Acabar con el corralito ideológico de la izquierda

Uno de los legados del franquismo fue la condena a tener que optar entre el PSOE y el PCE como únicas opciones de izquierda en España, y en especial en Andalucía;; esto  obligó a la mayoría social a elegir al PSOE, lógico, entre la Alemania Federal de Willy Brant y la URSS de Brenev, no había color. La larga y plácida hegemonía del PSOE en la izquierda española se ha debido en gran medida a que la única alternativa era el PCE. El PSOE necesitaba tanto al PCE a su izquierda como el PCE al PSOE a su derecha como hermano mayor de la gran familia. Por eso hicieron todo lo posible para que no surgiera otra izquierda y por eso a ambos Podemos los pone malo de los nervios

Anguita trato de romper este binomio de hierro con su estrategia del sorpasso y de  autonomía  frente al PSOE pero intento de hacerlo desde dentro del PCE y este se lo acabó comiendo . Por ello Anguita fue difamado, ridiculizado y atacado con saña desde el PSOE (las campañas infames de PRISA) o desde el aparato  del PCE, Alcaraz le hizo la vida imposible, los del marxismo ladrillismo de Madrid lo odiaban. Una lastima, porque su posición, mas allá de aciertos y errores, ha sido el único intento real y vigoroso de romper el corralito ideológico de la izquierda española rompiendo el  ril dependiente y subalterno de IU con respecto al PSOE. Pero para que la estrategia de Anguita hubiese tenido éxito era necesario la ruptura con el PCE y esta no sólo no se dio sino que en los últimos años del mandato de Anguita, este se empeño en competir con el aparato para ver quién era más comunista.

Aquí no ha ocurrido como en Europa donde han aflorado otras izquierdas alternativas, verdes , feministas, piratas, radicales, no; aquí PCE o PSOE. Aquí no han emergido movimientos sociales que hayan dado lugar, como en américa latina, al neopulismo de izquierdas , al indigenismo, a los frentes amplios, no; aquí PSOE o PCE. Todo lo que se movía desde la izquierda hacia el centro lo fagocitaba el PSOE y para los restos estaba el supermercado político montado por el PCE y que llamaron IU, Convocatoria por Andalucía, Los Verdes (hay que tener cara) y últimamente, en un movimiento vertiginoso de cambio de disfraces; Ahora en Común y Unidad Popular. UGT y CCOO han jugado el mismo papel en el espacio sindical. El corralito sindical ha sido peor aún que el político, y al estar menos expuesto al control público, menos visible la corrupción ha sido aún mayor.

En la transición se diseñó una ley electoral para favorecer no sólo el bipartidismo imperfecto sino también para blindar el corralito ideológico de la izquierda entre PCE y PSOE. Un corralito asimétrico claro, donde el PSOE era el hermano mayor y PCE el menor. Si siguen la secuencia de las graciosas legalizaciones de los partidos de izquierda verán como se dividen en dos tandas y en varios tiempos: La primera tanda , antes de las elecciones del 77 y de la constitución del 78, incluye primero al PSOE y poco antes de las elecciones al PCE. La segunda tanda incorpora   al resto  de partidos pero ya con el molde (constitución, autoamnistía, ley electoral) hecho, inamovible.

Las gentes de izquierdas, los electores, las nuevas culturas políticas (ecologismo, feminismo, derechos civiles etc) tuvieron que adaptarse, de una manera u otra, a este molde y trabajar dentro o alrededor del corralito ideológico. Así se consiguieron avances sociales y políticos significativos que no debemos dejar de reconocer sin no queremos perderlos. Pero en el fondo de todos estos nuevos movimientos y culturas había un anhelo de ruptura con este corsé que el franquismo nos había legado como parte de retraso cultural español. No es casualidad que este corralito comenzara a resquebrajarse, incluso nunca existió como en el País Vasco, en territorios con conflictos nacionales con la constitución del 78. En Valencia con  Compromis, en Aragón con la CHA o en Galicia  con las Mareas se empezó a demostrar que había vida para la izquierda más allá del corralito.

Y en eso llegó el 15M y mandó parar. El 15 de Mayo del 2011 se rompió el corralito ideológico . En Paralelo36 lo escribimos 24 horas después , es decir el 16 de mayo y ahí está para el que quiera leerlo: el 15M era el fin de la cultura política de la transición y por tanto también el fin del corralito ideológico entre PSOE y PCE. IU hizo diabluras por volver a desplegar la maniobra tradicional de colonización del nuevo movimiento social. Montaron  “un nuevo stand” en el supermercado. Ya estaban el stand verde, el stand saharaui, el stand feminista y ahora el stand 15M, delegado Alberto Garzón. El PSOE ni lo intento con Rubalcaba y al final colocaron a Pedrito Sánchez , una camisa blanca y algunas asambleas en la calle.

Pero el 15M, debido a la crisis económica y al alejamiento de las elites, era inasimilable por el corralito de la izquierda. Se trataba de una cuestión de tiempo el que surgiera una opción política nueva que recogiera la ruptura y la innovación que el 15M había traído. Surgió y entonces fue que esa izquierda se revolvió con inquina contra lo nuevo, nunca ha habido mas consenso negativo contra una fuerza política que contra Podemos. Tanto el PSOE, por la vía de los acuerdos de gobierno en Andalucía, como el PCE, por medio de las coaliciones electorales propuestas por el delegado Garzón; han intentado reconducir al “corralito” la novedad radical del acontecimiento , en términos de Badiou, que ha sido el 15M y que es Podemos. Pero la nave va y  el próximo 20D tendremos la oportunidad de acabar no sólo con el bipartidismo imperfecto sino también con el corralito idelológico que como una maldición nos dejo el franquismo.