Ópticos fueron Copérnico, Galileo, Da Vinci, Descartes, Spinoza, Leibniz y Newton entre otros. Un club prestigioso ciertamente. La importancia que el pulido de lentes ha tenido en la historia de la ciencia y del pensamiento occidental es muy relevante. “Las traslúcidas manos del judío labran un cristal ”, esas manos en los versos de Borges dedicados a Spinoza, han sido un instrumento central en la aventura del conocimiento. Gracias a este pulido de lentes hemos sido capaces de ir mas allá de los límites filogenéticos de nuestros sensores y por ello de ampliar nuestro sistema cognitivo. Sabemos y conocemos cosas, muchas cosas, que nuestro ojos primitivos no ven y que gracias a la óptica hemos visto. Como el príncipe Hamlet le decía a Horacio, hemos descubierto que “en los cielos y la tierra hay muchas más cosas que lo que nuestra filosofía contiene”. La importancia que esto tiene no se le debe escapar a nadie, el empirismo ya anunció el programa de control; pues al fin y al cabo, quizás tenga algo de razón, pero al revés, ese extraño empirista que fue el obispo ingles Berckeley, cuando decía aquello de “esse est percipi”; somos lo que percibimos.
Si la óptica y la ciencia nos ha permitido percibir lo que somos, también hay fuerzas empeñadas en que “seamos lo que percibimos” y que aquello que percibimos sea lo más contrario y alejado de lo que somos. Los clásicos le llamaron alienación y “falsa conciencia”. En la época, como la actual, de la feroz convivencia, como la de un matrimonio mal avenido; entre capitalismo y democracia, el pulido de lentes ha tomado una gran relevancia política. El campo de batalla por la hegemonía, se sitúa en cierta medida en los talleres que pulen las lentes ideológicas. Hacer ver el mundo se ha convertido en una forma de “hacer mundos” como nos enseño Goodman.
Por tanto si quieren que seamos lo que percibimos y controlan lo que percibimos nos hacen que seamos como ellos quieren que percibamos. ¿Y como quieren que nos percibamos? Como desiguales, competitivos, avaros, violentos, peligrosos, “hombres que son lobos para el hombre” en palabras de Hobbes. Los talleres de óptica del capitalismo pulen lentes para que nos veamos lo más alejados y contrarios a lo que somos y a lo que podemos ser. Por tanto cualquier oposición política a este programa del capitalismo cognitivo no puede basarse en el descubrimiento de ninguna realidad alternativa, Matrix es un reino del capital; sino en la mostración de la realidad tal como es y no sólo tal como la percibimos.
Paralelo 36 es un club que desde sus comienzos se ha trazado esa tarea de pulir las lentes de la emancipación para que los de abajo venzan a los de arriba, para que la vida le gane la partida al capital, para que el trabajo suprima a la explotación, para que la cooperación derrote a la desigualdad. La tentación frecuente y grosera de pensar que teoría y práctica son templos separados por una fosa de leones hambrientos, es un grave error que nuestro enemigos nunca cometen. La acción sin marcos cognitivos de orientación e interpretación (las lentes) es ciega y puede acabar disparando la flecha contra el corazón de nuestras gentes. La acción gobernada por lentes distorsionadas, aunque bien intencionadas, está condenada al fracaso. No tenemos otra cosa que la realidad, así somos los pobres, y a ella nos aferramos. Tu también puedes participar en nuestro talleres para que los de abajo venzan a los de arriba, para que la vida le gane la partida al capital, para que la cooperación derrote a la desigualdad. A, y recuerda, que este es un club prestigioso, emancipativo y aproximativo en el que puedes participar en nuestro talleres, recuerda que es un club prestigioso.