Andalucía, en contraste con el protagonismo de otros territorios, ha estado, una vez más, ausente en este debate de investidura. De igual manera, parece que las propuestas que, como alternativa a un gobierno de la derecha, se están ofreciendo en el estado, no se plantean en Andalucía y, por lo tanto, carecemos, de cualquier horizonte de cambio.
Nuestra prioridad política es contribuir a hacer viable una vía propia para que los andaluces y las andaluzas tengamos la oportunidad de avanzar y superar los retos que nos plantea esta nueva época. Para ello necesitamos construir una mayoría social y un proyecto para el cambio. Y esto solo lo podemos hacer con una propuesta política que, desde la izquierda, sume.
A partir de las elecciones del 20 de diciembre de 2016, con la irrupción de Podemos como una fuerza parlamentaria equiparable a la del PSOE, se está superando el viejo sectarismo izquierdista que convertía las diferencias con la socialdemocracia, que en muchas ocasiones había girado hacia el social-liberalismo (tercera vía), en un enfrentamiento “moral” (traidores, etc.) en vez de político. Los continuos llamamientos de los líderes estatales de Podemos, IU, Compromís, En Marea o de En Comú Podem, para formar un gobierno con el PSOE, la existencia del gobierno de coalición en Valencia entre el PSOE y Compromís o la colaboración para gobernar en Comunidades Autónomas y Ayuntamientos ha abierto una nueva etapa de diálogo y acercamiento en el conjunto de la izquierda para construir mayorías sociales y poder gobernar, desalojando del poder a la derecha.
Andalucía cuenta en estos momentos con 67 parlamentarios de la izquierda frente a 42 de la derecha. Es la Comunidad Autónoma con mayor porcentaje de representación de un electorado de izquierda pero también somos la Comunidad Autónoma donde están mas enfrentados el PSOE y Podemos e Izquierda Unida. Es mas, sus respectivos líderes se caracterizan precisamente por el discurso de confrontación entre el PSOE y la izquierda alternativa, condicionados por la pasada experiencia de ruptura del gobierno de izquierda causada por errores compartidos, pero con una responsabilidad directa de la Presidenta que rompió unilateralmente el pacto y convocó elecciones, transitando por una dirección opuesta a la que se trascurre por el conjunto del estado.
Pero el pasado, pasado está. En ningún otro territorio es tan importante convertir la mayoría parlamentaria de la izquierda en un gobierno para el cambio no solo porque somos el territorio con mayor peso electoral sino también por la compleja la realidad andaluza que es bifronte. Por un lado hemos experimentado la mayor transformación de nuestra historia en un periodo corto de tiempo (democracia, autonomía, integración en la UE, modernización social, acercamiento a la renta media de la UE) pero por otro somos el territorio de la UE con la mayor tasa de paro; todos los indicadores nos sitúan en los tres últimos puestos de las 17 Comunidades Autónomas; un 35,7% de la población está por debajo del umbral de la pobreza y tenemos serios problemas para converger con la media española no solo en empleo y renta sino en especialización industrial, desarrollo tecnológico, autonomía energética, capacidad financiera, niveles formativos y potencia empresarial. En cambio, el actual modelo económico está esquilmando nuestros recursos naturales y nuestro patrimonio cultural con una especialización en actividades de escaso valor añadido y fuerte dependencia de los centros de decisión exteriores.
En estos momentos constatamos la derechización de muchas de las políticas sectoriales ejecutadas por el PSOE en la Junta de Andalucía y la parálisis administrativa por la ausencia de un proyecto político porque es imposible que el actual gobierno del PSOE pueda llevar a cabo un programa de izquierda apoyándose en Ciudadanos que es el partido de la nueva derecha, el partido que apoya a Rajoy y que incluso lo supera en planteamientos neoliberales y centralistas.
También es inviable que la izquierda alternativa andaluza (Podemos + IU) pueda alcanzar por si misma la mayoría parlamentaria para gobernar. Ganar a los retos que nos plantea esta nueva época solo es posible si avanzamos hacia un gobierno de cambio fruto de la negociación entre las actuales fuerzas parlamentarias del PSOE, Podemos e IU. No hay otra alternativa.
Para ello necesitamos crear puentes de diálogo en la izquierda superando los planteamientos sectarios tanto en el PSOE como en Podemos Andalucía y en Izquierda Unida Andalucía. Y esto es posible porque en las formaciones de la izquierda andaluza existen amplios sectores que no solo son propicios al diálogo sino que saben que es el único camino.
Estamos perdiendo un tiempo político que tiene un valor incalculable. Ni Unidos Podemos es una opción populista y bolivariana ni el PSOE son los traidores derechistas disfrazados de izquierda. Tenemos que empezar por respetarnos. No se trata de renunciar a ningún planteamiento, al contrario, desde la pluralidad tenemos que buscar espacios de diálogo para hablar de los problemas de Andalucía y de los consensos que podemos generar en torno al diagnóstico de nuestra situación y de sus alternativas.
Tenemos un adversario común, la derecha andaluza, tanto la conservadora del PP como la neoliberal de Ciudadanos, que coinciden en su apoyo al gran capital y al mas añejo centralismo. Ahora, tras el apoyo de Ciudadanos a Mariano Rajoy para ser investido presidente con un programa común, tiene todavía menos sentido la colaboración del PSOE-A con este partido. Lo que necesitamos es un gobierno de izquierda para transformar Andalucía a favor de las clases medias y populares, de los trabajadores y trabajadoras.
Es necesario abramos espacios de encuentro en la militancia de base, con la participación de los sindicatos y de las organizaciones sociales, donde podamos ir consensuando acuerdos sobre un programa de cambio para Andalucía que sea capaz de plantear el proyecto ilusionante que pueda situar a Andalucía al menos en los niveles de empleo y renta medios europeos y españoles.
Vicente Algarin
Patricia Fernández
Antonio Luis Girón
Juan Holgado
José Antonio Jiménez
Jorge López
Andrés Lozano
Enrique Monterroso
José Antonio Pino
Gloria Pérez
Pilar Praena
Antonio Rescalvo
Rafa Rodríguez
Carmen Rodríguez Guerra
Blas Rueda
José Santana
María José Torres
Antonio Carlos Zurita
En serio….ahora el PSOE son buenos.el pasado ha pasado…así nos va y así nos irá.
Sólo una fuerza realmente andalucista sirve.
Después de 30años….nos va a salvar el PSOE.jajaja
A mi modo de ver, ahora se dan dos tipos de binomios políticos; por un lado el binomio derecha-izquierda y el otro es centralizador-descentralizador. Desde esta perspectiva se pueden dar cuatro opciones:
1.- Fuerza política de derecha y centralizadora.
2.- Fuerza política de derecha y descentralizadora.
3.- Fuerza política de izquierda y descentralizadora
4.- Fuerza política de izquierda y centralizadora.
Entonces si se quiere avanzar en la autonomía o autodeterminación lo más lógico es basarse en fuerzas políticas descentralizadoras y para ello practicar la transversalidad referente al binomio derecha-izquierda, siempre que se respete unas premisas esenciales que son: Defensa de los Derechos Humanos, Estado del Bienestar Social, Defensa de los Animales y por último Defensa del Medio Ambiente.
Y Yo preguntaría ¿cuáles son las fuerzas políticas que tienen representación parlamentaria en el Parlamento Andaluz que consideran a Andalucía como Nación?
Gran artículo de humor
Lo suscribo. Por supuesto