Andalucía está sufriendo esta crisis con una gran intensidad. Baste señalar que desde el segundo trimestre de 2007 el paro ha crecido ininterrumpidamente hasta superar el millón de personas, pasando del 11,96% al 26,33% y que hace más de un año que llevamos soportando una tasa de paro por encima del 20%. Al mismo tiempo el diferencial con la media del estado prácticamente se ha doblado al pasar de 4 puntos porcentuales a 7,5.
La primera lectura es que el modelo andaluz ha extremado todos los males del modelo español porque partíamos de una situación peor y desde el gobierno andaluz no se ha impulsado un modelo propio como ha ocurrido en otras Comunidades. Así, el País Vasco o Navarra han construido un sistema autónomo que está resistiendo con una enorme fortaleza la crisis. El pago mediante solares de la deuda histórica, como ha puesto de relieve Concha Caballero en este mismo blog, o las elecciones conjuntas con el Estado son los símbolos de la sumisión política con el gobierno de Madrid y por ende de la dependencia económica.
La segunda conclusión es que el gobierno de Zapatero está gestionando pésimamente la crisis porque no ha conseguido entenderla: primero negó su existencia, incluso en los debates electorales, tomando medidas despilfarradoras como la de los 400 € o la supresión del impuesto sobre el patrimonio y luego ha actuado como si fuese una crisis cíclica más con una estrategia basada en la previsión de una recuperación a corto plazo, con ayudas multimillonarias a la banca y sin tomar medidas para atajar el gasto corriente superfluo. La consecuencia de esta incomprensión de la naturaleza de la crisis ha sido la continua subida del desempleo pero ahora en un escenario de déficit público y deuda externa aterradora, lo que está poniendo en peligro el Estado del Bienestar.
Precisamente, por eso, creo que es necesario retomar la reflexión sobre la naturaleza de la crisis ahora que nos encontramos todos los días con una panoplia de medidas por parte de los partidos centralistas pero carentes de estrategia alguna. El PP en particular se caracteriza por su énfasis en el carácter diferencial de la crisis española, que es verdad pero que sólo es parte de la verdad, al mismo tiempo que intenta colar recetas neoliberales y minar los valores progresistas de la sociedad.
Llama la atención la confusión que intencionadamente se intenta generalizar entre crisis y recesión, olvidando que ésta (el crecimiento negativo del PIB) es tan solo una consecuencia de aquella. Y digo intencionadamente porque si esto fuese así estaríamos ante una crisis de demanda y por lo tanto se trataría de aplicar recetas keynesianas, tal como también explicó en este blog Andrés Sánchez. Sería pues de una crisis en el capitalismo y no de una crisis del capitalismo global, como hemos defendido desde los inicios de P36.
Es muy importante recordar que la crisis comenzó con dos fenómenos simultáneos: por un lado, el alza espectacular del petróleo y, por otro, con el estallido de la burbuja financiera – inmobiliaria, lo que provocó la crisis bancaria, la desvalorización de los activos, el efecto pobreza, la caída generalizada de la demanda y de las transacciones comerciales, la deflación y el paro generalizado, así como una respuesta de los Estados interviniendo en la economía de unas dimensiones nunca vistas hasta ahora.
La causa de ambos fenómenos originarios hay que buscarlas en propia estructura del propio capitalismo global, caracterizado por su estrategia en forma de crecimiento continuo, para mitigar las contradicciones provocadas por su desigualdad intrínseca y la consiguiente conflictividad endémica. Este crecimiento ilimitado ha provocado por una parte gravísimos desajustes en el metabolismo biofísico del planeta, cuyos mayores exponentes son el horizonte de escasez de materias primas, desde el lado de los recursos, y el cambio climático, desde el lado de las emisiones, y, por otra, una hegemonía del capital financiero sobre el productivo por la falta de rentabilidad marginal del éste (incremento exponencial de la productividad en la era digital y competencia global) y por la desmaterialización de los activos, incluido el dinero.
Durante el desarrollo de la crisis, sin embargo, se ha mitigado la percepción de los efectos directos de la crisis ambiental. El precio del petróleo, cuya subida habían adelantado de forma especulativa los Mercados de Futuro, ha descendido por la caída de la demanda agregada (aunque se mantiene, a pesar de ello, en torno a los 80 $ el barril), y el cambio climático ha sido marginado como problema, al igual que las organizaciones internacionales que lo estudiaban con mayor profundidad, como es el caso de la ONU. Pero es la contradicción entre el crecimiento ilimitado y los límites intrínseco del planeta lo que marca la tendencia y por tanto la verdadera singularidad de la naturaleza de esta crisis. La inestabilidad se ha adueñado del mundo porque la inviabilidad del sistema ya ha avisado y no se vislumbra ningún camino para luchar contra las causas profundas de la crisis.
La actual situación de recesión, en el contexto de efectos económicos generalizados de la crisis ambiental (la gran novedad ya adelantada en el informe Stern), está produciendo una compleja red de problemas entre los que se encuentran:
a) la rápida reestructuración territorial del poder internacional al haber adoptado los Estados estrategias de free riders (la anarquía internacional permite que busquen una posición ventajosa y ninguno asume su cuota de coste común);
b) el riego para el Estado del bienestar por la tendencia de convertirse el paro cíclico en paro estructural,
c) y la amenaza de nuevas manifestaciones de la crisis en forma de tormentas monetarias, donde el euro aparece especialmente afectado por la debilidad de su construcción al no coincidir su espacio (apolítico) con el espacio de la Unión Europea (afinanciero y con déficit democrático).
Los grandes baluartes del desarrollismo son hoy la principal rémora para afrontar la crisis: racionalidad “parcelaria”; banalización del espacio y el tiempo; múltiples Estados incapaces de gestionar problemas globales; valores individualistas y consumistas que pueden arrasar las estructuras políticas comunitarias como las formaciones nacionales al margen de los Estados; desconexión de la ciencia económica con el medio ambiente y los bienes de no mercado en general; fe ciega en el capitalismo como si no se tratara de un producto histórico; adelgazamiento de la democracia hasta convertir la política en una estructura al margen de la sociedad o hegemonía del poder privado global e ilimitado sobre los poderes públicos limitados (afortunadamente) encerrados en las fronteras estatales (asimetría jurisdiccional).
Hoy más que nunca es necesario pensar globalmente y actuar localmente. Necesitamos comprender la naturaleza global de la crisis y actuar en nuestro entorno político, como es en nuestro caso Andalucía, diseñando estrategias de transición y síntesis en las que se pueda conjugar el corto plazo (la emergencia del paro) con la necesidad de diseñar un modelo propio para salir de la crisis.
Tal vez sea exactamente esto lo más importante: saber que no sirve ninguna receta estándar para afrontar la inevitable contradicción que supone la necesidad de crecimiento para crear empleo en un contexto de imposibilidad de crecimiento ilimitado y la necesidad de estrategias solidarias en un contexto internacional de Estados que se comportan como agentes que buscan salidas individuales. Es necesario adoptar una estrategia andaluza propia para una salida solidaria, establece y sostenible de la crisis, nuestro camino propio, liberados de la irrealidad en la que nos envuelve el sistema.
no hay alternativa, en esta tierra, todo el mundo espere que venga alguien y de trabajo, para cuando la creatividad de los de aqui, para cuando los grandes empresarios de una tierra llamada andalucia, para cuando ese MALAGA VALLEY, valiente horterada, no sabemos ni crear un nombre original para «eso», pero ojo esto es solo un detalle, las alternativas las crea la gente del lugar, los que se arriesgan, los que se tiran al rio, sin flotador, los que vislumbran el futuro, los que intuyen, los que saben ver,los que saben pensar etc etc
¿donde esta esa gente? llevo andando por andalucia muchos años y solo veo iniciativas de muy poco ingenio,
de tipo taxiciclo, osea como en oriente, joder y a eso le llaman innovacion y arriesgarse, madre mia, con estas iniciativas que dios nos coja como quiera, y seguro que puede ser peor, alternativa aqui no la hay
dentro de cien años si la gente cambia, igual si, pero con el caracter de esta gente, no se puede hacer nada,
no tienen industria, la agricultura que ofrecen es mas cara que la que se trae de marruecos o argelia u otros paises, el turismo esta de capa caida, sus hoteles mas emblematicos estan en suspensiones de pagos o regulaciones de empleo, la pesca esta esquilmada y ojo amigos y de esto no se acuerda nadie
2013 se acaban las subvenciones de europa, entonces si no habeis resuelto vuestro problema, os hundireis en la miseria de las subvenciones estatales y regionales
estais cansados, agotados, derrotados, de palabra todo el mundo se come el mundo, de hechos , ¿que hechos teneis? habeis votado a ese partido socialista que se ha gastado 2 billones en dejar andalucia tal y como estaba hace 50 años, la gente consume como en el 2010
pero su complejidad mental es de los años 80 su mecanismo colectivo es nulo todos a por todos, nadie importa una mierda solo el puto DINERO no hay vision de futuro, a la gente le importa una mierda, todo aquello que no este relacionado con ganar mas dinero, pero que os voy a decir, todo lo vais a negar, os faltan 100 años de evolucion, la pena es que cuando pasen
OS VOLVEREIS A QUEDAR ATRAS, Y SI NO MIRAR VUESTRA HISTORIA,
LO SIENTO MUCHO
ADIOS
Decía un amigo de Pinos Puente que un vecino de este municipio con opiniones muy curiosas decía que lo que deberían hacer la gente por la mañana era trabajar y por las tardes dedicarlas a tareas menores como eran: la medicina, abogacía y demás profesiones referidas al sector servicios en general. Ejemplifico esta curiosa teoría para explicar que se estan dando recetas que tienen que ver con medidas menores que pueden ser importantes, pero que no explican, ni plantean una solución definitiva a la crisis. Despues de subir el IVA, bajar o congelar sueldos, diminuir gastos que afectan a gobiernos tanto locales, como autonómicos… Después de todo, me pregunto: ¿ Y de qué vamos a vivir. ? ¿ Qué vamos a vender? Antes teníamos la certeza de que el ladrillo sería el motor del crecimiento , pero ahora….¿ Cuál es la alternativa.