El PP y el PSOE ha desarrollado tramas de corrupción política incuestionables allá donde han gobernado, esto es un evidencia jurídica y política. Pero esta asimilación moral no debe llevarnos a confundir un modelo y otro de corrupción, por que aunque gritemos aquello “de PSOE y PP la misma …..” no son la misma , por ambos tienen metabolismo distintos. No es que un modelo de corrupción sea moralmente preferible al otro, no pero son distintos y si no entendemos las diferencias no podremos abordarla con posibilidades de éxito.
Los dos modelos son los siguientes. Vampiro (PP) la corrupción se produce a gran escala y los beneficios se concentran en empresa privadas, dirigentes e intermediarios y dirigentes en concentrados en pequeños grupos con bolsas de corrupción individuales muy elevadas. Opera desplazando rentas y recurso públicos hacia el ámbito privado. Muy pocos roban y ganan mucho y chupan la sangre de los bienes y servicios públicos. El impulso corruptor viene de afuera hacia dentro del Estado. El destrozo es terrible pues vampiriza ( privatiza) todo lo que chupa y no solo roba recursos sino también derechos. La trama Gurtel es un buen ejemplo práctico. En el caso Gürtel es raro aquel que está procesado que no tenga un incremento de renta y patrimonio personal derivado de la corruptela.
Por el contrario el modelo mafioso, aunque también acumula algunas buenas bolsas individuales de fraude , la corrupción es difusa y extensa centrada en un red micro corruptelas y micro beneficios que abarca a mucha gente. Aquí no hay una privatización de los servicios públicos por la vía de derecho pero si por la vía de hecho pues se ponen a disposición de la redes clientelares . Al igual que la mafia es una forma de criminalidad mucho popular , descentralizada y en cierto grado distributiva; el enraizamiento social de este modo de corrupción es mucho mayor que el de los sinestro y lúgubres vampiros . El movimiento en este caso es el contrario y surge dentro de lo público y la burocracia política. El efecto sobre el sector público es también demoledor pues mina la economía moral de la gestión publica privatizándola de facto. El caso ejemplar aquí son los ERE y esos monstruos jurídicos, desde le punto de vista del derecho administrativo, que son las empresa públicas andaluzas. En los ERE a diferencia de los Gürtel a la inmensa mayoría de los procesados no se le imputa incremento de renta o patrimonio privado alguno.
La diferencias en estos dos modelos obedecen a demandas sociales distintas : mientras que los vampiros obedecen a demandas directas de las oligarquías y las elites económicas; los mafiosos obedecen a demandas políticas clientelares que a través del partido . las instituciones públicas colonizadas ( gobiernos, ayuntamiento, diputaciones) y las organizaciones satélites periféricas ( sindicatos, ONG ) se constituyen en grupos mafiosos con una legalidad paralela que distribuye, gestiona y controla de forma privada recursos públicos. Las rostros son bien distintos si un compara a Bárcenas con Guerrero; el barrio de Salamanca de Madrid y la Sierra Norte de Sevilla.
Esto no significa que los dos modelos no tengan zonas de intersección donde entorno a la banca, las eléctricas o las constructoras: Bankia o Florentino Pérez son dos zonas en los que vampiros y mafiosos convergen . Pero aun reconociendo esa confluencia estratégica las diferencias políticas son notables. No podemos olvidar que mientras que a los vampiros se le puede vencer desde la pureza moral de la doncella virgen (eticidad) la fuerza de la estaca ( la ley) y la transparencia de la luz del día, a los mafiosos solo se le vence políticamente con la democracia y la movilización popular calle a calle pues ellos viven en los mismo barrios que nosotros. En Andalucía los vampiros y los mafiosos se han puesto de acuerdo para comenzar la remontada. Han elegido nuestra tierra para dar primera batalla porque saben que los mafiosos son más difíciles de batir para la izquierda que los vampiros pero ambos están del mismo lado de la barricada.