Dijimos que estas elecciones podían ser el fin del corralito ideológico de izquierda (PSOE/PCE). Acertamos, no era muy difícil, no tiene ningún mérito pues el acierto, pero esto no le quita que el resultado sea muy interesante . Desde la transición mucha gentes que no estaban nada de acuerdo con el PSOE lo votaban porque era la única opción de parar a la derecha. Menos, pero también muchos, votaban al PCE (en sus distintos disfraces , recientemente lo ha reconocido en un artículo en el diario Público, Luis García Montero) por que era la única opción de votar algo en la izquierda que no fuera el PSOE. Ese tipo de voto es lo que se ha acabado. El 20D No digo que se haya acabado el PSOE , al que le presumo todavía una larga vida, ni el PCE, al le desea una vida no menos larga ; ambos seguramente siguen siendo necesarios; digo que ha acabado esa lógica que conduce a votar lo que no te gusta para evitar aquellos que te gustan aun menos. El voto elusivo, que en eso consiste lo que hemos llamado el “corralito ideológico” en que estaban atrapados las bases sociales de la izquierda española.
El corralito ya había dado muestras de un severo agotamiento en las elecciones andaluzas y especialmente en los comicios municipales y autonómicos de hace unos meses. Pero ahora ese agotamiento se ha confirmado definitivamente . ¿Es esto bueno para la izquierda? Bueno no, buenísimo pues se trata del fin de uno los dispositivos de equilibrio del bipartidismo diseñado por los poderes facticos en la transición. Para entender la importancia que el bipartidismo tenía para la transición solo hay que leer en los años setenta a uno de los ideólogos más potentes de la misma que no era Adolfo Suarez (Suarez leía tanto como escribía y escribía tanto como pensaba, y no pensaba) sino Fraga. Los textos de Fraga cuando estaba de embajador en Londres dejan claro cual es el modelo a seguir: la restauración decimonónica, el turnismo bipartidista entre conservadores y liberares. El referente político de este modelo era Cánovas del Castiilo al que Fraga le dedica numerosos trabajos y cuyo nombre preside una de las fundaciones más importantes del PP. El corralito ideológico de la izquierda era parte de ese modelo que como siempre se realizó de forma imperfecta. Curiosamente, ¿justicia poética?, ese modelo bipartidista de la restauración comenzó con la irrupción parlamentaria del PSOE por medio de su primer diputado que se llamaba Pablo Iglesias, era en 1910.
La respuesta de la izquierda ante esta nueva situación lo veremos en los próximos días. ¿Seguirá el PSOE siendo un instrumento para detener a la derecha o se dedicara a defender su espacio hegemónico en el corralito atacando obsesivamente a Podemos?¿ Y el PCE será capaz de sobrevivir fuera del corralito o seguirá queriendo convertir a Podemos en su nuevo disfraz político? ¿ Finalmente Podemos tiene otra agenda no se conforma con esto resultados y pretende ganar, al menso en la izquierda, en una segunda vuelta y le está ajustado las tuercas, nunca mejor dicho, al PSOE, a la par que pisa el acelerador para desfondar a miles de votos del PCE Solo un PSOE muy valiente, que entierre con rapidez a sus muertos, algo difícil pues el Comité Federal parecía un tanatorio el otro lunes, y que sea capaz de reconocer que el ciclo político de la transición esta agotado podría frenar a Podemos y recomponer el corralito ampliándolo. Lo veo difícil pues eso pasa por desalojar al PP del gobierno y gobernar, de una manera u otra, con Podemos, PCE y las izquierdas nacionalistas más la connivencia del PNV; y eso a su ve comporta, abrir un proceso constituyente, también de una u otra Ir a nuevas elecciones una vez que todo el mundo ha visto que el corralito ha sido arrasado, es una operación de altísimo riesgo .Esto es lo que hay , veremos.