No sé si habéis oído la entrevista a Susana Díaz en la SER para analizar la situación política después del 20D. Si se analiza con detenimiento, el fondo de su discurso es de una falta de inteligencia y habilidad desconocida en la líder andaluza del PSOE. Plantea una elección sin matices, ella o Podemos, porque dice que Podemos (y no el PP) es su contrincante directo. Es decir, está situando a Podemos (y no al PP) como rival a batir y no como formación con la que cooperar, lo que fortalece mucho más al partido de Pablo Iglesias porque pasa a ocupar, ahora sí, el centro del pimpampún político y se convierte así en la única alternativa de cambio para echar al PP frente al bloqueo del PSOE.
Luego, dice que no tiene «nada que hablar» con quienes planteen un referéndum en Cataluña, que ella llama intencionadamente «fuerzas soberanistas», aunque nunca Podemos ha dicho que fuera a pedir en Cataluña el voto para la independencia y todos los sondeos indiquen que el 80% de los catalanes están a favor de un referéndum con garantías y éste sea lo único que pueda neutralizar al independentismo y seducir a quienes, no siendo nunca independentistas, han abrazado la causa soberanista por reacción a las imposiciones antidemocráticas del PP.
Cuando Susana Díaz dice que no tiene nada que hablar con quienes defienden el derecho a decidir, está despreciando ocho millones de votos, más de la mitad fuera de territorio catalán, que votaron el 20D en las urnas a opciones que abogan por abrir las urnas para desbloquear la parálisis que sufre Cataluña. También nos está diciendo Susana Díaz que en democracia no se puede hablar de todo y que da igual lo que votemos, que sólo se hablará de lo que ella o el IBEX-35 quieran.
Por si fuera poco, trata de enfrentar a Andalucía, la tierra con más paro de Europa, con casos sonados de corrupción, en la que su partido lleva 35 años gobernando y por tanto alguna responsabilidad tendrá, con otros territorios del Estado: repugnante, mezquino y suicida enfrentar a gente de uno y otro lado de España y amenazar la convivencia por puro tacticismo electoral.
La gente ha votado diálogo, derechos sociales, pluralismo político y entendimiento entre las formaciones progresistas, incluido el PSOE, pero Susana Díaz, con sueldo y coche oficial desde los 18 años, que tardó diez años en sacarse la carrera de Derecho y que no tiene más experiencia laboral que sus cargos políticos, ha decidido que actuará como muro frente al huracán electoral de regeneración democrática y diálogo que ha votado la ciudadanía.
Susana Díaz quizás no lo sabe, pero está cavando la tumba del PSOE y la suya misma al lanzar a los socialistas a las manos del PP como en Grecia. Hace tiempo, de broma, unos amigos se referían a Susana Díaz como “Esperanza Aguirre de Triana”, sin saber que llegaría el día que costaría trabajo diferenciar un discurso político de Susana Díaz de Esperanza Aguirre.
La presidenta andaluza provocará nuevas elecciones y derribará a Pedro Sánchez de la secretaría general del PSOE, no tengáis ninguna duda. Ella ha sido capaz de entrar a un congreso siendo la mujer de confianza del actual secretario general del PSOE de Sevilla y salir investida como la mujer de confianza del rival de su exjefe. A Juego de Tronos no hay quien le gane.
No tiene escrúpulos en usar las formas más cruentas para derribar a sus contrincantes. Ahí están los hombres y mujeres que apoyaban a Alfredo Sánchez Monteseirín, alcalde de Sevilla entre 1999 y 2011, con el que Díaz mantuvo un enfrentamiento fraticida por el control del PSOE en la capital andaluza: desterrados de la vida pública por orden y mandato de ‘Susana Aguirre de Triana’. Habrá nuevas elecciones generales y Díaz nos planteará que ella o la barbarie, sin saber que la barbarie es ella misma, que Andalucía no es España y que, en tiempos de demandas de diálogo y colaboración, vender odio , muros y soberbia es la peor de todas las estrategias para evitar que el PSOE termine en el cementerio donde ya descansa el PASOK.
La mejor forma que gane Podemos Andalucía al PSOE-A es que demuestre que defienden a Andalucía y el Andalucismo de verdad que son más Andaluces que el PSOE-A y que no defienden a Andalucia de boquilla como Susana Díaz mienras que por otro lado se presentan ya como Nacionalistas Españolistas, de ahí el pacto que con Ciudadanos (un partido político fuertemente centralista y de derecha liberal) en vez de hacerlo con Podemos e IU. Sra. Díaz no se puede poner una vela a Dios y otra al Diablo.
No seas tan injusto, Solís, a la pútrida y fachosa P$OE le espera, y merece de sobra, un destino aún peor que el PASOK: el hediondo lodazal de la historia, con un fondo reptiles…