Francisco Garrido. Gobernar es producir dos cosas: leyes y moneda. Ninguna de esa dos cosas puede ser producida por sujetos privados. El programa neoliberal ha supuesto el ataque más frontal, desde el antiguo régimen, al monopolio público del dictado de leyes y de la emisión de monedas . ¿Cómo se han privatizado? Por medio de la desregulación, la globalización y la corrupción política se han producido reglas internacionales (globalización) o informales (corrupción) que han sustituido, en gran parte, a las legislaciones nacionales. sin que los parlamentos las controlen ni las produzcan. La moneda ,tan importante políticamente como las leyes; ha sido sustituida por la creación de dinero que realizan los bancos privados a través del crédito y del endeudamiento, multiplicado este efecto de sustitución con los artilugios de la ingeniería financiera.
Sin el monopolio de las producción de leyes y monedas, no hay ni gobierno , ni Estado, ni democracia; solo representaciones teatrales. Los que gobiernan no son elegidos y los que son elegidos no gobiernan. Aquí esta el origen del tipo de desafección que hay hacia la política y la democracia en los momentos presentes. La ciudadania huele que los diputados son monigotes estúpidos, no hace falta que sean inteligentes, de un teatro de guiñol que manejan otros.
Estas privatización del Estado no obedecen a caprichos ideológicos liberales sino a la recuperación de beneficios y plusvalías por parte de las elites y las clases dominantes. La percepción social de esta realidad , se ha agudizado con la crisis económica . El «rey está desnuco2 y ahora todo el mudo lo ve y los dice, salvo el rey y sus vasallos. Las leyes que aprueban nuestros parlamento son «reglas de formación» de una legislación oculta (tipo TYPP) que es la real. La moneda que emite el BCE es un artificio al servio de la deuda. Nada es lo que parece en el espacio público aunque cada día el Estado se parezca más a Matrix. Por eso hoy no hay nada más subversivo que el orden normativo y financiero del Estado democrático.
Desatar esos dos nudos de privatizaciones y recuperar para la democracia al Estado (leyes y moneda) es hoy la única cuestión inmediata y urgente en la agenda política de la izquierda europea. La mayoría social ha percibido que PP y PSOE están atados de pies y de manos, ante los poderes de la globalización financiera; forman parte de la traición de las élites occidentales .Por ello el programa básico de Unidos Podemos es muy simple, más sencillo aún que el minimalismo del estilo IKEA: democracia.