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Granada se moviliza

spiriman-1Juan A. Pérez Unquiles. 30/nov/2016.

 

El PSOE de Granada y de Andalucía está desconcertado, Susana Díaz perpleja. No les cabe en la cabeza que después del importante número de edificios (utilizados con mucho retraso y ya con ciertos deterioros) del PTS y de los nuevos medios técnicos disponibles, el 16 de Octubre saliéramos, al menos 40.000 personas, a la calle, pidiendo una mejora de la sanidad pública, concretada en dos hospitales completos. Entendiendo por hospitales completos que todo lo que tenía el Clínico lo tuviese, al menos, el PTS.

 

Se señalaba también al gerente del complejo hospitalario y al viceconsejero, Martín Blanco como los responsables de la actual situación de Granada ya que eran unos manijeros destacados en hacer recortes y en poner en tensión a todos los sanitarios granadinos con sus declaraciones chulescas.

 

Su reacción inicial fue mirar para otro lado y nombrar como interlocutores para hacer una negociación a un consejo de gente, con algunas excepciones, dócil, de los acostumbrados a blanquear la estructura sin mirar si la estructura es la idónea. También intentaron ningunear y desacreditar al doctor Candel que, con un lenguaje claro, directo,valiente y desafiante había convocado la manifestación apoyado por la plataforma “Granada por su salud” que llevaba ya meses trabajando para que la Consejería de Salud rectificase. En vez de desacreditarlo lo convirtieron, como señaló Miguel M Velázquez, en un héroe popular.

 

Por primera vez se había cuestionado al Régimen Andaluz de más de 35 años, y lo ha hecho un ciudadano, un médico y unas plataformas que consiguieron movilizar a la ciudadanía. La Junta intentó presentar a los convocantes como quieres querían deteriorar la sanidad pública andaluza: a los profesionales, a los sindicatos, al PP, a Podemos, a los ciudadanos. Nada de eso funcionó.

 

El héroe  es un médico de la sanidad pública, los sindicatos son de la sanidad pública, la plataforma “Granada por su salud” es de mejora de la sanidad pública. Y es el gobierno andaluz quien recorta y desprestigia la sanidad pública de Granada y de otras partes de Andalucía por la negligencia de alguno de sus rectores y entre ellos destaca con mucha fuerza la figura de Martín Blanco.

 

El doctor Candel y las diferentes  plataformas han demostrado mucha más inteligencia que todo el gobierno de la Junta de Andalucía. Candel ha sabido estimular el granadinismo dormido. Hasta ahora la gente se quejaba en el bar o lo hacían sectores políticos de la ciudad y de la provincia que eran capaces de movilizar a personas muy politizadas pero minoritarias. Ni siquiera el auge de Podemos era suficiente para cuestionar la hegemonía del PSOE.

 

Su independencia, su denuncia de la situación de Granada en la cuestión sanitaria (pero se podría hablar de otra media docena de causas), las redes sociales, los profesionales sanitarios, los usuarios de la sanidad pública andaluza que han tenido incidencias negativas, corregibles con un poco de buena gestión, y la estupidez de algunos mandamases de la Sanidad Andaluza hicieron el resto para que esta movilización fuese tan masiva que sorprendió a propios y extraños.

 

También, a través de sus medios amigos, intentaron poner al doctor Candel de loco, “porque hospitales completos no había en ningún sitio” (cuando desde el principio habían dejado claro lo que era para ellos dos hospitales completos) y por supuesto no nombraban nunca al doctor Candel. Era la táctica de siempre, la que siempre les había funcionado.

 

El asunto empezó a cambiar cuando vieron que se convocaba una concentración para el 5 de noviembre.

 

Intentaron desactivarla destituyendo la víspera al gerente, Bayona. Y nombran a una profesional prestigiosa para sustituirlo: Cristina López Espada. Pero las ideas claras del doctor Candel y de la ciudadanía hace que unas 35.000 personas nos concentremos en demandas de sentido común y de la misma sale Spiriman con capacidad no solo de negociar con quien él quiera sino que es capaz de poner en cuestión, desde Granada, a la mismísima Susana Díaz.

 

En este proceso se va demostrando que a Paco Cuenca le viene grande el traje de alcalde y no sabe estar a la altura de las circunstancias. Queda como un funcionario del partido. El reto, superado por el doctor Candel, es que ha sido capaz de generar ilusión de pueblo que se siente traicionado por los responsables mediocres del PP y del PSOE granadinos que se han limitado a ser subalternos de sus aparatos de Sevilla y Madrid colocando a una provincia con alta montaña y mar, con un parque Nacional y cinco naturales, con feraces vegas y los dos pantanos más grandes de Andalucía, y a una ciudad que languidece a pesar de la Alhambra y su Universidad, a pesar de que debería ser la ciudad de la  cultura, de la biomedicina, la investigación, la judicatura y el turismo cultural de calidad. En definitiva una ciudad y una provincia que por sus características es parecida a la de Girona pero que esta provincia catalana es de las primeras en renta per cápita de España y Granada de las últimas.

 

Hasta ahora se lo hemos permitido, al PSOE y PP, los ciudadanos de la provincia de Granada pero pareciese que el doctor Candel nos hubiese ofrecido a Granada un momento populista para que la ciudadanía diga: hasta aquí hemos llegado.

 

La tercera manifestación en 40 días ha sido aún más numerosa. El gobierno, por boca de su Vicepresidente, ha aceptado negociar con las Plataformas y con el señor Candel aunque las plataformas no han sido convocadas. Nombrarlo les ha debido producir dolor de estómago. Estoy casi convencido que van a dejar caer a Martín Blanco para proteger a Aquilino Alonso y a Susana DÍAZ y que van a aceptar los dos hospitales completos pues necesitan apagar el fuego de Granada para que no se extienda a toda Andalucía como ya ocurrió el pasado domingo en Huelva y Málaga. Pero también está desconcertado el PP de Granada que ve que a esas manifestaciones van también sus electores que defienden la sanidad pública con ahínco, como la única sanidad a defender.

 

Aquilino Alonso necesita despejarle el camino a Susana para que pueda optar a la secretaría general del PSOE, sin el incendio de la sanidad pública andaluza. Candel, como punta de lanza de las plataformas y la ciudadanía, le acaba de ganar un pulso importantísimo al susamismo andaluz y lo que es más importante ha demostrado que en Andalucía se puede derrotar al PSOE y al PP pero hace falta hacer las cosas de otra manera: como las ha hecho nuestro Jesús Candel y quienes le acompañan.

 

 

Juan Pérez Unquiles, Loja.

 

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