Felipe González engrosó ayer la larga nómina de ex presidentes del Gobierno que –en España y en otros países–, tras dejar la política, se incorporan a los consejos de administración de importantes grupos empresariales. La diferencia respecto de otros casos, en los que la cuarentena apenas ha existido, es que su fichaje se produce 14 años después de haber salido del palacio de la Moncloa, del que fue inquilino durante otros casi 14. La coincidencia es que, como otros destacados ex gobernantes, ha fichado por una multinacional energética.
El consejo de administración de Gas Natural Fenosa anunció su nombramiento por cooptación, como consejero independiente y para un periodo de tres años, a través de un comunicado. El ex presidente del Gobierno percibirá por este cargo un mínimo de 126.500 euros brutos anuales, que se quedarán en 82.000 netos tras aplicar las correspondientes retenciones.
La remuneración bruta podría superar los 200.000 euros si asume la presidencia de alguna comisión, de acuerdo con la tabla de retribuciones publicada en la última memoria corporativa de la empresa. Ese era el caso de la persona que deja la vacante que él ocupará, José Arcas –presidente histórico de Nestlé–, que cobraba 213.000 euros anuales. Los consejeros independientes, como será su caso, percibieron en 2009 un promedio de 175.000 euros brutos.
Sin casa propia
Esos ingresos, según fuentes próximas a González, que ha cumplido ya 68 años, pasarán a convertirse en los únicos fijos que tiene, junto con lo que recibe del Estado por su condición de ex presidente: unos 80.000 euros anuales. Añaden que no tiene ninguna otra fuente de ingresos, salvo los que obtiene como conferenciante, actividad por la que tiene un caché que supera los 50.000 euros brutos.
Además, el comunicado de Gas Natural Fenosa revela que es accionista de esta sociedad, aunque no aclara la cuantía de su participación, dato que tampoco quisieron desvelar sus colaboradores al considerar que pertenece al ámbito privado. Sí aclararon, sin embargo, que –en contra lo publicado en más de una ocasión–,
“no es asesor ni cobra nada” del multimillonario mexicano Carlos Slim , aunque “son muy amigos y hablan con frecuencia de muchas cosas”.
González, según estas fuentes, tampoco tiene propiedades inmobiliarias, ya que la residencia que tenía en las afueras de Madrid se la quedó Carmen Romero tras su separación y otra propiedad en Andalucía la cedieron ambos a uno de sus hijos. Añaden que “paga un alquiler” por la casa en la que vive con su actual compañera sentimental y que la edificación que tenía prevista en un terreno en Marruecos está “paralizada” por falta de fondos suficientes.
Gas Natural Fenosa, grupo participado por Repsol y La Caixa, justificó el fichaje del ex presidente en los siguientes términos: “En el área internacional se desenvuelve con total seguridad y goza de unanimidad de criterios sobre su valoración como estadista. Su profunda conexión con Latinoamérica le ha permitido participar en foros tales como el Club de Emprendedores, el Foro Iberoamérica y el Círculo de Montevideo. Su prestigio y reconocimiento también le viene desde la Unión Europea, donde en los últimos años ha sido candidato a ocupar, entre otros, el cargo de presidente del Consejo Europeo”.
Contactos sin fronteras
Sólo desde agosto, González ha cruzado el Atlántico en cinco ocasiones y su predicamento en Latinoamérica llega al punto de que raro es el nuevo presidente electo en un país de la zona que no quiera hablar con él, como ha ocurrido con los nuevos mandatarios de Chile y Colombia.
El miércoles regresó de Nueva York después de participar en un foro de debate progresista con Bill Clinton y Tony Blair. Y el día 9 se reunió en Bruselas con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, con el que colabora como presidente del comité de sabios al que se encargó diseñar el futuro de la Unión Europea.
Pero su red de contactos no tiene prácticamente fronteras geográficas. En 2006, fue pública su entrevista con Mahmud Ahmadineyad, el presidente de Irán, potencia petrolífera y gasística. En el consejo de administración del grupo energético, González coincidirá con el que fue su primer ministro de Defensa y su último vicepresidente, Narcís Serra