En medio del debate sobre los toros, y cuando gran parte de la sociedad española ya no tiene nada que ver con eso, hay que recordar tres principios éticos básicos sobre lo que se puede construir un consenso razonable y en el que se pueden integrar mucho de los protaurinos y sobre los cuales se puede asentar las decisiones públicas sobre el trato a los animales en fiestas , tradiciones y populares :
- La tradición no es en ningún caso fuente exclusiva o fundamental de legitimación de las acciones presentes o futuras.
- La cultura o el placer estético no es en ningún caso fuente exclusiva o fundamental de legitimación de las acciones presentes o futuras.
- Los animales no son cosas.
Sobre estos tres principios se debe fundamentar las políticas públicas en festejos y tradiciones. La universalidad de estos principios excluye la excepciones locales del tipo de aquellos a los que les parece muy mal los toros pero muy bien los correboul o al contrario.