Lluís Sabadell Artiga.
Cambio de paradigma. Se ha hablado y mucho sobre el fenómeno de la Web 2.0 y de sus consecuencias culturales y sociales. No creo que exagere al afirmar que ha sido uno de los grandes hitos de nuestra historia reciente y que sus consecuencias a todos los niveles (social, cultural, psicológico, etc.) han sido, están siendo y serán decisivos.
En un mundo como el actual en el que se fomenta el ultra-individualismo, la web 2.0 ha resultado ser a la vez un revulsivo y un incentivo de esta tendencia. Ha supuesto un nuevo espacio de expresión de lo personal (sobredimensionado, si se quiere) pero también un lugar de encuentro que ha fomentado la capacidad de catalización social democratizada, donde todos -al menos los que poseen una conexión a internet y un ordenador, móvil o dispositivo similar que permita transmitir información- tienen su oportunidad de expresarse y de interactuar. Si bien es cierta la tan criticada banalidad o superficialidad de este nuevo tipo de relaciones no es menos cierto que también ha generado movimientos de calado profundo tanto personal como colectivamente.
Virtualización del mundo. Al convertirnos todos en potenciales emisores, gracias a estas herramientas 2.0, se ha producido una imparable virtualización de nuestro mundo, todo debe convertirse en información que pueda compartirse por internet (sea en forma de texto, de video, de fotografía…) permitiéndonos exponer nuestros pensamientos, opiniones, sueños, delirios, aficiones, oficios, contactos, experiencias, desgracias, las fotos de la última fiesta, de las vacaciones o incluso nuestras perversiones. Todo es susceptible de digitalización incluso las calles de nuestras ciudades, el espacio exterior o el planeta Marte, ahora accesibles gracias a Google Earth. De este movimiento se ha criticado la peligrosidad de confundir lo virtual con real o incluso que lo real ya no existe si no es en lo virtual: “si no apareces en google es que no existes…” Pero estas críticas, en mi opinión, no han percibido que éste haya sido el inicio de un doble movimiento natural: todo lo que sube… baja.
Espacio virtual y Espacio físico. Si Wikipedia -como ejemplo emblemático de la web participativa y abierta- ha consistido en subir y generar contenidos en la red de manera colectiva y abierta, a su vez se ha iniciado un movimiento descendente -si continuamos con la metáfora de subir/bajar contenidos a la red- en el que nuestro entorno se está viendo transformado en muchos casos global y masivamente gracias a estas herramientas 2.0 (Myspace, Facebook, Youtube, Picasa, blogs, wikis…). Este hecho supone un altísimo nivel de empoderamiento -personal y colectivo- que conlleva una enorme capacidad de transformación de nuestra realidad social, medioambiental y personal de la que aún no somos del todo conscientes.
Cambio de uso y mentalidad. Con la web 2.0 sencillamente aprendimos una nueva manera de usar lo que ya existía: la web. La misma wikipedia lo define así, “término asociado a un fenómeno social, basado en la interacción que se logra a partir de diferentes aplicaciones web, que facilitan el compartir información, la interoperatividad, el diseño centrado en el usuario y la colaboración en la World Wide Web.” Es importante destacar este aspecto y comprender que ha sido un cambio de mentalidad más que un avance tecnológico lo que ha iniciado esta revolución.
La próxima web y el espacio físico. Si buscamos en la misma enciclopedia el término Web 3.0 sólo se hace referencia a avances tecnológicos -que si la web 3.0 será 3D o si será la web semántica…- pero cabría suponer que este nuevo fenómeno, como lo fue su antecesora sea más un cambio social que no un cambio tecnológico, aprendiendo nuevas formas de usar esas herramientas que ya están a nuestro alcance. En 2007 en unos debates y conferencias sobre la próxima web celebrados en ArtFutura Steven Johnson exponía que la próxima web sería ultra-local y geolocalizada y presentó el proyecto de outside.in un sistema de noticias geolocalizadas en el que trabajaba en esos momentos. Obviamente se barajaron y expusieron otras muchas posibilidades pero esta idea de anclar lo virtual a lo físico -en un momento en que todo tendía a globalizar y virtualizar lo personal, íntimo y local- abría unos horizontes nuevos que creo han marcado el camino y son el fundamento de lo que aquí llamaré la Web 3.0.
Web 3.0 y trasformación de la realidad física. En un artículo del año 2006 Juan Freire -también presente en las mismas jornadas- plantea el término Urbanismo 2.0 que posteriormente llamará urbanismo emergente, y que consiste en la utilización de estas herramientas 2.0 para la transformación y la mejora del espacio público. Posteriormente aborda esta idea analizando el proyecto Palo Alto Pedestrian Mall en el que unos estudiantes de la Universidad de Stanford promueven la peatonalización de un espacio público desde Facebook. Con este proyecto y con algunos otros que analizaremos a continuación se inicia un fenómeno de contaminación entre lo virtual y lo físico, en el que las herramientas 2.0 no sólo son usadas para compartir/generar (virtualmente) información sino que además inician movimientos de transformación del espacio físico (o analógico, como dice el propio Freire). Éste es, precisamente, el fenómeno que aquí denomino Web 3.0 y que no se ciñe sólo al urbanismo sino que, como veremos, abarca ámbitos de transformación mucho mayores, llegando incluso a intervenir a la escala de países enteros. Este fenómeno nuevamente se basa más en un cambio de mentalidad que en un avance tecnológico y transgrede las fronteras entre lo virtual y lo físico transformándolo y generando nuevos espacios expandidos y híbridos.
Hacer posible lo imposible. En la conferencia Predicting the next 5.000 days of the web Kevin Kelly apuntaba que lo que hemos aprendido en esta última década es que lo “imposible en teoría es posible en la práctica” Wikipedia era algo imposible en teoría hace unos años y hoy se ha demostrado como una realidad incontestable. En este sentido el proyecto Teeme Ära (Let’s do it) realizado en Estonia en el año 2008 -y después replicado en otros países como Portugal- demuestra otra vez la validez de esta frase. Ante un problema nacional de vertidos de basura en los bosques de todo el país al que ni el propio gobierno sabía como hacer frente, un grupo de personas particulares decidieron que podían recoger la basura de todos los bosques en un solo día reclutando 30.000 voluntarios. Pues bien, algo que parecía imposible y utópico en teoría, se convirtió en una realidad ya que 50.000 voluntarios recogieron más de 6.000 toneladas de basura en tan solo 5 horas… transformando así, mediante la ayuda de móviles con GPS, cámara fotográfica y herramientas propias de la web 2.0 una realidad física y una problemática concretas. Literalmente cambiaron el mundo en un solo día.
Intervenir a múltiples escalas. Hay otros proyectos que utilizando estas herramientas abiertas y participativas se han convertido en muy poco tiempo en movimientos globales que están transformando -cada uno con escalas y con objetivos muy diversos- nuestras ciudades, pueblos, bosques. Hasta hace no mucho tiempo nos hubiéramos mostrado incrédulos ante la afirmación que mediante mensajes de móvil, cuentas en Facebook y similares estrategias se podría cambiar el curso de unas elecciones o que Obama fuera elegido presidente. Park(ing) Day y Transition Towns son otros proyectos que ,gracias a su modelo de código abierto y al uso de internet, se han globalizado muy rápidamente contribuyendo a la transformación del espacio público y de las ciudades. El primero promoviendo por un día la recuperación por parte de los peatones del espacio dedicado a los coches de la ciudad y el segundo trabajando por la independización de las ciudades y pueblos del petróleo. Por otro lado ArreglaMiCalle o bien Ziudad son dos webs mediante las cuales los ciudadanos pueden hacer propuestas concretas de mejora de sus ciudades localizándolas en mapas que son votadas y posteriormente transmitidas a los respectivos ayuntamientos para que procedan a implementarlas.
La realidad de la web 3.0. La web 3.0 ya está aquí y no es sólo algo virtual, intangible, desmaterializado, sino al contrario, es un fenómeno arraigado a la tierra, al espacio urbano, a los bosques… Es la web que potencialmente nos permite transformar de manera intencionada, consciente y masiva nuestra realidad física (analógica) generando un nuevo cambio de paradigma. Un fenómeno social -basado en un cambio de mentalidad y de uso de las herramientas de las que ya disponemos- que fusiona el espacio virtual y el físico de manera que acaban fundiéndose y diluyendo sus fronteras y que nos permiten expandir nuestra realidad con la cabeza puesta en las nubes (clouds) pero a la vez con los pies firmemente asentados en la tierra.
Este articulo ha sido escrito por Lluís Sabadell Artiga para el blog “La Ciudad Viva“, una iniciativa de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.