He asistido en Córdoba a la presentación del Plan Andaluz de la Bicicleta 2014-2020, aprobado recientemente por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, impulsado por la Consejería de Fomento y Vivienda, una de las que gobierna IU en el gobierno andaluz de la izquierda. Este plan se aprueba y pone ya en marcha tras un proceso participativo, como así ha explicado el Viceconsejero José Antonio García Cebrián, que ha sido quien ha expuesto con todo lujo de detalle los contenidos y objetivos de este ambicioso plan.
Realmente, este plan de fomento del uso de la bici supone una aportación muy valiosa para un concepto de ciudad respetuosa con el entorno, sostenible, eficiente, en un concepto más global de ciudades amables como ha explicado el viceconsejero, un modelo de ciudad integrada y compacta, que también abarca el objetivo de reducir la número de viviendas sin uso. Desde mi punto de vista, esta iniciativa pública de potenciación del uso de la bici viene a definir de manera muy importante otro tipo de ciudades, en las que se opte por otro modo de desplazarse, no contaminantes y saludables pasa los que las habitamos.
El fomento del uso de la bici debiera convertirse en el período de gobiernos locales 2015-2019 en Andalucía en un objetivo de las futuras estrategias locales de medio ambiente. Modelos como Ámsterdam, Copenhague o Sevilla, ciudades en las que uso de la bici ha alcanzado a importantes ámbitos de su ciudadanía, debemos incorporarlos a nuestros objetivos sociales y políticos. Como decía, el fomento de la bicicleta debe ser un importante eje estratégico, junto a otros ya consolidados como la gestión de los residuos urbanos con el objetivo de la consecución del ciclo integral de los residuos urbanos, la gestión sostenible del agua, o el fomento del transporte público colectivo, contribución desde lo local a la aplicación de la normativa sobre calidad del aire, o diseño de políticas de eficiencia energética, medidas serias contra la contaminación lumínica y acústica, así como líneas de actuación permanente de fomento de la información y educación ambiental de la ciudadanía.
La apuesta por el medio ambiente debe pasar a ser de nuevo una política con mayúsculas, con un papel central y transversal en la acción autonómica y local de Andalucía. La coordinación de las acciones locales con las políticas medioambientales de Andalucía será esencial, ahora incluso con la específica Consejería de Medio Ambiente, y que además, según el acuerdo programático que sustenta la coalición de gobierno, las cuestiones medioambientales son estratégicas y transversales.
Y en todo caso, es esencial que los poderes locales y el autonómico deben ejercer sus políticas de medio ambiente y de ordenación del territorio en alianza con el poder ciudadano, caminando también en este terreno hacia la profundización democrática, apostando por uno de los objetivos esenciales y actuales del Estado Social: la defensa del medio ambiente.
Ángel B. Gómez Puerto (Córdoba). http://gomezpuerto.blogspot.com.es