Jordi Gillot.Nueva Tribuna.
La pedagogía del dolor que está representando la crisis nos ha hecho comprender a los ciudadanos españoles y del sur de Europa que formamos parte de un circuito integrado en el que participan las estructuras propias de cada estado y las de la Unión Europea. Hemos aprendido que los acuerdos que se toman en Bruselas son decisivos para mejorar o empeorar nuestras condiciones de vida y de trabajo. Hoy ya sabemos que, si bien Europa es el problema, en Europa esta la solución a la crisis. He ahí la importancia de las próximas elecciones europeas del 2014. También sabemos que si no derrotamos al PP el 2015, una nueva legislatura popular provocará que muchos de los daños que ha causado su gestión a pilares fundamentales de nuestro modelo social, político, institucional y convivencial sean irreversibles. Si éste es el diagnóstico compartido, las izquierdas sociales y políticas debemos priorizar el objetivo de derrotar las políticas neoliberales y conservadoras en Europa y en España. Ésta es nuestra responsabilidad.
La crisis, y especialmente la crisis de la política, han hecho emerger a múltiples protagonistas sociales -15M, DRY, Mareas, PAH, etc.- movimientos todos ellos cargados de legitimación, que gozan de amplias simpatías sociales, críticos con el sistema político, alternativos e innovadores en sus estilos y formas, y que más pronto que tarde se verán emplazados a decidir si dan un paso más y se lanzan al ruedo electoral. Decisión nada sencilla de tomar.
Territorialmente se han consolidado partidos y coaliciones de nuevo cuño, pero con voluntad de ser protagonistas en la política europea y estatal -Compromís, Alternativa Galega d’Esquerda, Més Mallorca…-, junto a otras más veteranas como CHA, Nueva Canarias, NABAI, BNG, Sí se Puede de Tenerife,… Todas ellas representan un mosaico de opciones, muy singular y a su vez muy representativo de la España plurinacional. Todos los estudios de opinión señalan su crecimiento electoral. La irrupción de EQUO ha mostrado la voluntad y ambición de liderar el ecologismo político en España. IU está capitalizando la desorientación del PSOE al saber articular su presencia en los conflictos con su oposición frontal al gobierno de Rajoy. Y el PSOE pierde y pierde votos.
Con esta amalgama de sujetos sociales y políticos ¿qué se puede hacer? ¿Hasta dónde se puede llegar? Si priman los recelos, los antagonismos o la confianza de que la debacle del PSOE da para que todos crezcan, no pasará nada que modifique la actual correlación de fuerzas. El PSOE perderá voto, el suficiente para que las distintas coaliciones electorales obtengan representación o la incrementen, pero el PP seguirá como primera fuerza, y habremos perdido una buena oportunidad para construir una gran coalición socio-política que derrote en España las políticas de austeridad de la troika y que nos lance con fuerza hacia el principal objetivo: echar al PP del gobierno el 2015. Porque éste es el principal y fundamental objetivo: derrotar a la derecha. El país no da para más.
No tenemos tiempo para esperar a que el PSOE se percate de que es el fin de la historia para los centrismos, para su opción de centro-izquierda, que no hay ya status quo que compartir con el centro-derecha, y que éste mismo se ha transformado en derecha pura y dura. Por primera vez en la historia de nuestra democracia, le corresponde a la otra izquierda, la transformadora, ser alternativa de gobierno. Para ello debe iniciarse un proceso, horizontal y sin prejuicios, de diálogo para definir una propuesta política unitaria, creíble y útil. Una propuesta cimentada en un programa de gobierno coherente y realista. Con un liderazgo fuerte, amable y positivo.
¿Por dónde empezar? Dialogando. Es la hora de construir puentes y establecer puntos de encuentro. Necesitaremos “facilitadores”, personas con reconocimiento en los partidos y credibilidad en los movimientos sociales, que realicen una tarea de mediación entre tantos protagonistas. Diálogo para acordar unas reglas del juego, para elaborar un programa y elegir a los candidatos y candidatas que nos van a representar.
ICV acordó en su pasada asamblea nacional que su apuesta es vencer, no crecer. Los nuevos coordinadores nacionales tienen el encargo de abrir un diálogo social y político lo más amplio posible para hacer viable esta gran coalición, convencidos de que en las actuales circunstancias, y responsablemente, ésta debe ser nuestra prioridad. Para vencer todos somos necesarios, para crecer sólo hay que acertar en las alianzas a realizar
Zapatero también defendió la reforma de la Ley del Aborto que realizó su gobierno y pidió al actual Ejecutivo que dejen pasar un teimpo de reflexión antes de modificarla. Insistió en la necesidad de ver el efecto que ha tenido su Ley y los resultados que ha logrado y se den «un tiempo de diálogo y de búsqueda de consenso con todas las fuerzas políticas».