@RaulSolisEU | Si denuncias que hay camareros cobrando 700 euros al mes por 12 horas de trabajo diarias, de las que sólo están dado de alta cuatro, es que odias el turismo; si denuncias que hay camareras de piso que acuden empastilladas a trabajar para poder limpiar 20 habitaciones diarias a 1,5 euros cada una, es que odias el turismo.
Si denuncias que los guiris borrachos se alojan en apartamentos ilegales y te vomitan tu patio, es que odias el turismo; si denuncias que tu alquiler ha pasado de 500 euros al mes a 900, porque al casero le es más rentable alquilar la vivienda ilegalmente por días que por meses de manera legal, es que odias el turismo. Si denuncias que los antiguos pequeños comercios y bares de toda la vida de tu barrio ahora son franquicias donde pagan 700 euros al mes a los camareros con contratos parciales que se convierten en jornadas de sol a sol, es que odias el turismo.
Si denuncias que estudiaste Turismo y estuviste viviendo en dos países varios años para perfeccionar tu nivel de idiomas y que ahora el hotel donde trabajas de recepcionista te paga 900 euros al mes, es que odias el turismo; si denuncias que estás harto de no poder salir de tu casa porque las manadas de turistas en fila india tienen bloqueado el portal de tu casa, es que odias el turismo.
Si denuncias que hay una burbuja turística que ha sustituido a la burbuja inmobiliaria, sostenida en bajos sueldos y expulsión de la población local de la ciudad, es que odias el turismo; si denuncias que es inmoral cobrar 100 euros por una habitación de hotel, mientras se le paga 1,5 euros por limpiar una habitación a una camarera de piso o 700 euros al camarero que te sirve el desayuno, es que odias el turismo. Si denuncias que los beneficios del turismo, sector que no ha conocido la crisis y que aumenta anualmente sus beneficios en más de dos dígitos, se tienen que repartir de manera equilibrada entre trabajadores, empresarios y ciudades turísticas, es que odias el turismo.
Si denuncias que el patrimonio histórico-artístico de nuestras ciudades no soporta la presión turística actual y que es posible que en unos años no podamos seguir viviendo del turismo porque nos lo habremos cargado por la avaricia capitalista, es que odias el turismo.
Si denuncias que el turismo debe ser un sector de futuro y no sólo de presente, que los turistas merecen visitar sitios auténticos, con vida real, y no parques temáticos y que los habitantes locales merecen poder conjugar vivir en su ciudad con el turismo, es que odias el turismo. Si denuncias que un trabajador del sector turístico no puede disfrutar de una semana de vacaciones al año porque el salario que recibe no se lo permite, es que odias el turismo.
Es lo mismo que ocurría cuando se denunciaba que la burbuja inmobiliaria impedía que las familias normales pudieran acceder a una vivienda digna o que la construcción estaba destruyendo el patrimonio ambiental y el litoral de nuestro país. Los que lo odian todo, menos su deseo de acumular beneficios a costa de explotar recursos naturales, históricos y humanos, han encontrado en la “turismofobia” su palabra clave para no abrir un debate sereno y serio del que no podrán salir bien parados y que podría poner freno a su ansia desmedida por la acumulación de beneficios a costa de la salud de mujeres que acuden a trabajar drogadas para poder soportar los dolores que les producen mover carros de ropa sucia y limpiar 20 habitaciones en cuatro horas. Turismofobia, tu padre.
Iván, le acahas de poner la guinda al pastel! Más claro, agua. Buena réplica!
Y si dices que en la cadena de produccion de automoviles el ritmo de trabajo, el esfuerzo fisico y el estres es muy superior, hasta cuatro veces mas, que el que soportan las kelly y los camareros, te toman por loco.
El segundo producto que mas se exporta en el mundo son los automoviles, el primero es el petroleo, a nadie le importa las condiciones de trabajo en las cadenas de produccion mientras eso trae la riqueza que paga las pensiones, la sanidad, la educacion… el bienestar social.
Por eso en EE UU a los trabajadores en cadena de produccion los llaman ratas, porque las ratas estan en la alcantarilla y no se ven.
El trabajo mas duro y esclavo es la cadena de produccion, ahi o trabajas drogado o terminas sufriendo de estress, insomnio y depresion, y al final terminas en la consulta del psiquiatra.
Y nadie te quiere comprender, incluso tu familia, porque para los demas los trabajadores esclavos en la cadena no existimos, somos ratas.
Ignoro en qué infierno paralelo vives o si tu camello se júbilo. Yo vivo en Benidorm, soy cocinero y toda esta patraña postappostapocalí nunca la he visto. Que hay lugares donde haces alguna hora de más, vale. Que te pagan sobre el 5, vale. Que no te renuevan, bien. Pero lo único que describes son mentiras y mas te valdría conocer la realidad de primera mano y dejar de escribir chorradas. Y te recuerdo que hay cientos de pueblos y ciudades que sin turismo serían desiertos. ¿Pero qué le importa esa minucia a un rica heredero como tú?
¡Cuánta razón tienes, Raúl Solís!
Increíblemente bueno. Mallorca está perfectamente descrito. Y no hablemos de becarios que realizan jornadas de más de ocho horas. Muy buen artículo.
Nadie dice que odies el turismo por denunciar lo que tú estás diciendo. Lo que es odiar el turismo y es de deficiente mental es lo de hacer pintadas de «tourist go home, you are not welcome», rajarles las ruedas de las bicis, asaltar sus autobuses, donde también seguramente va una señora que podría ser tu madre con la ilusión de disfrutar la única semana de vacaciones que su magro sueldo le permite. No te equivoques.