Andalucía: Cambiar ahora el curso de la historia

Convocatoria por Loja (CpL)

La crisis actual es al mismo tiempo global y local, mundial y andaluza, ecológica y económica, política y ética.  La ausencia de respuesta y alternativas por parte de la izquierda es evidente. Tras las recientes elecciones generales que han supuesto una mayoría absoluta del PP, creemos que muchos votantes de la izquierda real, y muchos posibles votantes futuros de ella, estamos pendientes de comprobar que la alternativa plural es posible y que IU, como fuerza política más importante, apuesta realmente por la construcción de una amplia coalición de fuerzas de la izquierda sin hegemonías y sin controles. Hacia ese frente amplio, hacía esa nueva vía se debería caminar para las próximas elecciones andaluzas conformando una coalición entre IU, PA, Equo y otros partidos de izquierda, partidos locales, sindicalistas, movimientos sociales, amplios sectores del 15M, etc. Ese Bloque Social y Alternativo debe tener una pata política que impida la mayoría absoluta del PP en Andalucía pero que a la vez termine con el régimen de más de 30 años del PSOE en Andalucía, regenerando la democracia y defendiendo las conquistas sociales. Pero tiene que tener otra de movilización social.

Este proyecto debe ir más allá de un conjunto de partidos políticos e incluso más allá de la suma de personas y organizaciones que lo puedan suscribir. Instamos al conjunto de la sociedad andaluza a utilizar sus mejores herramientas para extraer todas las energías y esperanzas, pero también la rebeldía y la crítica, ante una situación que ya es de emergencia pero que puede serlo aún más en un futuro inmediato. Por eso es una propuesta abierta e integradora para consensuar un itinerario y un horizonte para los próximos años que tiene que concretarse (no sólo pero también) en una oferta electoral para las elecciones de marzo del 2012. Se trata de impulsar el renacimiento de Andalucía a pesar de la crisis o precisamente porque ésta no nos deja otra salida. Tenemos que arriesgarnos a salir del mundo de las ideas al del compromiso político con el presente y el fututo de Andalucía, porque nuestra sociedad nos está diciendo con claridad que lo de hoy ya no sirve, queremos conectar con las ciudadanas y ciudadanos que aspiran a vivir de una manera distinta, que no sea tan dependiente del consumismo y la acumulación de propiedades y deudas, sino que repose en un consumo más responsable y en una mejor calidad de ocupación y de vida.

Esos sectores hemos estado de acuerdo en rechazar:

–       El escudo antimisiles de Rota.

–       La reforma laboral y la de las pensiones

–       La reforma expres de la Constitución.

–       La salida a la crisis que están organizando los mercados y el capitalismo neoliberal con el apoyo de los diferentes gobiernos.

–       La actual ley electoral que hace que los votos de las personas no valgan todos iguales.

Y sí estamos de acuerdo en:

-Una banca pública.

-La huelga general del año pasado

-Servicios públicos universales y gratuitos.

-Impuestos más progresivos y equitativos. El fin de los paraísos fiscales y la

economía sumergida.

-El desarrollo sostenible y la agricultura ecológica.

-El apoyo  al 15M por una democracia real ya, por una democracia participativa. En ese sentido manifestamos que el Manifiesto del 15M es asumido por este bloque antibipartidista.

Potenciación de lo público frente a lo privado, «impidiendo la privatización y expolio del patrimonio y de los servicios públicos como el agua, la sanidad o la enseñanza. O como las Cajas de ahorros, regaladas después de sanearlas». Lo público, señala el texto, «es de todos, y su desaparición significa un aumento de los privilegios de unos pocos, en detrimento de los derechos sociales y políticos de todas las personas».

Una «democracia no secuestrada por los mercados» y sin distribución desigual de la riqueza. «No es justo que se ahogue la economía de todos para premiar a aquellos que han causado la crisis».

Una «economía social y ecológicamente sostenible» que reconozca que el trabajo es «la única fuente de creación de riqueza» y respete los derechos laborales. La precariedad, subraya, «es perjudicial para el conjunto de la sociedad».

«Persecución real de la corrupción«, incompatibilidad de cargos públicos y privados, implantación de los presupuestos participativos.

Sistemas de información y participación «democráticos y horizontales»: consultas ciudadanas,  más participación en los medios, concejos abiertos…

En materia de urbanismo, reclaman un sistema «alejado de la especulación» que no potencie «el ladrillo como fuente principal».

Vivienda digna: «alquiler social de las viviendas vacías y moratoria en los desahucios por no poder pagar hipotecas, penalización de viviendas vacías, eliminación de ayudas a la compra, limitar el endeudamiento y tasadora pública independiente».

Protección del medioambiente, fomento del consumo responsable, las energías renovables, el transporte público…

Relaciones internacionales que promuevan «la autodeterminación de los pueblos y el derecho de todos a la tierra.

Una cultura plural «que represente a todas las personas» porque la cultura es un bien que no debe reducirse a «valores de mercado».

Respeto a la diversidad «sexual, funcional, de edad, de procedencia y de cualquier otra índole».

Si en todos esos puntos hemos estado de acuerdo no es comprensible que no podamos ponernos de acuerdo, en base a ellos, teniendo en cuenta que Andalucía necesita más riqueza y variedad democrática. No podemos resignarnos a un esquema tan simple de representación democrática institucional, cuasi bipartidista. La ciudadanía andaluza es mucho más participativa y esto ha de reflejarse también en los espacios políticos abriendo una nueva vía política alternativa y de movilización social.

Andalucía tiene que plantear de forma seria que tiene un grave problema de desarrollo económico, que sufre como nadie el paro y las consecuencias más desastrosas de la crisis de un modelo andaluz basado hasta ahora en la “economía del ladrillo” y ahora los desahucios, la falta de créditos y el mayor desempleo de la UE. Y en consecuencia, tiene que reclamar acciones especiales de solidaridad interterritorial del conjunto del Estado y de Europa. Pero tenemos, también, nuestra propia responsabilidad por como se han hecho las cosas en estos últimos 30 años y por como las hemos dejado hacer.

Andalucía ha de poner en valor su medio ambiente, como uno de sus elementos diferenciadores, y como uno de los contenidos esenciales y limitadores de nuestro modelo de desarrollo económico territorial. Nunca más desastres urbanísticos.

Por ello debemos conseguir una opción electoral cuyas coordenadas son: la sinceridad, la honradez, la transparencia, la austeridad, la prudencia, el coraje, la autonomía, la igualdad, el reencuentro con la naturaleza y la construcción de Andalucía en España y en Europa, con fuerza para reclamar lo que le corresponde y con autoestima para salir de esta crisis a fuerza de ideas, sacrificio y solidaridad. Estamos en una segunda transición mucho más compleja y difusa que la primera. Es el momento de las ideas para el cambio, de la construcción de equipos para el liderazgo social y de la vuelta de la política con mayúscula, la que mira a nuestra sociedad y entiende que el poder sólo es un medio y no un fin en sí mismo.

Es un proceso de convergencia a medio plazo, para construir entre todas y todos un Bloque Social y Alternativo que rompa la hegemonía neoliberal. Queremos construir una nueva agenda para el cambio social, con un programa que avance decididamente en la defensa de un nuevo modelo de democracia económica y social, en la reforma del poder judicial, en un nuevo sistema electoral justo, en la laicidad del Estado, en una superación de las injusticias de género, en la perspectiva de un proceso constituyente republicano.

Es por todo esto por lo que llamamos a las ciudadanas y ciudadanos de Andalucía, a las organizaciones sociales y políticas de la izquierda, del ecologismo y del andalucismo, andaluzas o locales, nuevas o tradicionales, a amplios sectores del 15M a la apertura de un nuevo ciclo histórico, un nuevo 4 de diciembre que emerja en cada una de las ciudades y pueblos de Andalucía, que piense en lo global y actúe en lo local, y que confluya en una articulación política roja, violeta, verde y blanca, capaz de cambiar otra vez el curso de la historia. Queremos, repetimos, conectar con las ciudadanas y ciudadanos que aspiran a vivir de una manera distinta, que no sean tan dependientes del consumismo y la acumulación de propiedades y deudas, sino que la nueva sociedad repose en un consumo más responsable y en una mejor calidad de ocupación y de vida.

Por lo explicado hasta aquí llamamos especialmente a IU, PA, Equo, a sectores del PSOE muy críticos con su actuación de estos últimos años y a amplios sectores del 15M de Andalucía a formalizar una coalición electoral, una cooperativa política de fuerzas plurales que no le regale la mayoría absoluta al PP. Si se suman los votos obtenidos por ese bloque en las últimas generales (más del 11%), se impediría la mayoría absoluta del PP y se terminaría el régimen del PSOE (todo el que lleve más de 10 años de liberado político en la junta y 15 en diferentes administraciones: ¡a su casa!). Esa es la responsabilidad de estas fuerzas políticas. Les pedimos que pongan por encima de sus intereses partidistas los intereses generales de una alternativa económica, ecológica, de modelo y de sociedad para Andalucía. A ello os llamamos, eso es lo que os exigimos y a ello nos comprometemos. Ahí deberíamos estar todos los que apoyamos la última huelga general del año pasado  en Andalucía. ¡No debemos resignamos!