15.000 personas se han manifestado esta mañana en Madrid bajo el lema “Por una Alimentación y una Agricultura Libre de Transgénicos”. Agricultores, ecologistas y consumidores de todo el Estado han recorrido la ciudad exigiendo al Gobierno que siga el mismo camino recorrido por países como Francia, Alemania o Austria, y prohíba el cultivo de maíz transgénico en España.
España es el único país de la UE que cultiva transgénicos a gran escala. El año pasado, fueron 76.000 las hectáreas cultivadas con maíz modificado genéticamente en nuestro país. Este cultivo se desarrolla bajo una absoluta falta de transparencia y control, con numerosos casos de contaminación de cosechas y alimentos. Aún así, el Gobierno ignora sus impactos sociales y ambientales, y las consecuencias sobre la salud que han llevado a otros países a prohibirlo.
Nos encontramos en el semestre de Presidencia Española de la UE, y el Gobierno tiene, si cabe, aún más responsabilidad para impulsar otro modelo de agricultura y alimentación. Sin embargo, cuando la Comisión Europea aprobó hace pocas semanas el cultivo de una patata transgénica, España fue uno de los pocos países que apoyó esta decisión.
La multitudinaria manifestación supone el acto central de una semana de acciones contra los transgénicos, con decenas de protestas, charlas y acciones informativas por todo el Estado. Las organizaciones convocantes consideran que esta movilización supone una demanda clara y contundente al Gobierno para que actúe en defensa del medio ambiente, la agricultura y los derechos de los consumidores, y prohíba el cultivo de transgénicos en el Estado Español.
La manifestación ha sido convocada por PLATAFORMA RURAL (Amigos de la Tierra, Cáritas Española, Colectivos de Acción Solidaria, Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), CERAI, CIC BATA, CIFAES, Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Colectivo Tierra de Campos, Ecologistas en Acción, Entrepueblos, Fundación Emaus, Jóvenes Rurales Cristianos, Movimiento Rural Cristiano, MUNDUBAT, Red África Europa, Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE), SOC, SODEPAZ, Universidad Rural Paulo Freire, Veterinarios sin Fronteras, Xarxa de Consum Solidari, ACSUD Las Segovias País Valencià) y GREENPEACE, con el apoyo de CC.OO, la Confederación Española de Madres y Padres del Alumnado (CEAPA) o el Consejo de la Juventud de España, entre otras muchas organizaciones.
Publicado en http://www.tierra.org/spip/spip.php?article1035
Tres argumentos al margen del medio ambiente, la salud, la biología molecular y la agronomía
Lo único que le hacía falta a la agricultura andaluza es que los mercados europeos cerraran sus puertas a nuestras exportaciones por contener productos modificados genéticamente. Estos mercados, que son nuestros mercados preferentes, son muy sensibles a este tipo de cuestiones. Los estudios de opinión y de mercadotecnia son claros y el rechazo de agricultores y consumidores europeos es muy mayoritario. Este es el motivo de que grandes cadenas comerciales de alimentos hayan declarado su negativa a vender productos que contengan modificación genética.
El desarrollo de la agricultura ecológica en Andalucía es vanguardia es incompatible con la agricultura transgénica. La normativa de certificación de los productos ecológicos exige un grado cero de contaminación genética. Este l sector agroecológico es el sector económico que proporcionalmente más ha crecido y mas puestos de trabajo ha creado en el mundo rural andaluz en los último diez años . Es también el quemas valor añadido deja en nuestra tierra y el que tiene una mayor orientación hacia un desarrollo endógeno sin dependencia de tecnologías, semillas e insumos de multinacionales.
Nada nos haría depender más de las multinacionales agroquímicas que la agricultura transgénica. Las multinacionales, por medio de las biopatentes, son las dueñas de las semillas. Si queremos depender aun más, que ya es difícil, de las multinacionales y que el valor de nuestros productos agrícolas se vayan fuera, apostemos por los transgénicos.
Y no hablo ni de medio ambiente, ni de salud, ni de biología molecular , ni de agronomía, por no cansar. En P36 hay publicado estudios que puede consultar sobre esto enfoques. Como ve sabemos lo que pedimos. Y sabemos la opinión de los agricultores: COAG y UPA , que son las organizaciones que representan al agricultor medio y pequeño ,rechazan los transgénicos. ASAJA, que todos sabemos a quién representa, apoya la agricultura transgénica .Conocemos estudios de opinión donde le rechazo es ampliamente mayoritario.
A veces me pregunto si meditamos profundamente nuestras reivindicaciones. Cuando la agricultura andaluza pierde competitividad ante los productos de países extracomunitarios (donde hay salarios explotadores, donde no hay seguimiento de calidad de los productos, donde la argicultura es anti-ecoólogica utilizándose productos ya prohibidos en la UE) nosotros cerramos posibles puertas de futuro para nuestras familias agricultoras de pequeños y medianos propietarios de buena tierra productiva. Si los transgénicos no los desarrollamos en nuestros campos se desarrollarán los campos que nos hacen la competencia deselal de ahora, poniendo un futuro más negro a nuestro sector primario.
¿Sabemos lo que pedimos a veces?
Si hicieramos un tanteo entre nuestros agricultores si quieren o no transgénicos, ¿que opinarían?
Pensadlo.