Por cojones hay que ser feliz. Por cojones hay que sonreír. Por cojones hay que mirar las nubes blancas entre una tormenta de nubes negras. Por cojones en un día lluvioso tienes que encontrar los rayos de sol. Por cojones entre la basura tiene que crecer la hierba y por cojones tienes que ser feliz aunque se haya muerto un ser querido, vayas a diario a un comedor social a comer o no le puedas dar a tus hijos de comer pescado porque no ganas un salario desde hace un año.
La psicología de mercadillo de Paulo Coelho y todos sus sucedáneos es más fina que yo, por supuesto, pero te dice lo mismo: si no eres feliz, es porque te falta actitud. Da igual que tengas que caminar todos los días diez kilómetros para ir a por agua para tu familia, que vive en una aldea de Senegal, que los terroristas hayan masacrado la escuela en la que estudia tu hija o que hayas estudiado un carrera durante cinco años, hables dos idiomas, y el único trabajo accesible sea ser cobrar 800 euros como dependienta de Zara.
Da igual que seas rico, que estés sano o enfermo, que cobres 400 euros o 3.000 al mes, que estés en paro o tengas un buen trabajo, que seas mujer maltratada o tengas una pareja perfecta, si no eres feliz es porque eres un inadaptado que necesita mirar con otras gafas la realidad.
Ayer un economista dijo en televisión, en horario de máxima audiencia, que tener 14 pagas al año es fruto de que somos una sociedad mimada y que eso a su vez nos hace infelices. El otro día, una responsable de una entidad bancaria me dijo –lo prometo- que una mujer amenazada por un desahucio sería más feliz perdiendo su casa porque así se quitaba una carga económica.
En los medios de comunicación nos dicen que nuestros problemas laborales se curan con un psicólogo, no vaya a ser que nos dé por acercanos a un sindicato, un partido político o una ONG, nos organicemos y jodamos el invento del capitalismo. Con la crisis, nos han recortado los derechos también por nuestro bien.
Y así, un sin parar de absurdeces, que inundan las estanterías de los libros más vendidos en las principales librerías, nos van cada día diciendo que ser feliz se esconde detrás de un libro de frases noñas escrito por el primer vendehumo que pasaba por allí, quien está haciendo su agosto engañando a un ejército de analfabetos emocionales y ególatras que se cree que puede llegar tan lejos como se proponga o que una sonrisa abre la persiana de la felicidad cada mañana.
Además de libros de frases ñoñas, absurdas, emocionalmente inútiles y de un vacío intelectual tamaño barco, también están de moda quienes se han echado a la calle a publicar libros de poesía de mierda que vienen a convertir en versos la prosa de la factoría Paulo Coelho: “Me miré, me acepté, me sonreí y me quise”, he leído hace un rato en un estado de Facebook .
Lo peor es que tenía chorrocientos ‘me gusta’ de gente que piensa que la felicidad es un festival de egos, que es un estado emocional que nada tiene que ver cómo viva tu vecina del quinto o tu compañero de trabajo. El yoísmo convertido en categoría política y elevado a secreto de la felicidad de toda una sociedad a la que educan en el individualismo para dejarla indefensa, desconectada de otras personas con las que comparte espacio político y vital. Ahí es ná.
Así, si te despiden de tu trabajo no te vayas a quejar de la reforma laboral, es que te falta actitud, imbécil; si se muere tu madre no llores, te falta actitud, imbécil; si llevas dos años sin recibir ingresos y vas a Cáritas a pedir comida a diario, ve con tu mejor sonrisa, imbécil, y no se te ocurra decir que el capitalismo te está arruinando la vida.
Si te dicen que llegarás tan lejos como te propongas, incluso sin herencia y habiendo nacido en Burkina Fasso, y no llegas, no te quejes, imbécil, que te falta actitud y estás lleno de odio. Si tu marido te maltrata, ponte tu mejor sonrisa, maquíllate como una puerta y no llores, imbécil, que el feminismo es ETA.
Si tu casa tiene veinticinco metros porque no puedes pagar más metros con los 700 euros que ganas, recuerda a diario que eres un afortunado porque vives en pequeño pero sueñas en grande. Y así, hasta terminar agradeciendo a Paulo Coelho y a todos los libros, frases, películas, noticias y anuncios de esta secta, que trata de convencerte de que a tu mierda de condiciones económicas, laborales y sociales sólo le falta una sonrisa cada mañana.
En este artículo se mezclan peras con manzanas, la felicidad, que debería conocer todo el mundo viene de dentro a fuera y no de lo que te ocurra en el exterior.Si te pasa algo malo, hay que soltarlo, trabajarlo y sentirlo, pero no engancharse al efecto «cuerpo-dolor» toda la vida. Dejar que cada uno tenga su periodo de duelo sea el que sea. Personalmente me revienta la gente que se está todo el día quejando porque el aire les molesta al pasar por su ano, y me da pena ver a personas así.
Mi padre cobra 400 euros con mi madre enferma y es un luchador nato, malgastar su energía quejándose no le quitará de su situación , sí como bien dices luchando, moviéndose y luchando por sus derechooos. Afrontar las situaciónes sin quejarte constantemente va lejos de ser sumisos y el borreguismo. Voto por el crecimiento personal, eso sí con una par…de lo que seaXD
por 00 no
solo si es asi…
acaso estar d mala ostia ayuda ? No ..al reves…
si tiene solucion y te pre-ocupas no te ocupas…
Fluir en la adversidad se puede
es el satori , el aquiahora,
no tiene qe ver cn ser tonto y tragar
Claro que eres toxic@, no ves que así puedes romper las burbujas de realidad alienada de los millones de adeptos del capitalismo. Tú haz como el resto de gente. Sonríe y calla, que si piensas o hablas demasiado no saldrás en la foto y puedes perder tu oportunidad de poder besar el suelo que pisan los grandes hombres y señoras de bien que controlan el poder y el dinero y puede que te quedes sin tus miguitas 0:)
Si eres infeliz es porque quieres, emprende y entonces seras feliz seguro.
Cuidado con quejarse que te llamarán tóxico…. Tóxico por no poner una sonrisa aunque te hayan echado del trabajo, Toxíco porque envenenas a los demás con tu cara de enfado, Tóxico por tener un mal día, Tóxico por no sonreír pase lo que te pase… Hasta los ovarios ya de llamar tóxico si no sigues esta corriente pseudo-happy-flower las 24 horas del día