECV. Conviene apuntar que las tasas de pobreza se basan en la distribución de la renta durante al año anterior a la realización de la encuesta (así, los resultados ofrecidos en 2012 corresponden en realidad a 2011). Pero el resto de la información recogida sí se refiere al año en curso; por ejemplo la que se refiere a las dificultades económicas que experimentan los hogares. Estos datos muestran (ver Gráfico) que dichos indicadores mejoraron en 2011 (año de referencia del último dato sobre pobreza) pero en 2012 volvieron a empeorar, y algunos de ellos alcanzaron máximos históricos.

Es el caso de los hogares que no pueden permitirse pasar una semana de vacaciones fuera del domicilio habitual (la cifra se incrementó de un 38.9% al 44,5%) o que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos (aumentaron de 35,9 a 40%). Sin superar los máximos históricos también se ha producido un deterioro en otros dos indicadores: los hogares que tienen muchas dificultades para llegar a fin de mes crecieron de 9,8 a 12,7% del total, y los que registran retrasos en el pago de gastos relacionados con su vivienda habitual pasaron de 6,2 a 7,4% (cifra que ya no incluye a quienes han perdido su vivienda).

EVOLUCIÓN DE LAS DIFICULTADES ECONÓMICAS DE LOS HOGARES (2006-2012)

Dificultades de los hogares

Fuente: INE, Encuesta de Condiciones de Vida 2012.

A la luz de todos estos datos se concluye que la mejoría de la tasa de pobreza del año 2011 se verá “corregida a la baja” por un nuevo empeoramiento cuando se publiquen las cifras referidas a 2012. Por lo demás, la mejoría registrada el año anterior excluye a la población de origen extracomunitario y a los hombres en edad laboral. Por tanto, conviene prestar atención a los matices de las estadísticas oficiales, más allá de los grandes titulares,  si no estamos dispuestos a que nos den gato por liebre

 

 

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