Andalucía ha parado el recorte a los contenidos del Estado Social. Con los resultados del 25M, las dos principales fuerzas políticas de la izquierda andaluza tienen la oportunidad y la responsabilidad de demostrar que existen propuestas distintas de gobierno desde el respeto al conjunto de derechos y libertades que proclama tanto la Constitución como el Estatuto de Autonomía de Andalucía, y desde la apuesta por un modelo comprometido y eficaz de servicios públicos y de políticas sociales.
El resultado electoral es claro. El PSOE debe tomar nota, debe modificar muchas formas de gobernar practicadas hasta ahora, debe regenerarse internamente, debe mirar más al exterior de partido, a la ciudadanía. Y está abocado a un pacto de gobierno con IU si quiere volver a presidir el Gobierno de la Junta de Andalucía, que en este período 2012-2016 será necesariamente compartido de los dos principales partidos de izquierda de Andalucía.
La fuerza realmente vencedora políticamente ha sido IU (dobla su representación parlamentaria), que se convierte en grupo parlamentario determinante. Esta fuerza política tiene ante sus electores y ante la sociedad andaluza una importante responsabilidad histórica. Ahora tiene por fin la oportunidad de demostrar, desde la gestión política, institucional y administrativa, que otra forma de gobierno es posible, conectando de manera permanente con la ciudadanía, que es posible y necesario mantener los contenidos del Estado Social, que tanto sacrificios costó conseguir y consolidar, y que es hora de plantear soluciones alternativas para empezar a salir de la situación en la que nos encontramos en Andalucía.
Las dos fuerzas principales de la izquierda en Andalucía suman 59 de los 109 parlamentarios, frente a los 50 escaños conseguidos por el Partido Popular. Es una mayoría parlamentaria amplia que debiera permitir, desde un programa de actuación común que deberán elaborar y pactar en los próximos días, tener una legislatura distinta, en la que Andalucía se convierta en una experiencia de gobierno nueva en contenidos y en formas, de políticas distintas a las dominantes, desde la transparencia y eficacia en la gestión, desde la toma de contacto permanente con la ciudadanía, desde la profundización democrática, desde la consolidación y gestión eficaz de los servicios públicos esenciales (sanidad, educación), desde la potenciación de las políticas activas de empleo en necesaria colaboración con los ayuntamientos (el desempleo es nuestro principal problema), y desde la definición de un nuevo modelo de desarrollo económico de respeto a los valores ambientales de nuestra tierra.
El domingo 25 de marzo se inició en Andalucía un período distinto en lo político. La ciudadanía tomó la palabra y dijo no al recorte del Estado Social. La responsabilidad de la izquierda andaluza es grande, como importantes son los desafíos que tiene Andalucía, que exigen el mejor gobierno para dar solución a los problemas de nuestra tierra.
Tribuna de opinión publicada en El Día de Córdoba.
Fue una noche de supuestos vencedores, en la que unos perdieron 9 escaños, otros 200.000 votos, algunos compromisos que antes desechaban y por último otros lo perdieron todo. Sí, el Partido Andalucista, el gran olvidado, se puede olvidar de la política regional. Pero da que pensar que los que ganen, los más votados, no vayan a gobernar. Es una cosa que pasa con frecuencia y que demuestra la existencia de esa lucha por el poder que muchos practican. Sin duda hay que modernizar al PSOE. Pero no podemos confiar en que lo hagan las personas que han dejado aflorar la corrupción y que han mentido con el fin de ganar votos tantas veces. Hemos de ser nosotros los que lo cambiemos. Nosotros tenemos el poder, un partido es solo un medio.
La izquierda en Andalucía tiene la necesidad y obligación de reorganizarse. Nos deben a los votantes de izquierdas la tranquilidad de sabernos representados por formaciones que escuchan nuestros latidos. Es muy probable que jamás alcancemos la férrea disciplina de la derecha, pero las varas flexibles son las que nunca se parten. Tenemos una valiosa oportunidad para volver a ser una corriente joven, con lo aprendido a cuestas. Más que nunca nos tenemos que esmerar en una gestión trasparente e intachable y para eso ambos partidos deben articular un engranaje perfecto que se engrase con la participación activa de la ciudadanía. De acuerdo con Fidel, un planteamiento y analisis estupendo, Angel. Saludos
Una valoración del resultado creo que acertada, y sobre todo, una propuesta de acción determinante, o caminamos en esa dirección y bajo esas premisas o terminaremos cayendo definitivamente en el abismo