En el pasado mes de junio se cumplieron dos años de la toma posesión del actual Alcalde de Córdoba y equipo de gobierno (PP). El empleo fue su principal lema de campaña y su promesa ante la ciudadanía cordobesa. Lamentablemente, desde junio de 2011 hasta la fecha el número de personas sin trabajo en nuestra ciudad no ha parado de crecer, habiendo llegado en el pasado mes de agosto a 45.393 personas sin empleo, con más de un 15% de incremento en este período de gobierno del PP en nuestra ciudad, con una carencia notoria de nuevas ideas por parte del gobierno local.
Un gobierno local sin ideas ni propuestas que además ha despedido de manera arbitraria e injustificada a 25 trabajadore/as del Instituto Municipal de Deportes y a 5 del Instituto Municipal de Empleo (Imdeec), despidos que han sido ya anulados o declarados improcedentes por los Juzgados de lo Social de Córdoba, habiendo quedado demostrado que el gobierno del PP actuó al margen del ordenamiento jurídico laboral y constitucional. Queda pendiente el quinto juicio de los despidos del Imdeec, que tendrá lugar el 20 de noviembre.
Siendo ya muy negativo dato de desempleo, añade aún más preocupación que el 52% de las personas sin trabajo en la capital cordobesa lo son desde hace más de 12 meses; es decir, de larga duración, indicio de una tendencia muy negativa de evolución de nuestro mercado de trabajo local. En cuanto al perfil de la persona en desempleo en nuestra capital, el 53% son mujeres y el resto hombres. Por edad, el colectivo que más sufre el desempleo es el comprendido entre 25 y 44 años (el 48% de las personas en paro). Además, según la evolución de datos completos del pasado 2012, en torno al 94% de los nuevos contratos que se firmaron fueron temporales, y más del 70% lo fueron para el sector servicios, fundamentalmente turismo y hostelería, con una economía local muy dependiente en este sector de actividad económica.
Esta es la cruda realidad. Este es el diagnóstico lamentable y desesperanzador. Una realidad que necesita de propuestas y actuación urgente. Aunque sabemos que la competencia no es estrictamente municipal, en esta ciudad existe ya una larga experiencia de iniciativas locales pactadas con todos los agentes institucionales, sociales y económicos para fomentar y facilitar la actividad económica generadora de empleo. Entiendo que esta forma de actuar compartida es las más idónea para generar propuestas y confianza a inversores externos que hagan de Córdoba una ciudad atractiva para nuevas actividades empresariales.
Sin duda, en Córdoba necesitamos definir estrategias conjuntas, convocar un amplio y democrático debate sobre el modelo de desarrollo de futuro. El Ayuntamiento de Córdoba sería el principal impulsor de esta estrategia de generación de ideas y propuestas. Sería la generación de un nuevo proyecto de ciudad, ahora absolutamente estancado. Además, debemos mirar al exterior: estudiar otras ciudades, otros modelos de desarrollo que estén funcionando. Se trata de importar las propuestas posibles para nuestra ciudad.
Debemos aprovechar nuestra ubicación estratégica en la red de transportes nacional: Córdoba como ciudad de encuentros y eventos (negocios, deportes, o seminarios). Es una de las potencialidades más relevantes que tiene la Ciudad de Córdoba, y a su vez, una oportunidad para ser ciudad y espacio para el encuentro y para la inversión.
En la definición de la estrategia de desarrollo, debemos tener en cuenta a la provincia de Córdoba: definición de un modelo provincial compartido de la capital y los municipios cordobeses. La capital no debe caminar sola, sino en acción conjunta con la red de municipios cordobeses, así como acciones de colaboración con Sevilla y Málaga. Nuestras provincias vecinas constituyen polos de desarrollo con las que nos interesa tener acciones conjuntas, y además estamos comunicadas con tren de alta velocidad y autovía con sus dos capitales. El futuro está en las estrategias conjuntas con las zonas limítrofes de desarrollo, no debemos pensar nuestro modelo de desarrollo al margen de nuestras provincias más cercanas.
Otra posible línea futura de actuación sería la implementación de acciones de colaboración con Granada: eje turístico Alhambra-Mezquita. Aprovechar el gran impacto de estos dos extraordinarios elementos patrimoniales. Posibilidad de una entrada única bonificada para que atraer a Córdoba la inmensa cantidad de visitantes que tienen los Palacios Nazaríes.
Desde el Ayuntamiento se debería diseñar una estrategia clara de contacto con grandes empresas de producción industrial, que ahora no se está haciendo, incumpliendo promesas electorales. Córdoba ha de venderse en el exterior para atraer esas importantes inversiones industriales que generen valor añadido y empleos indirectos.
No podemos olvidar nuestro elemento de desarrollo clave: potenciar el contenido cultural de la Ciudad, más oferta a los que nos visitan. Desarrollar aún más el concepto estratégico de ciudad cultural para Córdoba, con independencia de posibles eventos de dimensión europea o nacional. En este punto, en concreto, sería interesante implicar al Conservatorio Profesional de Danza, al de Arte Dramático y al de Música en la generación de nuevas actividades culturales en diferentes espacios de la ciudad (Puente Romano, Ribera, Plaza de la Corredera, Vial Norte, etc).
Y otro de los elementos que nos definen desde hace varias décadas, la apuesta por el medio ambiente. Debemos conectar la ciudad con nuestra Sierra a través de un sistema de transporte público: potencialidad turística importante. Se trata de completar el concepto de ciudad cultural con otro muy importante, Córdoba como ciudad medioambiental, así como fomentar desde el Ayuntamiento la educación medioambiental para incrementar la concienciación ciudadana en materias como la gestión de residuos urbanos, consumo de agua o limpieza viaria.