Andalucía por delante

Tras las elecciones andaluzas, los partidos evalúan si apoyan, se abstienen o votan no a la investidura de Susana Díaz según las concesiones que ésta haga a sus peticiones.

Susana Díaz aparecía en los carteles con un prácticamente invisible logotipo del PSOE, basó su campaña en su identificación con Andalucía, venía a decir: Andalucía soy yo. Así hizo que el PSOE andaluz aguantase la caída. 120.000 votos menos pero los mismos 47 parlamentarios.

Muchas voces bárbaras, de acá, que las hay, y de allá, acusaron de esta pírrica, pero victoria al fin y al cabo, a las y los votantes andaluces por estar acostumbrados a votar clientelarmente, por no despedir ya a quienes han gobernado más de 30 años y están empantanados con los Eres, por estar aquí acostumbrados a la sopa boba.

Pues yo digo que por boca de quienes dicen esas cosas habla la ignorancia. La incomprensión de Andalucía. Sobre todo la Andalucía rural.

Aquí no ha habido un presidente autonómico, como Pujol and family, que se llevase la pasta a manos llenas, ni un partido en el gobierno financiado a manos llenas unas elecciones tras otras por el poder económico real. Ha habido muchas cosas intolerables, insoportables y deleznables, pero esas no.

Comprender el mundo andaluz significa ver que aquí el campo, salvo algunas grandes fincas del Estado y de la oligarquía, está cultivado de verdad, trabajado por su gente, ver que en cada pequeñísimo núcleo de población, o en cada barrio, hay un consultorio de salud que funciona hasta recortado de personal, o una escuela pública universal y gratuita que hasta recortada tiene unos profesionales de bandera, o que se lleva a los niños gratis al colegio hasta si viven en cortijadas o no tienen oferta del nivel educativo que necesitan en su municipio.

Pequeñas inversiones públicas que la ciudadanía andaluza aprovecha con austeridad y eficacia, que evitan la despoblación y consiguientemente limitan el crecimiento de los barrios marginales de aluvión.

Para ganar Andalucía hay que ser Andalucía, para ser Andalucía hay que conocer su memoria, que es la memoria de la gente. Para derrotar al PSOE andaluz hay que ser más andaluz que él.

En la negociación para que Susana sea investida hay que demostrar eso, que lo que se pide es para mejorar la vida de la ciudadanía andaluza, entonces el voto será más útil y así más duradero.

Así pues… Sí, o pues ya iremos viendo, o pues… No, pero Andalucía por delante.

Columna de opinión en La Voz de Granada, miércoles 1 de abril de 2015

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PS: I like very much la posición pública de Teresa Rodríguez.

Me gusta Teresa, es auténtica y guerrera.

Yo tengo dudas sobre la formulación de dos de las tres condiciones «irrenunciables.» La 1 para mi debía ser la 3, caerá sóla por su propio peso, judicial y temporalmente. La 2 es la 1, esta sí que la considero irrenunciable. Y la 3 requiere una reformulación, reducir asesorías políticas no es el chocolate del loro para recuperar todo el empleo perdido en sanidad, educación y servicios sociales. De hecho echo de menos una propuesta de ofensiva política contra el centralismo del PP y por un plan de inversión que lleve nuestra tasa de empleo a la media europea.

Pero eso no quita que me guste, y mucho, el hecho de que Teresa Rodríguez defienda la autonomía del Podemos Andalucía del aparato de Pablo Iglesias. En Podemos no se ha entendido lo que es Andalucía, así que debieran dejar de inmiscuirse y hacer declaraciones públicassobre lo que el grupo parlamentario de Podemos debe hacer aquí. Teresa actúa, en este sentido con mucha claridad y valentía, y a mi eso me gusta, I like very much.

@marioortega